WASHINGTON- Este lunes, luego de la victoria electoral abrumadora de los republicanos y del expresidente Donald J. Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, el Congreso certificó la victoria del republicano y acuñó su regreso triunfal.
La vicepresidenta Kamala Harris presidió el recuento de los votos electorales en la Cámara de Representantes, encabezando la certificación de la elección que perdió ante Trump como candidata demócrata.
Con la capital de la nación cubierta de nieve y los terrenos del Capitolio rodeados de vallas de seguridad, Trump fue certificado como ganador de 2024 sin una sola objeción.
En una ceremonia de 40 minutos, se contaron los votos de cada estado y los legisladores vitorearon a sus delegaciones.
JD Vance, que sigue siendo miembro del Senado y servirá allí hasta que preste juramento como vicepresidente el 20 de enero, saludó a sus partidarios en el Capitolio el lunes.
Se le vio bromeando con sus compañeros republicanos después de la certificación, incluida la representante leal a Trump Marjorie Taylor Greene. Señalando su sombrero rojo MAGA, Vance dijo que le compró a su suegra, Lakshmi Chilukuri, un sombrero MAGA para Navidad. El sombrero obsequiado estaba autografiado por Trump y era al menos el doble del tamaño de una gorra típica. "Te hace parecer un demócrata", le dijo Vance a Greene, provocando risas.
Los procedimientos del 6 de enero fueron rápidos en 2025.
La ceremonia del lunes solo duró unos 30 minutos. Ningún legislador objetó y los procedimientos se desarrollaron sin problemas.
"El Congreso certifica hoy nuestra gran victoria electoral: un gran momento de la historia" del país, expresó este lunes el presidente electo en su plataforma Truth Social, publicando unos minutos más tarde una foto de una multitud de sus seguidores reunidos en Washington hace cuatro años atrás en una masiva manifestación frente al Capitolio, después de un supuesta y muy cuestionado triunfo de Joe Biden.
Esta vez el único inconveniente fue el clima, pero no impidió que todos los congresistas estuvieran presentes.
Desde la noche pasada, la capital estadounidense se encuentra cubierta por un denso manto de nieve.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes (Baja), Mike Johnson, pidió el domingo: "No abandonen la ciudad".
La ley "lo exige", resaltó. "El 6 de enero, a las 13:00 horas, estemos o no en medio de una tormenta de nieve, nos encontraremos en esta sala para garantizar" la certificación de Trump, sentenció.
Legisladores conservadores expresaron su determinación de desafiar las duras condiciones climáticas y hacerse presentes.
"Estoy aquí y caminaré hasta el Capitolio si es necesario", dijo la legisladora republicana Marjorie Taylor Greene en su cuenta de la red X el sábado.
Kamala Harris oficializa la ceremonia
La certificación es una formalidad tradicional antes de la toma de posesión oficial del nuevo presidente, el 20 de enero.
Irónicamente, es Kamala Harris, la rival derrotada por Donald Trump en las elecciones de noviembre, quien oficiará el lunes la ceremonia en su calidad de vicepresidenta del país.
El 5 de noviembre, Trump y los republicanos se alzaron con la mejor victoria de un presidente republicano desde hace más de dos décadas al conquistar no sólo el voto del Colegio Electoral sino el voto popular con amplia mayoría.
Con más de 74,4 millones de votos generales y 312 votos del Colegio Elctoral contra 226 de su oponente, la representante de la extrema izquierda Kamala Harris, el expresidente se convirtió en el nuevo presidente electo de Estados Unidos.
Trump, con una aplastante victoria que como es de esperar los grandes medios de ultraizquierda intentan minimizar, retoma la Casa Blanca con el control de los republicanos en ambas Cámaras del Congreso y la mayoría jueces conservadores (6-3) en la Corte Suprema de la nación.
Este triunfo arrollador de los republicanos le permitirá avanzar en muchas de sus reformas y proyectos de ley a pesar del esperado rechazo a ultranzas o la gran barrera de los nuevos demócratas, dominados por una agenda de ultraizquierda implementada por el gobierno de Joe Biden y Kamala Harris como continuidad de la administración de Barack Obama (2008-2016).
A los nuevos demócratas les mueve -en su gran mayoría- el visible odio a Trump y a sus seguidores del histórico y masivo movimiento conservador MAGA (Make America Great Again), como lo demostró en múltiples ocasiones en público Joe Biden, movido por los intereses divisivos, destructivos y alarmantes del radicalismo de izquierda (socialismo).
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FUENTE: Con información de AFP.