domingo 20  de  abril 2025
INMIGRACIÓN

Jueces en EEUU podrán decidir el futuro de solicitantes de asilo sin necesidad de audiencias

Implementado con el argumento de agilizar el proceso y reducir la carga de casos en las cortes, nuevo memorándum afectaría a miles de inmigrantes

Por Darcy Borrero Batista

MIAMI.- La mañana del martes 8 de abril, Lázaro Brunet, que había viajado desde Tampa a Miami junto a su familia para presentarse a su audiencia final de asilo político ante la corte de Inmigración, actuaba errático en busca de las llaves de su auto.

Había tomado el ascensor hasta el tercer piso del edificio donde radican las oficinas del abogado Wilfredo Allen y había vuelto sobre sus pasos, de regreso al primer piso, donde preguntó por sus llaves a la recepcionista, a la encargada de limpieza, a todas las asistentes, mientras permanecía en espera de que una de las abogadas de la firma le diera el aviso para entrar a la audiencia en línea.

Para cuando la Dra. Joanna Soler Betancourt hizo pasar a la familia al interior de su oficina, desde la cual se conectaron por la herramienta Webex al sistema de la corte, las llaves no habían aparecido y los nervios se habían disparado.

Sin embargo, largo rato de audiencia después, los Brunet, como renacidos, atravesaron la puerta con sonrisas espléndidas y posaron para varias fotos con su representante y su asistente legal. Hasta la pequeña mascota de la familia, un ejemplar de la raza Chihuahua, parecía entender que estaban de fiesta a lo grande.

“A nosotros nos pasaron muchas cosas, se nos perdieron documentos incluso, pero desde que llegamos a las manos de la abogada Joanna, vimos cómo el caso se empezó a enderezar hasta terminar en este triunfo”, dijo Lázaro emocionado, ya con las llaves del auto halladas o nunca perdidas sino brevemente extraviadas, listas para tomar la autopista de regreso a la vida en Tampa. Porque ese día lo que estaba en juego era su futuro, en el país o fuera de él, en la legalidad o al margen. Ese día determinaría si había servido de algo dejar todo atrás, huir de la persecución del régimen cubano para de nuevo poner en peligro sus vidas en manos de coyotes, territorios desconocidos y una incertidumbre absoluta.

Pero si pudieron llegar a ese día en que la jueza no solo los escuchó y valoró sus declaraciones de asilo, sino que también falló a su favor, fue por la solidez con la que el caso se preparó y presentó.

“Este fue un caso muy bonito porque desde el inicio la familia presentó toda su evidencia, lo articularon de una manera muy coherente, sin inconsistencias”, detalló la abogada Soler Betancourt y amplió: “Desde el inicio contrataron nuestros servicios. Lo que pasa es que es muy difícil trabajar un caso ya hecho con anterioridad porque cuando uno lo toma desde cero, puede manejar todo lo que se presenta ante la corte, tiene el control sobre los argumentos y las evidencias, cumple con los deadlines [fechas de entrega] requeridos.

“El cliente tenía una historia de asilo triste, se pudo articular de manera correcta sin inconsistencias, presentó muy buena evidencia y aunque fue ante una de las juezas más difíciles de Estados Unidos, ella consideró que la familia merecía este alivio migratorio. Fue un trabajo en equipo, no solamente pasó por mis manos, a mí me gusta siempre reconocer el trabajo de las asistentes. Detrás de cada victoria nuestra, está el excelente trabajo de cada integrante de la firma”.

El caso de la familia Brunet fue uno entre los millones a decidirse en la Corte de Inmigración, donde cada juez, hasta ahora, ha tenido la responsabilidad de agendar audiencias para escuchar los argumentos de los solicitantes. Pero tal responsabilidad ya no será requerida en lo adelante, desde que un memorándum reciente permite a los jueces de inmigración descartar casos de asilo sin ejecutar una audiencia previa si, según su conocimiento y experiencia, la solicitud no cumple con los requisitos legales necesarios.

“A través de este memo se les está dando a los jueces y a los oficiales de USCIS que hacen entrevistas de asilo la oportunidad de no tener que escuchar el proceso completo para tomar una decisión en torno al caso si consideran que fue un asilo frívolo, sin evidencia, un asilo en que no se presentaron los argumentos que demuestran persecución pasada de la persona en su país de origen y el riesgo de persecución a futuro”, considera la abogada Soler Betancourt.

Implementado por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR) con el argumento de agilizar el proceso y reducir la carga de casos en las cortes de inmigración, el memo puede o no ser atendido al pie de la letra por los jueces, pero quienes aprovechen estas facultades podrían excluir buena cantidad de solicitudes y dejar a miles en riesgo de deportación o directamente ordenar la misma.

En opinión de la abogada, “todas aquellas personas que hayan presentado asilos a la ligera en los que no hayan argumentado la persecución que sufrieron en sus países de origen, pueden ser afectados”.

“El sistema de inmigración en sentido general está colapsado: los jueces están agotados, también los fiscales, los oficiales de USCIS y nosotros los abogados; en sentido general hay mucho volumen de trabajo, mucha carga. Y lo que está sucediendo es que como los calendarios de los jueces están para 2026, 2027 y hasta 2028 en muchos casos, tienen [ahora] la posibilidad de liberar su espacio si cuando empiezan a revisar un proceso, ya pueden determinar que este no tiene evidencia, no tiene ninguna articulación legal, la historia es vaga e inconsistente, no está respaldada por ningún tipo de evidencia. Pueden tomar la decisión de no escuchar el proceso completo y, por supuesto, de emitir una sentencia negativa para ese solicitante”.

La esperanza para quienes aguardan la llegada de sus audiencias programadas para fechas venideras y por razones diversas no han podido presentar asilos contundentes, es que la nueva norma es “interpretativa” o “una declaración general de política y no pretende, no crea, ni puede utilizarse para crear, ningún derecho o beneficio, sustantivo o procesal, exigible en derecho o en equidad por ninguna de las partes contra Estados Unidos, sus departamentos, agencias o entidades, sus funcionarios, empleados o agentes, ni ninguna otra persona”.

Con ello también resguardan sus espaldas las autoridades al declarar que “los adjudicadores pueden considerar debidamente la preexclusión de una solicitud de asilo legalmente deficiente, aunque la decisión final sobre la preexclusión recae en el adjudicador que preside (...) Nada de lo aquí contenido debe interpretarse como la imposición de un resultado particular en un caso específico. Nada de lo contenido en esta PM limita el juicio independiente y la discreción de un adjudicador al adjudicar casos, ni su autoridad conforme a la legislación aplicable”.

Sin embargo, la única tabla de salvación posible, en un país donde la fluctuante tasa de aprobación de asilo político no tiende a alzarse –sino que puede variar significativamente dependiendo de factores como la nacionalidad del solicitante, la jurisdicción donde se procesa el caso y la representación legal— y se estima que solo alrededor del 33% de los casos son aprobados, es presentar casos sólidos, con el concurso de representantes legales o profesionales con la debida preparación para hacerlo.

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