jueves 6  de  marzo 2025
OPINIÓN

El chavismo entregó el Esequibo

Venezuela provocó a Guyana con un buque en aguas disputadas. Maduro usa el Esequibo como estrategia política mientras Guyana crece con apoyo internacional

Diario las Américas | IBÉYISE PACHECO
Por IBÉYISE PACHECO

Fue una provocación del régimen de Maduro el incidente con Guyana del sábado 1 de marzo cuando un buque patrullero de la armada venezolana ingresó a aguas de ese país acercándose temerariamente al bloque petrolero Stabroe donde hay varias instalaciones, incluyendo el FPSO Prosperity, un buque de producción flotante de bandera norteamericana, operado por Exxon Mobil.

Este suceso llevó a Guyana a presentar una queja diplomática formal y a notificar el grave hecho ante la Corte Internacional de Justicia, que tiene actualmente el caso de la reclamación territorial.

El Esequibo ha sido para el régimen una especie de comodín que utiliza cuando se ve en dificultades. Ya en otras oportunidades Maduro ha apelado al chauvinismo procurando insuflar oxígeno a su complicada situación interna, como el 3 de diciembre de 2023, día en que construyó el montaje de un referéndum consultivo intentando manipular el sentimiento venezolano, generando falsas expectativas que complican aún más la salida pacífica y política para un acuerdo, cuando lo que Maduro realmente busca es aprovechar ese sentimiento en un desesperado intento de disminuir el rechazo del pueblo.

Maduro se ha afincado en el incidente reciente al acusar a Exxon de intereses belicistas, excusa utilizada para anunciar la creación del Estado de Guayana Esequiba; también publicitó haber instruido a PDVSA para otorgar licencias operativas para la explotación de hidrocarburos en el Esequibo, así como la creación de una zona de defensa integral del Ejército para el nuevo estado en reclamación.

Fantasía cargada de ridiculez, que no por eso deja de resultar en una situación peligrosa.

Ese efectista accionar de Maduro no borra su responsabilidad, la que junto a Hugo Chávez, ha llevado a Venezuela a encontrarse en una situación muy precaria en la disputa del territorio Esequibo.

Esta larga querella en torno a 159.500 kilómetros cuadrados en pleno corazón del escudo guayanés cobra hoy enorme importancia ante las grandes riquezas minerales y ahora comprobadamente petroleras que posee el territorio en disputa. Riquezas registradas con las que Guyana ahora ostenta la privilegiada posición de ser desde el 2022 una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo, camino a convertirse en uno de los mayores productores de petróleo off shore en el planeta.

Eso no lo vio Chávez cuando en el 2004 suspendió toda protesta que Venezuela solía hacer pública cada vez que una empresa iba a invertir en el territorio Esequibo. En su interesada política de integración estratégica, Chávez decidió que Venezuela no se iba a oponer a las inversiones en esa zona siempre que fuesen positivas para la población. Nunca más se protestó. Testigo y ejecutor fue Maduro como canciller desde el año 2006. Y no debemos olvidar cuánto se opuso María Corina Machado a esa política.

Ese aire de hermandad chavista donde la reclamación de territorio fue olvidada en la práctica, cambió cuando en el 2015 Exxon Mobil informó de 46 descubrimientos que dispararon las reservas de petróleo a más de 11 mil millones de barriles.

En ese tardío interés por el litigio del territorio Esequibo los expertos afirman que se perdió un tiempo valioso y que para colmo se han cometido graves errores que nos han colocado en desventaja y nos han llevado a las manos de la Corte Internacional, al quedar agotadas (o descartadas) todas las vías de negociación y acuerdos.

Sin pretender debatir sobre el fondo que es materia de expertos, la posibilidad de recuperar ese territorio para Venezuela se muestra bastante improbable. Y estar en ese callejón presente, es absoluta responsabilidad del chavismo y la tiranía.

Esta reciente provocación en instalaciones de Guyana, violenta la orden de la Corte Internacional que ya había dictaminado que Venezuela debe abstenerse de tomar acciones que atenten el estatus quo en el Esequibo, bajo control de Guyana.

Pero Venezuela insiste en que es el Acuerdo de Ginebra y no la Corte Internacional, el instrumento jurídico que rige el conflicto, aunque bajo los hechos nuestro país reconoce a la Corte, al asistir y documentar en ese organismo su versión sobre el caso. Así que los ladridos efectistas de Maduro, expresados en aguas marítimas administradas por el presidente de Guyana Irfaan Ali, no solo violentan acuerdos previos; además no asustan.

La realidad es que un gobernador venezolano pretendiendo mandar en el territorio Esequibo, va a tener que hacerlo ridículamente desde Tumeremo, al igual que los oficiales del Zodi se harán las fotos para redes sociales desde el estado Bolívar.

Entretanto Guyana crece administrada correctamente, cumpliendo el proceso inverso al del chavismo que ha llevado a Venezuela a la ruina. Allá los números son positivos en todas las áreas, así como larga la lista de países y empresas de Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Países Bajos, Canadá, Malasia, Qatar, Arabia Saudita, Italia y Suiza que ya trabajan para Guyana.

Pero Maduro además de mostrar espuelas desgastadas ante el mundo, en lo doméstico trata de sacar ventaja a la oposición y al gobierno legítimamente electo con el tema del Esequibo, encabezando un peligroso conflicto nacionalista.

En cambio, Guyana hace política y convoca a sus aliados regionales y al Comando Sur para extremar medidas de seguridad y apoyo político. Casi todos, por cierto, son gobiernos que alguna vez fueron parte de la corte chavista.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar