Warren Jones Crazybull realizó nueve llamadas amenazantes a Mar-a-Lago, el incidente ocurrió dos semanas después del primer intento de asesinato contra Trump
El candidato presidencial Donald Trump y Warren Jones Crazybull. Al fondo, mansión del exmandatario en Palm Beach.
AP - CORTE FEDERAL
Warren Jones Crazybull está acusado de realizar amenazas de muerte contra Donald Trump.
CORTE FEDERALMIAMI.- Un residente de Idaho ha sido acusado de amenazar la vida del expresidente Donald Trump a través de una serie de llamadas telefónicas. Warren Jones Crazybull, de 64 años, enfrenta cargos federales por sus presuntas amenazas contra el exmandatario.
El caso de Crazybull ha captado la atención nacional debido a la naturaleza de sus amenazas y el momento en que ocurrieron.
Según los documentos judiciales, el acusado realizó al menos nueve llamadas al resort Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach, Florida, el 31 de julio. En una de estas llamadas, Crazybull supuestamente declaró: "Encuentren a Trump... Voy a ir a Bedminster. Voy a derribarlo personalmente y matarlo".
Las amenazas de Crazybull se produjeron en un momento particularmente tenso, apenas dos semanas después de un fallido intento de asesinato contra Trump durante un mitin en Pensilvania.
Este incidente, sumado a otro evento reciente en el club de golf de Trump en Palm Beach, ha elevado las preocupaciones sobre la seguridad del expresidente.
El Servicio Secreto logró rastrear las llamadas hasta Crazybull utilizando datos de ubicación proporcionados por la compañía de telefonía celular T-Mobile.
El sospechoso fue arrestado el 1 de agosto y posteriormente acusado formalmente por un tribunal federal el 20 de agosto.
Durante el interrogatorio, Crazybull aparentemente citó "tratados rotos que resultaron en la pérdida de su tierra", como razones de su animosidad hacia Trump.
También mencionó que había sido ingresado previamente en un centro psiquiátrico, lo que plantea interrogantes sobre su estado mental al momento de realizar las amenazas.
Crazybull se ha declarado inocente del cargo de amenazas contra un expresidente, una acusación que conlleva una pena máxima de cinco años de prisión. Hasta el momento, permanece detenido mientras espera su juicio.
Este incidente ha provocado una intensificación de las medidas de seguridad alrededor de Trump. Un oficial del Servicio Secreto confirmó que, debido a los "eventos recientes", se han reforzado los protocolos de protección para el expresidente.
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