sábado 21  de  septiembre 2024
EEUU

Trump debe pujar por un debate en un medio conservador

Analistas coinciden que la seguridad de los candidatos presidenciales debe ser reforzada en la recta final de la campaña

Diario las Américas | REYES UREÑA
Por REYES UREÑA

La retórica violenta en torno a las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre ha ido en escala y el candidato Donald Trump ya ha sido víctima de dos intentos de magnicidio en menos de tres meses. El fin de semana pasado, el presidente 45 de los Estados Unidos volvió a ver de cerca la muerte, esta vez en West Palm Beach, Florida, aunque con menos impacto que en julio en Pensilvania.

En ambas ocasiones el Servicio Secreto respondió, pero los errores han estado presentes. El autor del atentado del domingo, Ryan Routh, de 58 años, fue detenido minutos después a más de 50 millas.

En el primer atentado, en el que una bala le alcanzó a rozar la oreja y se vio correr la sangre en el rostro del expresidente, tuvo un impacto mediático a su favor. ¿Sucede lo mismo con este segundo caso?

“Supongo que el atentado le será favorable, porque él siempre ha acusado de que lo están persiguiendo y acosando en todos los ámbitos. Legales, financieros y para colmo tratan de matarlo. Es una evidencia bastante gráfica de que él tiene razón, de que lo quieren eliminar”, dijo en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS el analista político y académico Frank Rodríguez.

Si bien varias encuestas dan una contienda cerrada en la carrera por la Casa Blanca, las acciones en los últimos meses y el discurso usado por los adversarios de Donald Trump pueden indicar que sus posibilidades de volver a la presidencia son más altas de las que muestran las estadísticas de los sondeos que reproducen algunos medios.

“Me parece que también hay un voto de simpatía por las personas que se sienten acongojadas porque creen que este pobre hombre está viviendo bajo una tensión de que en cualquier momento lo pueden asesinar. Yo no veo razón por la cual esté en detrimento sus posibilidades de ganar la elección”, agrega Rodríguez.

Sin embargo, para el también analista Anthony Verdugo, este último atentado no deja de ser lamentable porque denota el deterioro de la seguridad, pero destaca que tendrá menos importancia que el primero al no verse las imágenes.

“No creo que vaya a tener el mismo impacto que tuvo en Pensilvania, porque en este caso, aunque sí sea un atentado, vaya lamento decirlo, no vimos ataque visual, no se vio la sangre ni un hombre caído siendo levantado y escoltado por el servicio secreto. Todo eso eran imágenes muy dramáticas que no vimos en este caso, por lo tanto, no lo veo como algo que va a tener tanto impacto”, señala Verdugo antes de agregar, “pero a la misma vez creo que hay una narrativa que se desarrolla aquí y es que alguien quiere ver a Trump muerto. Hay varias razones, una es que vivimos en un mundo diferente. Por lo menos el 20% del pueblo americano, yo creo que, es más, pero los números muestran eso, que están luchando con su salud mental; depresión, ansiedad, bipolaridad. Son fácilmente afectadas por esta retórica. Vivimos en una sociedad en la que, aunque tenemos grandes medios de comunicación y muchas maneras de hablar con otras personas, estamos más aislados que nunca. Andamos en nuestros propios ciclos, en nuestra propia órbita y propio mundo que creamos, desafortunadamente, nuestra propia realidad. Entonces las personas están más aisladas, y hay que añadir a eso el estado mental que no es muy saludable, más la retórica. Es una combinación letal”.

Por su parte, Luis Fleishman sociólogo y profesor, considera que la seguridad en torno a las campañas electorales es muy “preocupante”.

“A mí me da la impresión de que esta vez no fue un fracaso rotundo, como fue el primer atentado. Pero obviamente el hecho de que una persona así, con un arma AK, se haya acercado a 300 metros de donde estaba Trump y tenía idea y sabía dónde estaba el expresidente, es algo muy preocupante”, continúa Fleishman. “Hubo suerte que hubo una persona del servicio secreto que lo detectó, que lo vio porque aparentemente no se escondió demasiado bien. Entonces yo creo que el haber llegado tan cerca es una señal para que la seguridad mejore y no solo para Trump, también para Kamala Harris”.

“Yo pienso que hay riesgos en general porque la sociedad está muy polarizada, es verdad que le tocó dos veces a Trump y ninguna ni a Biden ni a Kamala, pero eso no quiere decir que no les pueda tocar”, continúa Fleishman. “Yo pienso que hay riesgos en general porque la sociedad está muy polarizada.

Entonces yo creo que obviamente en una sociedad tan polarizada, con retóricas fuertes, puede suceder (que haya otros atentados)".

