MIAMI. – Bajo el sol brillante de Miami-Dade se gesta una crisis silenciosa que amenaza la seguridad financiera y la tranquilidad de sus residentes más experimentados: los adultos mayores.
Residentes mayores de Miami-Dade sufren un aumento alarmante de estafas y fraudes económicos; autoridades locales acometen acciones informativas de protección
MIAMI. – Bajo el sol brillante de Miami-Dade se gesta una crisis silenciosa que amenaza la seguridad financiera y la tranquilidad de sus residentes más experimentados: los adultos mayores.
El fraude y las estafas, como sombras sigilosas, se extienden con voracidad convirtiendo a la tercera edad en un objetivo vulnerable y lucrativo para delincuentes sin escrúpulos.
Frente a esta realidad, la comisionada condal Eileen Higgins, que se define como “voz activa en la defensa de sus electores”, lanzó una “batalla frontal contra esta epidemia”. Su estrategia: impulsar iniciativas educativas y medidas de protección para los más desprotegidos.
"Proteger de fraudes y estafas a nuestros residentes más vulnerables no es solo una prioridad, es una responsabilidad moral", afirmó enfáticamente la legisladora del condado.
Su respuesta se materializa en los talleres Lunch and Learn, encuentros educativos diseñados para ‘armar’ a los adultos mayores con el ‘escudo’ del conocimiento. Hasta el momento, se han realizado siete de estas reuniones comunitarias.
En los talleres, la División de Protección al Consumidor del Condado se unió a la comisionada para desgranar las tácticas delictivas, revelar los recursos disponibles y ofrecer consejos prácticos que actúen como un faro en la oscuridad del engaño.
El eco de la alarma resuena con fuerza a través de las estadísticas. A nivel nacional, el fraude se ha convertido en un negocio floreciente, con pérdidas que superaron los 12.5 mil millones de dólares en 2024.
Florida, lamentablemente, se encuentra en la primera línea de esta batalla, escalando posiciones hasta convertirse en uno de los estados más afectados por el fraude contra adultos mayores.
Las cifras del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Comisión Federal de Comercio (FTC) pintan un panorama desolador: miles de millones perdidos, sueños rotos y una sensación de inseguridad que se arraiga en la comunidad.
Katherine Pérez, funcionaria de la Oficina de Protección al Consumidor de Miami-Dade, vive de cerca el drama del fraude.
"Aquí estamos en la Pequeña Habana [Edificio para personas mayores Haley Sofge], porque hay muchas personas de la tercera edad y ellos son la mayoría de las víctimas de estos tipos de crímenes de fraude o estafas", explicó.
Su oficina, aunque pequeña en tamaño y número de empleados, se enfrenta a un aluvión de denuncias. "Estamos recibiendo alrededor de 100 quejas cada uno de nosotros mensualmente", confesó, lo que refleja la abrumadora demanda de ayuda y orientación.
Pérez enumeró los esquemas más recurrentes: "Lo más común es el fraude del amor, de romance; hay fraudes que se cometen fingiendo ser del gobierno, de la FPL, del SunPass, también del Medicare".
Los estafadores, con una astucia perversa, se disfrazan de amantes virtuales, funcionarios gubernamentales o representantes de empresas de servicios públicos para ganarse la confianza de sus víctimas y despojarlas de sus ahorros. Lo más triste: muchos caen en las trampas.
Un ejemplo palpable de la astucia de los estafadores es el reciente auge de las estafas de peajes por mensaje de texto.
"Estos casos están en aumento y se cometen a través de mensajes de texto enviados a los teléfonos", advirtió Pérez.
Víctimas desprevenidas reciben mensajes alarmantes sobre supuestos peajes impagos, incitándolas a clicar en enlaces maliciosos que abren la puerta a la sustracción de información personal y financiera.
"No responda, reporte ese mensaje como junk [correo no deseado]" debajo del texto, aconsejó Pérez, tras recalcar la importancia de la cautela y la verificación.
Las estadísticas frías cobran vida al conocer casos concretos de víctimas. Miriam Alcocer, residente en el edificio Haley Sofge, narró cómo cayó en la trampa de personas indeterminadas que cobraron de su tarjeta de banco un servicio que nunca recibió.
“Me sacaron dinero de la tarjeta por un servicio de televisión por cable durante tres meses”, comentó. La mujer de origen cubano se vio precisada a recurrir a su banco y cambiar la tarjeta para que no siguieran entrando los pagos.
Abel Villafañe, quien radica en la misma edificación, también relató que recibe mensajes de texto de forma regular, en los que se le exige el pago de supuestas deudas con el sistema de peajes SunPass.
