MIAMI. - Tras la nominación de Marco Rubio como secretario de Estado por parte del presidente electo Donald Trump, el gobernador de Florida, Ron DeSantis anunció este jueves la designación de la fiscal general de Florida, Ashley Moody, como su reemplazo en el Senado de los Estados Unidos.
Moody, quien actualmente ejerce como fiscal general del estado, asumirá el escaño que Rubio ha ocupado desde 2010 y permanecerá en el cargo hasta que se celebre una elección especial en 2026.
Rubio había sido reelegido para un período que se extendería hasta 2028, pero su salida para unirse al gabinete de Trump requiere que el escaño sea ocupado de manera interina hasta que los votantes puedan elegir un nuevo representante.
DeSantis, al designar a Moody, confía en una figura de su círculo político con amplia experiencia judicial y ejecutiva.
Rubio y Moody
Rubio, un rostro conocido de la política nacional, comenzó su carrera en el Senado como representante de la ola republicana impulsada por el movimiento Tea Party en 2010.
Durante sus tres mandatos, ha sido una voz influyente en temas como política exterior, especialmente en relación con América Latina, y defensa de políticas económicas conservadoras. Su elección como secretario de Estado subraya la importancia que la administración de Trump otorga a fortalecer su gabinete con líderes experimentados.
Moody, por su parte, cuenta con una trayectoria destacada. Fue elegida fiscal general en 2018 y ha centrado su labor en combatir el tráfico humano, la crisis de opioides y la protección de los derechos de los consumidores en Florida.
Antes de su puesto actual, trabajó como fiscal federal y fue jueza de circuito en el condado de Hillsborough, acumulando un historial de decisiones judiciales y logros que le han ganado reconocimiento a nivel estatal.
Con esta designación, Moody se unirá al senador republicano Rick Scott, quien ganó la reelección en las pasadas elecciones, consolidando el liderazgo republicano en el Senado por Florida.
El nombramiento también fortalece la relación entre DeSantis y Trump, quienes han colaborado estrechamente en iniciativas políticas clave, y asegura que Florida mantenga una representación alineada con las políticas del Partido Republicano a nivel nacional.