Discurso más agresivo

Aunque Donald Trump parece más frontal, ambos analistas coinciden en que el discurso del partido demócrata puede tildarse como más provocador.

“No veo que Trump haya dicho nada que pueda acusarle a él de azuzar los ánimos y calentar la cosa. La retórica de Harris, de Biden y de casi todos los comentaristas de izquierda de la televisión acusan a Trump de ser un Hitler, entonces a mí me parece que en esa retórica está el peligro”, continúa Rodríguez. “El señor Trump sí ha dicho, igual que dice el otro bando, que estás elecciones determinan si hay un peligro para la democracia. Definitivamente ambas partes dicen eso, yo por ejemplo creo que sí, que elegir a los demócratas es un peligro para la democracia. Da la casualidad de que ellos también piensan eso de nosotros. Estamos en una situación en la que ambos bandos creen que estamos en un momento crítico y si la otra toma posesión les va a ir muy mal al otro”.

Pero Rodríguez señala que Trump ya estuvo cuatro años al frente del país y la democracia permaneció intacta.

“Entonces, cuando acosan a Trump y él menciona los nombres y las agencias de las personas que lo acosan a él, el otro bando dice ‘ajá, fíjense, quiere ser un dictador. Va a tener una lista de gente que él a su vez va a acosar’. Sin embargo, él ya fue presidente y no fue dictador. No metió en la cárcel, ni acusó a Hilary Clinton de borrar más de 33.000 emails sin permiso de nadie, por tener en el closet de su casa una computadora servidor que no podía tener, ni acusa ni llevó a la cárcel a todos los que inventaron el truco ese de que él era un agente ruso, investigación que le costó 46 millones de dólares al pueblo americano”.

Para Verdugo, llamar a Donald Trump nazi, fascista y estúpido -por parte de los demócratas- no hace bien al país, pero más allá de que lo digan los líderes, le preocupan otras acciones más precisas que considera que son amenazas hacia el expresidente.

“Todo esto lo vimos durante la convención, no es algo que yo estoy inventando. Todo el mundo lo vio. Era insulto tras insulto. Ellos se viran y dicen que Trump tienen que parar, pero él no les ha dicho a estas personas que son unos nazis, no ha usado la palabra nazi o racista. O ha dicho que ellos quieren destruir la democracia, eso lo han dicho (Joe) Biden y (Kamala) Harris”, indica Verdugo antes de rememorar. “Pero yo quiero ir más al punto que eso. Hay varios ejemplos que Trump y la campaña no están usando, que son aquellos más concretos. En el Central Park, en 2017, hubo una obra teatral de Julio César, en la que Trump era Julio César y lo matan. La comedia norteamericana que sale con la cabeza decapitada de Trump. Vemos el video de los periodistas de CNN riéndose en un evento, en el que Trump había llegado tarde, riéndose y preguntándose ¿Qué le pasaba a Trump si se caía el helicóptero?

¿Otro debate?

Camino a la presidencia se han realizado dos debates y en ambos se han realizado en medios, según los analistas, abiertamente liberales. Sin embargo, tanto Rodríguez como Verdugo sostienen que un tercer debate dejaría bien parado a Donald Trump, pero que este tiene que realizarse en un medio de comunicación conservador.

“Únicamente si es en Fox. Ya él sabe que ninguna de las otras cadenas nacionales será imparcial. Yo creo que a él le convendría, porque esta señora (Harris) es un disco rayado que siempre dice lo mismo y a la vez no dice nada, así que le convendría, pero si únicamente están en una de las cadenas que no va a representar una emboscada para Trump”, explica Rodríguez.

Mientras el análisis de Verdugo, más allá de estar de acuerdo de que haya un tercer debate, busca saber si Kamala Harris realmente realiza lo que profesa.

“Yo creo que sí debe haber otro debate. Trump ya ha hecho dos debates, uno con Biden y otro con Harris. El primero en CNN, el otro en ABC, yo creo que es hora de que, si los demócratas quieren tener un presidente para todo el mundo, republicano, demócrata, liberal, conservador, como te quieras llamar, que ella (Harris) acceda y acuerde un debate con Fox, que se han ofrecido a hacerlo”, explica el analista. “Eso va a demostrarle al mundo entero que ella no está lanzando palabras nada más, que ella está practicando lo que está predicando. Pero cuando le dieron la oportunidad el 4 de septiembre para hacer el debate en Fox News, no acordó e insistió en quedarse en ABC y está bien, se hizo. Ahora es el turno de que Trump insista en otro debate y Fox ha invitado a ambos candidatos. Y si Kamala no asiste, Trump debe ir y que se muestre una silla vacía de que ella no quiere hacer acto de presencia”, exhortó.

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