martes 4  de  marzo 2025
OPINIÓN

Se necesitan dos para bailar tango

Decidido a poner fin a los combates en Ucrania, Trump ha hecho caso omiso de las alarmas y busca establecer un alto el fuego sobre la base de que es ahora o nunca para llegar a un acuerdo con Rusia

Diario las Américas | SONIA SCHOTT
Por SONIA SCHOTT

Si bien las dinámicas actuales funcionan en base a la aceleración de expectativas y la gratificación instantánea, los tiempos en política se manejan diferente.

Sin embargo, hay circunstancias en las que una respuesta apremia y esto resulta claro en el caso de reanudar con urgencia las conversaciones entre Estados Unidos y Ucrania para buscar una salida a la paz en el conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque no sea una tarea fácil.

Era ya difícil considerar el fin de la guerra en veinticuatro horas, como sugirió el presidente, Donald Trump, durante su campaña presidencial pero este impulso hacia la paz parecía imparable, alimentado por la apertura del diálogo entre Washington y Moscú.

Europa sigue escéptica ante un compromiso de Vladimir Putin por una falta de confianza en la palabra rusa.

Después de las visitas a Washington del presidente francés y el primer ministro británico la semana pasada, los europeos anunciaron una “coalición de voluntarios” para elaborar un plan de paz y presentarlo a Trump, que incluiría: defender la soberanía de Ucrania en la mesa de negociaciones y continuar con el flujo de ayuda militar a Ucrania.

Rusia respondió que las promesas de los europeos para aumentar la financiación militar a Kiev no ayudarán a lograr una resolución pacífica del conflicto.

Trump se ha negado a dar garantías, dejando claro que si los franceses y los británicos envían tropas como fuerzas de paz a Ucrania, después de un alto al fuego, los europeos podrían manejar la misión por sí solos sin el respaldo de Estados Unidos.

Como le repitió al mandatario ucraniano, Volodymir Zelenski, durante el fallido encuentro en La Casa Blanca, Trump se apoya en su liderazgo para confiar en que Putin, a pesar de los antecedentes, no se atreva a romper un acuerdo de alto al fuego.

Ya lo dijo el secretario de Estado Marco Rubio cuando durante su cruzada mediática, luego del impasse en la Casa Blanca entre Trump y Zelenski, sostuvo “(...) la única forma de que termine la guerra es si Vladimir Putin se sienta a la mesa de negociaciones. Y ahora mismo, el presidente Trump es la única persona en la Tierra que tiene alguna posibilidad de llevarlo a una mesa”, añadiendo que todavía no hay ningún acuerdo y la intención es explorar posibilidades de paz.

Los europeos, con Zelenski a la cabeza, están convencidos de que Putin no es de fiar, seguro pensando en el momento en que las tropas rusas invadieron Ucrania hace tres años. Aunque Moscú en un principio negó que hubiera algún plan para enviar fuerzas militares a través de la frontera hasta que comenzó la invasión.

Otra de las claves para entender la confianza de Trump es que piensa que cualquier acuerdo será respetado por Putin, mientras Washington tenga acceso a los depósitos ucranianos de minerales y tierras raras.

Trump está convencido de que si hay estadounidenses en Ucrania ayudando a extraer minerales raros, como litio, grafito, titanio y uranio, Rusia no lanzará ninguna agresión adicional contra ese país.

Es una medida audaz y Europa teme que sea una apuesta que no funcione.

La enorme diferencia entre la administración Trump y Europa es que, tras tres años de deterioro de relaciones con Rusia, tras la invasión de Ucrania en 2022, Washington y Moscú ahora tienen un canal de comunicación.

Trump siempre ha demostrado, desde su primer mandato, que es mejor hablar con adversarios extranjeros que ignorarlos.

Europa cree que es moralmente incorrecto hacer tratos con Rusia, pues invadió a su vecino causando muerte y destrucción y no quieren que Putin se sienta recompensado por su agresión al ceder ante sus demandas, entre las cuales se cuentan no devolver el territorio ocupado.

Zelenski fue más allá al proponer durante su visita a Washington que debe ser Rusia quien asuma los costos por las pérdidas en la guerra, poniendo en una situación incómoda a Washington, que está tratando de atraer a Rusia a la mesa de negociaciones además, el establecer quién perdió y quien ganó esta guerra a estas alturas, no es una respuesta fácil.

Decidido a poner fin a los combates en Ucrania, Trump ha hecho caso omiso de las alarmas y busca establecer un alto el fuego sobre la base de que es ahora o nunca para llegar a un acuerdo con Rusia.

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