SAN JUAN.- En la administración de Donald Trump se impulsó la llamada Operación “Warp Speed”, (una asociación público-privada iniciada por el gobierno de EEUU para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas, terapias y diagnósticos contra la COVID-19) que permitió el desarrollo y distribución acelerada de vacunas contra el virus, dijo la exgobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, quien señaló que volvería a tomar las mismas políticas ejecutadas en ese período especial.
En su reflexión con El Nuevo Día, la exfuncionaria habló del impacto del COVID-19 en la isla, al tiempo que defendió la gestión de Donald Trump en 2020, enumerando las principales bondades de la directrices, destacando las asignaciones “multimillonarias”, de la administración estadounidense para contrarrestar el impacto económico de la pandemia y la presión que ejerció el propio Donald Trump para la producción de una vacuna, agregó.
"Esa es la realidad y esa es la historia”, sostuvo Wanda, al referirse a la actuación de Donald Trump durante la pasada administración.
El 15 de marzo de 2020, apenas cuatro días después de la declaración de pandemia de COVID-19, la entonces gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, firmó una orden ejecutiva que dio paso a una medida trascendental: el confinamiento obligatorio de todas las personas, en sus hogares, para evitar la propagación del virus. Cinco años después, afirma que, si le correspondiera nuevamente, “tomaría las mismas decisiones”.
“Si estuviéramos en una situación como la que estuvimos, cerraría igual, porque primero irían la salud y la vida de todos los puertorriqueños”, dijo en entrevista. “Si estuviéramos en una situación como la que estuvimos, cerraría igual, porque primero irían la salud y la vida de todos los puertorriqueños”, dijo en entrevista.
Vázquez destacó las asignaciones “multimillonarias”, por parte de la administración de Donald Trump en 2020, para contrarrestar el impacto económico de la pandemia. Recordó, además, que, en su primer mandato, el presidente impulsó la llamada Operación “Warp Speed”, que permitió el desarrollo y distribución acelerada de vacunas contra el COVID-19.
Cuando Vázquez decretó el “cierre total” o confinamiento forzoso, Puerto Rico se convirtió en una de las jurisdicciones más estrictas, en todo Estados Unidos, frente al COVID-19.
Entonces, la exgobernadora justificó su proceder como un esfuerzo para salvar vidas y evitar el colapso del sistema de salud, pese a reconocer presiones desde el sector económico.
La presión de Trump por la vacuna
“Hubo una vacuna porque el presidente Trump ejerció cierta presión en las farmacéuticas para que crearan la vacuna y esa es la realidad y esa es la historia”, sostuvo.
Agregó que “estamos hablando, en 2020, de una situación que todo el mundo desconoce y, en ese momento, hay unas recomendaciones que, probablemente, las situaciones y las circunstancias hoy en día puedan ser diferentes”, dijo la exgobernadora. “Ciertamente, sobre recomendar o no (la vacunación), no creo que me corresponda, no tengo todos los elementos de juicio para poder decir eso en este momento”, añadió.
La cautela de Vázquez contrasta con la postura de múltiples expertos en salud pública, quienes han advertido sobre el peligro de debilitar los esfuerzos de vacunación en un contexto donde el COVID-19 sigue siendo una amenaza, así como otras enfermedades.
“Es un sentimiento bien profundo, porque veo esa desesperación de salvar la gente que tuve en ese momento y que sopesó más que cualquier otra situación económica. De lo económico, nos podemos recuperar. Si perdemos la vida, no lo podemos hacer”.
Emergencia sanitaria
En pleno surgimiento de la emergencia sanitaria, uno de los episodios más controversiales de la administración de Vázquez fue el escándalo en la compra de pruebas rápidas de detección de COVID-19.
A menos de un mes de la declaración pandémica, trascendieron irregularidades en la adquisición de las pruebas, dando paso a investigaciones y cuestionamientos sobre el manejo de los fondos.
“El caso se investigó y, más allá de cualquier duda que pueda tener la gente, se determinó que nadie cometió delito, que no hubo malversación de fondos. De hecho, el dinero que se había transferido para las pruebas fue devuelto”, defendió la exmandataria, al sostener que “no hubo pérdida de fondos”.
“Hay que estar ahí, en ese momento donde tú tienes una urgencia de que la gente se haga pruebas, que yo necesito saber si las personas tienen COVID o si no lo tienen, que nadie sabe cómo se maneja, nadie sabe cómo se detecta… Esa era la única alternativa. Había que buscar la alternativa para el pueblo de Puerto Rico”, argumentó Vázquez. “Lo que se manejó, se manejó de la forma y procedimientos que estaban establecidos en ese momento”, aclaró la exmandataria.
FUENTE: EL NUEVO DÍA