Luego de que se supiera que el productor discográfico Scooter Braun vendiera los derechos de los primeros seis discos de Taylor Swift, todo por la suma de 300 millones de dólares, la artista decidió contraatacar con una nueva estrategia.
Luego de que se supiera que el productor discográfico Scooter Braun vendiera los derechos de los primeros seis discos de Taylor Swift, todo por la suma de 300 millones de dólares, la artista decidió contraatacar con una nueva estrategia.
En torno a este tema, la revista Variety, reveló que Ithaca Holdings LLC vendió, hace un par de semanas, los derechos de las grabaciones de Taylor Swift a un fondo de inversión.
En el año 2019 La compañía de Scooter compró el sello discográfico Big Machine, el cual fue fundado por Scott Borchetta en 2005. La transacción incluyó la lista de clientes, acuerdos de distribución, editoriales y las grabaciones maestras.
Al iniciar en la industria musical, Taylor Swift formaba parte de las listas de Big Machine. Con esta empresa grabó los discos Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation. Pero, en 2018 cambió de disquera y firmó un contrato con Universal Music Group.
Aunque Taylor Swift es dueña de las letras de sus canciones, no tiene control sobre los audio de sus grabaciones. Pero, ahora la artista tiene una salida, la cual no representa un camino fácil. Legalmente es libre de volver a grabar canciones de sus primeros álbumes a partir de este mes y en su cuenta de Twitter publicó un comunicado anunciando que eso hará.
Esta es la forma que Taylor Swift encontró para que, las plataformas de streaming y los programas de televisión o anuncios que utilicen su música podrán licenciar las versiones regrabadas en lugar de las anteriores.
“Hace unas semanas mi equipo recibió una carta de una compañía de capital privado llamada Shamrock Holdings informándonos de que habían comprado el 100 % de mi música, videos y carátulas”, confirmó Swift en sus redes sociales.
“Espero que comprendan que esta es mi única forma de recuperar el orgullo que una vez tuve al escuchar canciones de mis primeros seis álbumes y también de permitir que mis seguidores escuchen esos álbumes sin sentimientos de culpa por beneficiar a Scooter”, dijo.
Es la segunda vez que la música de la cantante se ve envuelta en una transacción comercial sin que ella participe. En 2019 vio como los empresarios Scooter Braun y Scott Borchetta se quedaban con todas su grabaciones maestras al comprar su antigua discográfica, Big Machine Label, en la que estuvo con contrato entre 2005 y 2018.
FUENTE: Infobae