martes 19  de  noviembre 2024
MIAMI-DADE

La nueva planta de desechos "es un incinerador moderno y seguro"

La tecnología que se utilizará en la novedosa instalación permite manejar los grandes volúmenes de basura que genera el condado Miami-Dade

Diario las Américas | CÉSAR MENÉNDEZ
Por CÉSAR MENÉNDEZ

MIAMI. - En su última reunión los comisionados de Miami-Dade debían decidir dónde se levantaría la nueva planta de desechos sólidos que sustituirá la instalación quemada en 2023, la cual por casi 40 años procesó la basura del principal condado del sur de Florida. Sin embargo, la decisión se postergó por 60 días, al considerar que necesitaban más elementos antes de emitir un criterio.

La mayoría del público presente en la reunión, durante el escaso minuto asignado para argumentar su postura, expresó su desacuerdo con que la planta se construyera cerca de sus comunidades. "Not in our backyard" se podía leer en las camisetas de los oradores.

Vecinos de la ciudad de Doral, así como residentes de Medley y Miramar, expresaron su negativa: "No queremos un incinerador en nuestra comunidad".

Los residentes no estaban solos en este empeño. Representantes de organizaciones sociales como Florida Rising también se pronunciaron en contra de la construcción de cualquier planta en el sur de Florida. "No queremos un incinerador", afirmó Sebastián Caicedo, director regional de Florida Rising.

Por su parte, cuando los comisionados discutieron y argumentaron sus posturas sobre dónde debería levantarse la nueva instalación, siempre utilizaron el término "planta de desechos sólidos". Cualquier observador podría haber notado la diferencia en la narrativa utilizada por las posiciones enfrentadas: Incinerador vs Planta de Desechos Sólidos.

Incinerador o planta de desechos

Esta diferencia conceptual debería ser crucial para los comisionados al definir la ubicación de la instalación. Definir qué se va a construir facilitaría la comprensión del impacto y beneficio que tendría para la comunidad circundante y para el condado en general.

Por ejemplo, para refutar el argumento del vocero de Florida Rising, quien se opone a la construcción de un incinerador al considerar que existen otras tecnologías, como la de reciclaje y compostaje integral, utilizada en una planta en San Francisco. Allí se clasifica y separa los residuos reciclables —papel, plásticos, metales y vidrio— mediante sistemas automatizados. Los desechos orgánicos, como restos de comida y plantas, se procesan para crear fertilizantes naturales, sin incineración. Eso sí, la planta de San Francisco no produce energía, solo compost y tiene la capacidad de manipular 2.400 toneladas diarias.

Otro argumento

Existen otros ejemplos de instalaciones que producen energía sin incinerar basura, como la Planta de Tratamiento de Residuos de Masdar City, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. Esta planta convierte los residuos en biocombustibles mediante un proceso de descomposición térmica controlado, evitando la emisión de contaminantes. Este tipo de tecnología podría manejar hasta 300.000 toneladas de residuos al año, unas 820 toneladas diarias.

Plantas como la de Masdar y otras, como la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico de Londres, Reino Unido, son ejemplos de tecnologías avanzadas que no requieren incineración, produciendo compost y biogás.

Una planta moderna

La alcaldesa Daniella Levine-Cava, en un reciente memorando de más de 600 páginas, explicó a los comisionados las cuatro ubicaciones analizadas por un equipo técnico, exponiendo los pros y contras de cada terreno para la construcción de lo que denominó un "Campus de Residuos Sostenibles WTE”.

En este campus se procesarían hasta 4.000 toneladas diarias de residuos mediante un sistema de incineración masiva o “mass burn”, considerado el método más viable comercialmente para convertir grandes volúmenes de residuos en energía.

El documento aclara que la planta cumpliría, e incluso superaría, los estrictos estándares de calidad del aire de la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU (EPA) y el Departamento de Protección Ambiental de Florida. Además, contaría con controles de emisiones y sistemas de reducción de olores para minimizar el impacto en la salud pública y el medio ambiente.

Una ventaja clave de la tecnología WTE es su capacidad para generar electricidad a partir de la incineración masiva, lo que, según el informe, es un proceso controlado para reducir emisiones nocivas.

El informe también señala que esta tecnología se utiliza en Europa y Japón, donde la falta de espacio para nuevos vertederos ha impulsado el uso de esta solución. En Miami-Dade, la construcción de nuevos vertederos no es viable, ya que resultaría más costosa a largo plazo y aumentaría la huella de carbono del condado. Además, la incineración permite convertir los residuos en energía de manera más eficiente y con menores emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los vertederos.

Mucha basura

Miami-Dade genera más de 2 millones de toneladas de residuos sólidos al año, el doble del promedio nacional per cápita. Esto es un factor clave para elegir el tipo de proceso que se implementará en la planta WTE, ya que el sistema "mass burn" permite reducir significativamente grandes volúmenes de residuos mientras genera electricidad.

El comisionado Juan Carlos Bermúdez enfatizó que la planta no sería un incinerador tradicional, sino un campus que incluye una planta de reciclaje y compostaje.

"En un mundo perfecto, no habría ni incineradores ni vertederos", pero la realidad es que la basura debe ir a algún lugar, explicó Bermúdez, quien también recalcó la urgencia de tomar una decisión. “De lo contrario, seguiremos llenando los vertederos, y nadie quiere tener uno cerca”.

“Ese sitio se encuentra a más de dos millas de cualquier residencia, incluyendo las de Miramar, además se utilizará una tecnología completamente nueva. Es el terreno más grande, lo que permite crecer y ubicar todas las instalaciones necesarias para procesar los desechos sólidos del condado. Miami-Dade está creciendo y es importante que tomen la decisión correcta, ya que repercutirá en el condado por muchos años. No es lógico que pongan un parche momentáneo cuando se piensan gastar 1.8 mil millones de dólares”, dijo la alcaldesa Christi Fraga.

Los comisionados tendrán que tomar una decisión el próximo 6 de noviembre sobre dónde se ubicará la nueva planta de desechos que Miami-Dade necesita con urgencia.

Ellas son un terreno cerca de Airport West, de 416 acres, ubicado en el noroeste de Miami-Dade cerca de la US-27. Otro en White Rock, de 65 acres, en US-27/Okeechobee Road, entre la 178 Calle del Noroeste y la 182 Calle del Noroeste. El siguiente está en Medley, son 100 acres, al sur de la 106 Calle del Noroeste limitando con la 107 Avenida del Noroeste; y el terreno de la planta siniestrada de Doral, con 157 acres, al sur de la 74 Calle del Noroeste y al este de la 102 Avenida del Noroeste.

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