El gobernador Ron DeSantis propuso restringir el envío de remesas desde Florida mediante un sistema de verificación de identidad similar al E-Verify
Las remesas son un salvavidas para millones de familias en Latinoamérica, pero también sostienen a los regímenes autoritarios en la región.
PIXABAYMIAMI.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció que seguirá impulsando una serie de medidas estrictas contra la inmigración ilegal, incluyendo restricciones al envío de remesas internacionales desde el estado, lo que ha generado preocupación entre las comunidades inmigrantes y un intenso debate político.
Esta iniciativa forma parte de un paquete más amplio de políticas migratorias que buscan reforzar el control sobre los inmigrantes indocumentados y alinearse con la agenda republicana a nivel nacional.
DeSantis propuso la implementación de un sistema de verificación de identidad para las transferencias de dinero al extranjero, similar al sistema E-Verify, utilizado para determinar el estatus migratorio de empleados.
Según DeSantis, la medida busca garantizar que solo los ciudadanos y residentes legales puedan enviar remesas desde Florida, lo que afectaría directamente a miles de inmigrantes indocumentados que dependen de estos envíos para sostener a sus familias en el extranjero.
El gobernador argumentó que esta restricción serviría como un "enorme disuasivo" para los inmigrantes sin estatus legal, al dificultarles el acceso a sistemas de transferencia de dinero. Además, la propuesta se alinea con iniciativas a nivel federal, como el proyecto de ley S.3516 impulsado por el vicepresidente J.D. Vance, que propone un impuesto del 10% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos.
DeSantis insistió en que estas medidas son necesarias para proteger a Florida de lo que considera una "crisis fronteriza" derivada de las políticas de la administración Biden.
El gobernador también señaló que la implementación de estas restricciones ayudaría a frenar el flujo de dinero hacia países de América Latina, bajo el argumento de que parte de esos fondos terminan en manos de organizaciones criminales o gobiernos que no cooperan en la lucha contra la inmigración ilegal.
Las restricciones propuestas podrían tener un impacto significativo en los inmigrantes que viven en Florida y en los países receptores de remesas, según algunos analistas.
Datos de 2023 indican que las remesas enviadas a Cuba desde Estados Unidos ascendieron a aproximadamente 1.972.56 millones de dólares, lo que representó una disminución del 3.31% en comparación con 2022. Estados Unidos es el principal origen de estas remesas, concentrando poco más del 83% del total.
Aunque no existen cifras oficiales desglosadas por estado, se estima que una parte significativa de estas remesas proviene de Florida, debido a su numerosa comunidad cubanoamericana.
Entretanto, según datos del Banco de México, entre enero y noviembre de 2024 ese país recibió 59.518 millones de dólares en remesas, lo que representa un incremento del 2.9% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Aunque no se dispone de cifras exactas sobre el monto de remesas enviadas específicamente desde Florida, se estima que una parte significativa proviene de este estado debido a su numerosa comunidad mexicana.
Para los inmigrantes en Florida, estas medidas podrían significar la imposibilidad de enviar dinero a sus familias a través de los métodos tradicionales, obligándolos a recurrir a canales informales o incluso ilegales para realizar transferencias.
"Nosotros trabajamos duro, pagamos impuestos y solo queremos ayudar a nuestras familias en nuestros países. Nos están castigando por buscar un mejor futuro", expresó María López, una inmigrante mexicana residente en Homestead que envía dinero a sus hijos cada mes.
La propuesta ha generado un intenso debate político en Florida, incluso dentro del propio Partido Republicano. Legisladores estatales han manifestado su preocupación sobre la viabilidad de estas restricciones. Entre ellos, el presidente del Senado de Florida, Ben Albritton, y el presidente de la Cámara de Representantes, Daniel Perez, calificaron algunas de estas iniciativas como "inconstitucionales".
"Las restricciones a las remesas podrían tener efectos no previstos y abrir la puerta a demandas legales que cuestionen su constitucionalidad", advirtió Albritton.
Por otro lado, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes denunciaron que esta política es una forma de discriminación económica y prometieron llevar el caso a los tribunales si la medida avanza en la legislatura estatal.
A pesar de la oposición, sectores conservadores y algunos votantes republicanos apoyan la iniciativa de DeSantis. En tal sentido, sostienen que las remesas enviadas por inmigrantes indocumentados incentivan la permanencia de personas sin estatus legal en el país y contribuyen a la crisis migratoria.
"Es una medida justa. No podemos seguir permitiendo que personas que entraron ilegalmente al país se beneficien económicamente mientras los ciudadanos estadounidenses enfrentan dificultades económicas", opinó John Matthews, residente de Miami.
Mientras el debate continúa, miles de familias en Florida y en América Latina observan con incertidumbre el futuro de sus ingresos y su estabilidad financiera.
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