"Recibí textos de que debía dinero por el SunPass y me mandaban un link [enlace] para pagar, y si no atendía el requerimiento, iba a tener consecuencias", señaló con preocupación.
Sin embargo, su conocimiento y cautela le impidieron morder el anzuelo: "No, yo no les presté atención a los mensajes, porque normalmente cuando tú te excedes en los peajes te envían carta", declaró.
Villafañe aseguró que estos mensajes fraudulentos son una constante en su día a día: "Todo el tiempo los recibo". Además, dijo que personas cercanas a él han sido blanco de esquemas similares.
A los casos de Alcocer y Villafañe se unen otros que se han registrado en el estado en meses recientes. Karen Roe, de Florida Central, perdió más de 40.000 dólares a causa de estafas de impostores que se hicieron pasar por representantes de servicio al cliente de una entidad bancaria.
En el sur de Florida, una víctima cuya identidad se mantuvo en reserva sufrió una estafa por más de 18.000 dólares. El modus operandi consistió en que un "nieto" se encontraba en apuros económicos y la mujer procedió a bridarle el dinero.
Estas historias, aunque desgarradoras, son solo la punta del iceberg de un problema que afecta a miles de familias en Florida y en todo el país. El robo de identidad, otro de los objetivos más graves del fraude, puede tener un impacto devastador en la vida de un adulto mayor.
"Eso puede afectar la ayuda que ellos reciben o el seguro, si tiene Medicare; pero también puede afectar muchas cosas", explicó Pérez.
La pérdida de beneficios, el daño al historial crediticio y el estrés emocional son solo algunas de las secuelas que enfrentan las víctimas.
A pesar del panorama sombrío, existen recursos y esperanza en la lucha contra el fraude.
La Oficina del fiscal federal para el Distrito Sur de Florida realiza una campaña contra el abuso y el fraude financiero dirigidos a personas de edad avanzada, a través de su Iniciativa de Justicia para Adultos Mayores.
El problema no es solo en Miami-Dade. Informes del 2024 señalan un aumento en las reclamaciones por abuso de ancianos en los condados Broward y Palm Beach, lo que indica que la vulnerabilidad en esta región no es un fenómeno reciente.
Además, iniciativas locales, como los talleres Lunch and Learn en Miami-Dade, representan un frente unido contra esta amenaza. De igual forma, la Oficina de Protección al Consumidor del Condado de Miami-Dade se erige como una herramienta importante de ayuda a la comunidad.
"Estamos aquí para tratar de ayudar y enseñar a las personas de la tercera edad las estrategias para que no se conviertan en víctimas", reiteró Pérez durante su participación en una charla a por lo menos 30 personas, organizada por la oficina de la comisionada Higgins.
La dependencia que tramita estos casos en el condado no solo recibe denuncias, sino que también educa, guía y conecta a las víctimas con las agencias adecuadas para investigar y perseguir a los delincuentes.
“Cada caso es investigado por alguna de las agencias que trabajan con nosotros, como el FBI o la fiscalía”, aseguró Pérez.
Sin embargo, la prevención individual es igualmente crucial. "Si uno ve algo sospechoso o raro, es recomendable comunicarse con la oficina o la compañía que supuestamente le está enviando un mensaje. No le dé clic a un enlace en el mensaje que ha recibido”, enfatizó.
Ante un caso como los descritos, usted puede llamar al teléfono (786) 469-2333 o dirigirse al 11805 SW 26 Street, Miami, Fl 33175, donde funciona la sede de la Oficina de Protección al Consumidor del Condado de Miami-Dade.
Entretanto, el informe ‘Aumento de Casos de Estafas y Fraudes contra Adultos Mayores en Florida’, al que tuvo acceso DIARIO LAS AMÉRICAS, detalla con crudeza la dimensión del problema.
"En 2023, las pérdidas totales reportadas al IC3 por personas mayores de 60 años superaron los $3.400 millones a nivel nacional", revela el informe, "lo que representa un incremento de casi el 11% en comparación con 2022".
En el corazón de esta crisis, Florida se presenta como un foco rojo. "En 2023, el estado ocupó el segundo lugar a nivel nacional en cuanto al número de víctimas de fraude mayores de 60 años, con un total de 8.138 personas que reportaron pérdidas por más de $293 millones".
La región sur de Florida, con su alta concentración de residentes de la tercera edad, se convierte en un terreno fértil para los estafadores.
Aunque las estadísticas precisas para Miami-Dade, Broward y Palm Beach son aún fragmentarias, la evidencia anecdótica y las iniciativas locales señalan una realidad innegable: el sur de Florida es epicentro del fraude contra adultos mayores.
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@danielcastrope