martes 25  de  marzo 2025
OPINIÓN

Crisis de democracia en Brasil: ¿De un gobierno paradictatorial a un régimen del Socialismo del Siglo 21?

Denuncian que Lula da Silva vulnera la democracia en Brasil con persecución política, control judicial y vínculos con regímenes autoritarios de la región

Diario las Américas | CARLOS SÁNCHEZ BERZAÍN
Por CARLOS SÁNCHEZ BERZAÍN

En el marco de la Carta Democrática Interamericana la situación de la democracia de Brasil es crítica. La actual presidencia de Luis Ignacio Lula da Silva está marcada por indicadores de violaciones a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, al estado de derecho y a la separación e independencia de los poderes públicos, contra sus oponentes políticos. Su política exterior lo señala como un gobierno para dictatorial y sus acciones internas alertan el camino de un régimen del socialismo del siglo 21 o castrochavismo.

En democracia la libertad reconoce la soberanía del pueblo y los gobernantes son simples mandatarios obligados al “respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales” de sus mandantes; a “gobernar con sujeción al estado de derecho”; a respetar un “régimen plural de partidos y organizaciones políticas; a someterse a “la separación e independencia de los poderes públicos; y con todos esos elementos a “la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo”. Son los elementos esenciales de la democracia.

La destrucción de la democracia desde dentro está descrita el libro Dictaduras del siglo XXI del presidente Osvaldo Hurtado: “El modelo por el que, bajo la conducción de un caudillo civil elegido por el pueblo, las democracias se transformaban en dictaduras plebiscitarias, mediante el uso malicioso de las instituciones, no fue un invento de Hugo Chávez. Había sido concebido e instituido décadas atrás por los autócratas que gobernaron Italia y Alemania en el temprano siglo XX. Al modelo fascista europeo sus congéneres latinoamericanos se limitaron a añadirle ciertos elementos vernáculos como el tradicional caudillismo, el atávico paternalismo, el utilitario clientelismo, el redituable populismo y el viejo antiimperialismo”.

Fue con este mecanismo fascista presentado como revolucionario que se destrozaron las democracias de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, expandiendo el modelo de la dictadura de Cuba. Suplantaron el “estado de derecho” por violaciones institucionalizadas de los derechos humanos, manipulación del poder judicial con jueces y fiscales sicarios, presos y exiliados políticos, falsas acusaciones y sentencias infames, crímenes de lesa humanidad, e impunidad para los dictadores y sus entornos. Instalaron “opositores funcionales” y liquidaron cualquier posibilidad de participación política no controlada. Son pruebas recientes las elecciones Bolivia 2019 y 2020, Nicaragua 2021 y Venezuela 2024.

Lula es el único fundador vivo del hoy denominado socialismo del siglo 21 que organizaron con Hugo Chávez y Fidel Castro. Al asumir su actual mandato, reabrió “relaciones completas” con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua; en mayo de 2023 recibió al dictador Maduro tratando de rehabilitarlo previamente y durante la Cumbre de Presidentes Sudamericanos; en julio de 2023 impulsó la Cumbre Unión Europea-Celac para ayudar a las 4 dictaduras; en 2024 viajó a Bolivia apoyando al régimen; asumió su antimperialismo impulsado Bricks; impugnó la Cumbre de las Américas 2023; se abrió a China e Irán; visitó China atacando a Europa y EEUU y más.

En lo interno hay indicaciones de judicialización de la persecución política. Repetición del modelo de Cuba para encarcelar a inocentes desde siempre y por la protesta 11-J; en Venezuela para encarcelar cientos de opositores, forzarlos al exilio con una diáspora de cerca de 8 millones, inhabilitar a María Corina Machado y luego del 28-J aplicar terrorismo de Estado; en Bolivia para acusar falsamente al gobierno derrocado en 2003, acusar de golpe de estado inexistente y encarcelar a la ex presidenta Añez, al Gobernador Camacho y cientos de inocentes, con miles de exiliados; en Nicaragua para encarcelar, expatriar y privar de ciudadanía más de 200 líderes, candidatos y defensores de la democracia, con un exilio de más de cien mil.

El 1 de julio de 2023 la prensa internacional titulaba “Lula premia al abogado que le sacó de la cárcel con una plaza de juez en el Supremo de Brasil. Cristiano Zanin defendió al presidente brasileño en los procesos de la Operación Lava Jato”. En febrero de 2024 Infobae: “El ex juez del Tribunal Supremo que anuló las condenas a Lula da Silva por corrupción asumió como ministro de Justicia de Brasil. Ricardo Lewandowski es amigo personal del presidente y cumplió un importante rol para sacarlo de la cárcel luego de que fuera sentenciado en la causa Lava Jato..”

El diputado brasilero Eduardo Bolsonaro hijo del expresidente Jair Bolsonaro anunció este 18 de marzo que “deja temporalmente su escaño como diputado federal y que permanecerá en Estados Unidos en busca de justicia” lanzando “duras críticas al juez del Supremo Alexandre de Moraes, instructor del proceso en el que Jair Bolsonaro es acusado de dirigir una trama golpista contra el Gobierno de Luis Ignacio Lula da Silva”…

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

www.carlossanchezberzain.com

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