lunes 3  de  marzo 2025
COMUNIDAD

Miami-Dade: Señales viales deficientes y gestiones por una movilidad segura

El condado Miami-Dade enfrenta retos en la orientación del tráfico urbano y peatones, mientras las autoridades impulsan proyectos para mejorar la señalización

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Miami-Dade, crisol de culturas y motor económico de Florida, enfrenta uno de sus desafíos más apremiantes: una señalización vial deficiente o en algunos casos inexistente, que despierta malestar entre conductores y peatones.

Entre el laberinto de autopistas y calles, quienes manejan sus vehículos o caminan por las calles se enfrentan en ocasiones a señales borrosas, marcaciones desvanecidas y una iluminación insuficiente e incluso precaria, especialmente al caer la noche.

Esta situación, que se agrava en ciertas áreas del condado, plantea serias preguntas sobre la seguridad vial y la calidad de vida de los residentes. Si bien las autoridades han implementado proyectos para modernizar la infraestructura, las críticas persisten y revelan la complejidad del problema.

Una experiencia cotidiana

La frustración por la señalización deficiente resuena en las voces de los residentes. Marilín Yi, empleada de un casino en el suroeste del condado, describe su experiencia al conducir por Kendall después del anochecer como un ‘acto de fe’.

“En muchas calles, desde la 8 hasta la 88, transitando por las avenidas 147, 152, 154, 157,177 y Krome Avenue, después de las 6:00 p.m. hay que manejar por pura intuición”, afirmó la mujer de origen cubano.

“Las líneas que dividen las calles no existen o están borrosas. No hay luces refractarias que sirvan de guía en dichas calles, independientemente de la falta de iluminación en esos trayectos, lo que se presta para muchas cosas como asaltos o accidentes no deseados”, sumó Yi.

También criticó la deficiente señalización de pasos peatonales y señaló que las cámaras para multas cerca de las escuelas parecen ser la única inversión efectiva en seguridad vial en la zona.

DIARIO LAS AMÉRICAS se comunicó con la oficina del comisionado del distrito 11 de Miami-Dade, Roberto González. Un funcionario de esta dependencia, asignado por el comisionado, comentó que se están instalando nuevas señales de ‘stop’ y pintando señales en las vías. Se comprometió a enviar un informe sobre estas gestiones, pero hasta el cierre de esta edición no había sido recibido.

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Calle de un vecindario del suroeste de Miami-Dade, con las líneas de tráfico descoloridas.

Calle de un vecindario del suroeste de Miami-Dade, con las líneas de tráfico descoloridas.

Un debate perpetuo

Entretanto, Javier Rosales, residente en West Miami, comparte una preocupación diferente, pero igualmente inquietante: el temor constante de recibir una multa por una cámara de luz roja.

“Aquí existe un gran problema y es que uno todavía vive con el miedo de que le llegue una multa de ‘camarita roja’ porque en muchas partes, aunque se supone que ya no funcionan, siguen los letreros y los aparatos que instalaron”, explicó Rosales, joven originario de Colombia.

“Esto es algo que crea una gran confusión. Uno no sabe si funcionan o no funcionan, y como hay tantas ciudades en Miami-Dade, uno no sabe a qué atenerse. Lo que yo hago, por sí o por no, es tratar de hacer las cosas bien cuando veo uno de esos letreros, pero algunas veces me he pasado [el semáforo] en amarillo y después paso días pensando que me va a llegar una multa y eso a veces no me deja ni dormir”, comentó.

En opinión de este residente, la incertidumbre generada por la proliferación y posterior desmantelamiento parcial de las cámaras de luz roja subraya la necesidad de una “comunicación clara y transparente” por parte de las autoridades.

Pero vayamos al pasado. La historia de las cámaras de luz roja en Miami-Dade es un reflejo de las tensiones entre seguridad, privacidad y transparencia. Introducidas con el objetivo de disuadir a los conductores de violar los semáforos en rojo, estas cámaras generaron controversia desde el principio.

En diciembre de 2017, la Comisión de la Ciudad de Miami votó por terminar el contrato con ATS, removiendo 32 cámaras activas. Doral suspendió temporalmente sus 11 cámaras tras un debate sobre la legalidad del programa bajo nuevas leyes estatales. El Concejo de esta ciudad pospuso la decisión hasta agosto de 2018, optando finalmente por no renovar el contrato. Sweetwater también determinó remover el sistema.

Sin embargo, en Miami Gardens las cámaras siguen operando en corredores como NW 27th Avenue y 183rd Street, con multas de $158 por infracciones. Miami Springs las mantiene en áreas como la Avenida Curtiss Parkway, usando tecnología de detección por radar y cámaras de alta velocidad.

South Miami, localizada mayormente a lo largo de la calle 72 del SW, colocó cuatro de estos dispositivos en zonas de la US-1.

Por su parte, North Miami Beach implementó un sistema de cuatro cámaras en 2023, enfocado en intersecciones cercanas a escuelas y hospitales. Cada violación genera un video de 12 segundos y fotos que incluyen la placa, hora y duración del semáforo en rojo.

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Avenida 107 y la calle 34 del SW.

Avenida 107 y la calle 34 del SW.

