La noche del 31 de octubre, en muchas ciudades alrededor del mundo, las calles se inundan de niños y adultos disfrazados que van de puerta en puerta riendo y pidiendo golosinas con la tradicional expresión : “dulce o truco” (trick or treat).
En más de un hogar en todo el mundo se recibe la visita de los más pequeños que vienen, con sus cubos, a pedir dulces en la Noche de Brujas
La noche del 31 de octubre, en muchas ciudades alrededor del mundo, las calles se inundan de niños y adultos disfrazados que van de puerta en puerta riendo y pidiendo golosinas con la tradicional expresión : “dulce o truco” (trick or treat).
Los niños ofrecen a los adultos la opción de darles un dulce o enfrentar una broma por eso la mayoría prefiere la primera opción. El truco o trato es una amenaza de broma a los dueños de la casa en el caso de que no se proporcionen golosinas.
La frase "trick or treat" se popularizó en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, entre otras razones gracias a una campaña del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia, (UNICEF, por su sigla en inglés) que en 1950, creó unas cajas de chucherías que los adultos compraban para entregar a los niños.
Hoy en día, "trick or treat" es una de las grandes fiestas tradicionales de los Estados Unidos y Canadá, y en muchas otras ciudades del mundo.
Lo que se celebra como Halloween o la Noche de Brujas tiene una historia de larga data. Su origen es de hace 3.000 años, según la Universidad de Oxford cuando los pueblos celtas de Europa celebraban su año nuevo, llamado Samhain.
Samhain significa "fin del verano" en celta e irlandés. Para los celtas del siglo IX, era una de las fiestas más importantes del calendario anual y, según explica la Enciclopedia de Historia Mundial, era una celebración que comenzaba al anochecer del 31 de octubre y duraba unos tres días.
En la actualidad su celebración es festiva en donde los niños especialmente son los protagonistas cuando van de casa en casa pidiendo golosinas, una tradición que no puede dejar ningún hogar sin galletas y dulces, porque se dice que es de mal augurio no atender el llamado de los niños que vienen con sus envases para llenarlos de caramelos, bombones y galletas.
El cine se encargó de darle un toque mágico y de misterio a esta celebración porque en aquel remoto tiempo se creía que los espíritus caminaban por la Tierra mientras viajaban al más allá, junto con otras criaturas, como hadas y demonios.
Es por eso que los disfraces de “brujas” abundan, pero también se aprovecha para que los niños y la familia usen la indumentaria de su agrado.
“Dulce o truco” es una de las actividades que más se practica el 31 de octubre; incluso, muchos cineastas consideran esta tradición para proyectarlas en películas alusivas con la Noche de Brujas o Halloween.
"Se cree que los celtas disfrazados de espíritus iban de casa en casa haciendo tonterías a cambio de comida y bebida. Esta práctica podría proceder de la costumbre de dejar comida y bebida en las puertas de las casas como ofrendas para los seres sobrenaturales", explica la National Geographic.
Los cubos de dulce de calabazas, de plástico, se convierten en una buena opción seguir la tradición. Los adultos también entran en la “competencia” y piden sus caramelos.
El 31 de octubre se celebra con muchas actividades. Disfraces, maquillajes y decoración de las casas con estilo tenebroso. Pero también puede preparar una cena y esperar cuando los más pequeños o no tanto toquen su puerta y allí comience la verdadera fiesta, siendo las manzanas caramelizada una de las comidas más típicas de Halloween y recetas con calabaza: Como pasteles, bizcochos, tartas y flanes.
La expresión “dulce o truco” proviene de la tradición de trick-or-treating, que tiene sus raíces en la práctica medieval del mumming (los participantes se disfrazan de manera extravagante y visitan las casas de sus vecinos, cantando y bailando) a cambio de comida y bebida.
A partir de finales del siglo XIX, se empezó a ofrecer bromas o cantos en lugar de compensar las limosnas con rezos. De ahí surgió la expresión “trick-or-treat”.
El primer uso registrado de la frase “trick-or-treat” en relación con Halloween fue en 1927, en un artículo de un periódico de Alberta, Canadá.
FUENTE: National Geographic / Diario las Américas