WASHINGTON.- No hay duda del lugar estelar ocupa George Washington, como uno de los presidentes más grandes de la historia “En particular, después de la Guerra Civil, los norteños y los sureños valoraron a Washington y la era fundacional como una historia compartida que ambos podían celebrar”, según el Centro Miller de la Universidad de Virginia.
Mientras que, Abraham Lincoln (1861-1865) destaca por su liderazgo durante la guerra civil; Theodore Roosevelt (1901-1909) por sus políticas progresistas y su clave desempeño en el proyecto y construcción del Canal de Panamá;. Harry S. Truman, por lanzar el Plan Marshall de ayuda económica a una Europa devastada por la II Guerra Mundial y sentar las bases de la OTAN, la alianza militar de contención ante la expansión soviética; Ronald Reagan por apresurar el colapso de la Unión Soviética y poner fin a la Guerra Fría.
Cuando Joe Biden se convirtió en presidente, después de ganar las elecciones de 2020, prometió unir al país y buscar una política de concesiones en el Congreso.
Ahora, después de cuatro años, no es demasiado aventurado decir que fracasó en ambos intentos.
Si bien produjo una legislación ambiciosa sobre el cambio climático y tomó medidas para reducir la inflación, tuvo problemas por alcanzar la unidad prometida, dejando una nación más dividida que cuando llego a La Casa Blanca.
Los estadounidenses sintieron que sus últimos dos años en la presidencia le pesaban por su edad, despertando incluso serias preocupaciones sobre su fragilidad mental. Hubo demasiados impases verbales y con demasiada frecuencia se le fotografió tropezando o perdiendo el paso.
Su decisión, solo tres meses antes del día de las elecciones, de dimitir y dejar que, Kamala Harris, asumiera como candidata demócrata contra Donald Trump, fue tardía.
Hay la impresión de que tanto la Casa Blanca su familia combinaron esfuerzos para proyectar una imagen de que podía cumplir sin problemas sus altas responsabilidades. Está claro que no fue así.
Durante los últimos meses, Biden y su equipo de seguridad nacional dedicaron un enorme esfuerzo para conseguir un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes tras 15 meses de guerra.
A pesar de lograrse el ansiado alto al fuego por seis semanas, y la liberación de los primeros rehenes en poder de Hamas, la destrucción y el enorme número de víctimas civiles palestinas resaltan la falta de mano dura con el líder israelí Benjamín Netanyahu poner fin a la guerra mucho antes.
Biden dejó el cargo con bajos índices de popularidad y un legado dañado por la alta inflación y el aumento del costo de vida además de una sensación general de que perdió contacto con la mayoría de los votantes.
La inmigración fue otro tema crítico.
Biden asumió el cargo prometiendo un estatus legal para inmigrantes no autorizados que residieran en el país algo que no sucedió y su estrategia en la frontera entre Estados Unidos y México, que registró un récord de llegadas irregulares de solicitantes de asilo y otros migrantes, fue igualmente criticada por liberales y conservadores, según el Instituto de Política Migratoria.
Por otro lado, la retirada total de las tropas estadounidenses de Afganistán para fines de agosto de 2021 fue uno de los peores “logros” de su política exterior pues ignoró las advertencias de la comunidad de inteligencia y del Pentágono y mientras las tropas estadounidenses se marchaban a toda prisa para cumplir con el plazo, los talibanes ya habían tomado el control de Kabul, después de 20 años de lucha.
Biden demostró dedicación por la búsqueda de un acuerdo en Medio Oriente. Unas duras negociaciones pusieron fin a la guerra entre Israel y Hezbolá en el Líbano, aunque el asesinato por parte de Israel del líder de Hezbolá en Beirut, también fue un factor decisivo.
La caída del presidente Bashar al-Assad en Siria, tal vez el mayor lopgro de política exterior de la era de Biden, fue resultado directo del colapso de Hezbolá y del golpe que asestó a Irán, el principal apoyo de la organización.
Ucrania queda como tema pendiente, aunque ya se ha anunciado una reunión entre el estadounidense, Donald Trump, y ruso, Vladimir Putin, para discutir cómo poner fin a la guerra en Ucrania.
Biden se reunió con Putin solo una vez, en una cumbre en Ginebra, en junio de 2021 y ocho meses después, Rusia invadió Ucrania.
En todo caso, son los vencedores quienes controlan la narrativa sobre sobre el pasado para asegurar su influencia futura.