Gestiones oficiales

Tras reconocer la importancia de una infraestructura vial segura, el Condado Miami-Dade ha puesto en marcha una serie de proyectos estratégicos para modernizar su sistema de señalización.

La División de Señales de Tránsito y Señalización (TS&S) del Departamento de Transporte y Obras Públicas (DTPW) juega un papel central en esta tarea, pues gestiona cerca de 3.000 semáforos y dispositivos complementarios.

Uno de sus proyectos incluyó el uso de módulos peatonales LED con contadores regresivos en intersecciones con alto volumen de peatones, con el fin de mejorar la visibilidad y reducir conflictos, especialmente en corredores comerciales de Kendall y Westchester.

Asimismo, el proyecto The Underline contempla mejoras significativas en la señalización vial. La Fase 3, en ejecución desde febrero, se concentra en la modernización de 15 intersecciones entre SW 19th Avenue y Dadeland Boulevard.

Asimismo, en el corazón de la Pequeña Habana se gestó un programa para reforzar la seguridad peatonal, que igualmente fue implantado en otros distritos, impulsado por la Ciudad de Miami y el comisionado Joe Carollo.

La propuesta, que arrancó con la aprobación de una ordenanza en 2020, incluyó la instalación de señalizaciones de 25 mph en zonas residenciales de Miami, la renovación de cruces peatonales, la implementación de rampas conforme a la Ley de Discapacidades (ADA) y la creación de vías verdes.

Según un informe de la Ciudad de Miami, la financiación del proyecto tuvo diversas fuentes. Mientras el Estado destinó tres millones de dólares, la Oficina del Distrito 3 de Miami aportó 2.5 millones, una inversión que no solo responde a un plan estratégico de seguridad vial, sino también a la vocería de una ciudadanía que llevaba tiempo reclamando estas mejoras.

“Siempre pedí que se instalaran estas señales en nuestro barrio, especialmente para que los niños puedan ir y regresar de la escuela de manera segura. Esto también mejora la zona para que los turistas puedan caminar sin problemas”, comentó Carlos Ramírez, un vecino de larga data en la localidad.

Cruce peatonal Miami.png
Un cruce peatonal en la ciudad de Miami.

Un cruce peatonal en la ciudad de Miami.

Belleza urbana y desafíos

Coral Gables, conocida por su arquitectura y planificación urbana, también enfrenta desafíos en materia de señalización vial. Si bien la alcaldía ha implementado proyectos de renovación de señales, las críticas se centran en la priorización de la estética sobre la accesibilidad y la complejidad de la nomenclatura de calles.

El caso del cruce peatonal artístico en Biltmore Way, frente al Ayuntamiento, ejemplifica esta tensión. Aunque la obra de arte costó 180.000 dólares, carece de señales auditivas esenciales para personas con discapacidad visual, lo que generó algunas críticas en su momento.

Adicionalmente, la complejidad en la nomenclatura de calles genera confusión incluso entre los residentes. Coral Gables utiliza nombres temáticos en lugar del sistema numérico de Miami-Dade, y esto dificulta la orientación, especialmente para los visitantes.

DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Ariel Fernández, comisionado de Coral Gables, quien reconoció la importancia de la seguridad vial y aseguró que la Ciudad está comprometida con la mejora de la señalización.

“Es una de las prioridades que he tenido desde que salí electo para comisionado y hemos estado enfocados en eso en los últimos dos años”, afirmó Fernández.

El ayuntamiento de Coral Gables aprobó fondos para mejorar la señalización y se encuentra en proceso de limpiar y pintar todos ‘botones de concreto’ en cada esquina, que muestran los nombres de las calles, antes del centenario de la ciudad en abril.

La llamada ‘Ciudad Bonita’ destaca por ser una de las pocas áreas en Miami-Dade donde las calles tienen nombres en español en lugar de números, incluyendo vías como Alhambra, Granada, Ponce de León, Hernando, Andalucía, Salcedo, Aragón, Menores, Giralda, Galiano y Salamanca.

De igual forma, se están reemplazando carteles de ‘stop’ y ‘yield’, y se mejoran las señales para cruzar la calle. “Nos estamos enfocando en estos pasos para reforzar la seguridad, no solo de los automóviles, pero de los peatones también”, enfatizó el legislador municipal.

El comisionado también admitió la importancia de abordar el problema del tráfico y la iluminación. La Ciudad está instalando ‘speed humps’ (reductores de velocidad) en las calles, con señalización y marcadores reflectantes para garantizar la seguridad de los conductores.

Un camino por recorrer

A todas luces, la situación de la señalización vial en Miami-Dade y sus ciudades es un reflejo de los desafíos que enfrenta un condado en constante crecimiento y evolución.

Si bien las autoridades han implementado proyectos para modernizar la infraestructura y mejorar la seguridad vial, las críticas de los residentes revelan que aún queda un camino por recorrer.

La clave para construir un ecosistema vial seguro podría radicar en la colaboración interinstitucional, la inversión en tecnología y la priorización de las necesidades de todos los usuarios de las vías.

Solo así se podrá transformar el laberinto de calles sin señalizar en un camino claro y seguro para todos.

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