WASHINGTON — Kamala Harris y Donald Trump emprenden este fin de semana un frenético recorrido por un puñado de estados muy disputados en busca del voto de los indecisos para las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos.
Y mientras los candidatos visitan los estados reñidos, los negocios y comercios en Washington empiezan a prepararse para las elecciones presidenciales del martes
WASHINGTON — Kamala Harris y Donald Trump emprenden este fin de semana un frenético recorrido por un puñado de estados muy disputados en busca del voto de los indecisos para las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos.
Ambos se centran en los estados clave, donde los candidatos suelen ganar por la mínima, a diferencia de los otros que son tradicionalmente republicanos o demócratas.
Harris y el expresidente Donald Trump celebraron mítines a apenas 11 kilómetros (7 millas) de distancia el viernes en el área de Milwaukee, parte de un febril empeño final por los votos en el condado más grande del estado pendular de Wisconsin.
Milwaukee es de donde provienen la mayoría de los votos demócratas en Wisconsin, pero en sus suburbios conservadores viven la mayoría de los republicanos, y son un área crucial para Trump mientras intenta recuperar el estado que ganó por escaso margen en 2016 y perdió en 2020.
“Ambos candidatos reconocen que el camino hacia la Casa Blanca pasa directamente por el condado de Milwaukee”, dijo Hilario Deleon, presidente del Partido Republicano del condado.
Los demócratas saben que deben movilizar a los votantes en Milwaukee, que cuenta también con la mayor población negra del estado, para contrarrestar los apoyos a Trump en los suburbios y áreas rurales. Trump ha ganado terreno con los votantes afroamericanos hastiados de la alta inflación y de las políticas migratorias de la administración de Joe Biden y Kamala Harris.
Los negocios y comercios de la capital estadounidense empezaron a prepararse para las elecciones presidenciales del martes.
Las autoridades de Washington advirtieron de un "entorno de seguridad fluido e impredecible" en los días y semanas tras el cierre de los comicios, y agregaron que no esperan que se anuncie un ganador el día mismo de las elecciones entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
"En varios aspectos, nuestros preparativos para 2024 empezaron el 7 de enero de 2021", dijo Christopher Rodríguez, administrador asistente de la ciudad de Washington en una sesión informativa del concejo municipal la semana pasada.
Hace cuatro años, la capital vivió varias manifestaciones, algunas violentas, desde protestas del movimiento "Black Lives Matter" en el verano de 2020, que causaron destrucción en varias ciudades del país, hasta los disturbios en el Capitolio.
El viernes, a la vuelta de la esquina de la Casa Blanca, trabajadores martillaban tablones de madera en varios negocios de la Avenida Pennsylvania.
Una valla de seguridad divide el parque Lafayette, frente a la mansión presidencial, con barricadas apiladas mientras trabajadores construyen una estructura para las ceremonias de inauguración. Por lo general, estos trabajos se inician en noviembre.
La construcción comenzó un mes antes con el fin de "dar tiempo adicional para un entorno más seguro para las actividades", dijo el Servicio de Parques Nacionales.
En la sesión informativa del concejo municipal, Rodríguez advirtió en especial sobre una supuesta "desinformación" en redes sociales en los próximos días y semanas que podría afectar, según él, la seguridad en la ciudad capital.
Sucesos como la guerra de Israel en Gaza añaden una "capa de complejidad (...) que podría generar violencia política", dijo.
El FBI informó que tendría un puesto de mando para monitorear amenazas, mientras que el Servicio Secreto -la agencia encargada de proteger a los presidentes y funcionarios de alto nivel- afirmó que "mejoraría la postura de seguridad de ser necesario".
La policía del Capitolio no hizo comentarios sobre sus preparativos de seguridad, aunque la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, aseguró que estaban "preparados".
Pamela Smith, jefa de policía de Washington, dijo que no se ha identificado ninguna "amenaza creíble".
Las protestas pacíficas cuentan con el apoyo de la policía, pero "no se tolerará ningún tipo de violencia", agregó.
"No toleraremos ningún disturbio, no toleraremos la destrucción de propiedades, no toleraremos ningún comportamiento ilegal", afirmó.
Smith prometió una demostración "visible" de fuerza en la ciudad, que contará con unos 4.000 refuerzos para el día de la toma de posesión, el 20 de enero.
FUENTE: Con información de AP y AFP