MIAMI.- El congresista federal por Miami Carlos Giménez presentó una propuesta que busca suspender por completo las remesas y los viajes desde Estados Unidos hacia Cuba.
La iniciativa del congresista Carlos Giménez busca cortar el flujo económico al régimen cubano y genera controversia entre cubanoamericanos del sur de la Florida
MIAMI.- El congresista federal por Miami Carlos Giménez presentó una propuesta que busca suspender por completo las remesas y los viajes desde Estados Unidos hacia Cuba.
Según Giménez, la medida tiene como objetivo privar al régimen cubano de recursos económicos y acelerar la caída del gobierno totalitario de la isla, impuesto desde 1959.
En una carta enviada al Departamento del Tesoro estadounidense, el legislador pidió detener inmediatamente todos los vuelos comerciales, chárter y los envíos de dinero, permitiendo únicamente excepciones estrictamente humanitarias.
El congresista argumentó que la suspensión total es necesaria para dejar sin oxígeno financiero al régimen cubano, al que califica de "dictadura asesina" y una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.
"El presidente Trump ha sido el mejor aliado que ha tenido el pueblo de Cuba y ahora es el momento de eliminarle todas las vías de ingresos que tenga el régimen para seguir reprimiendo y masacrando a nuestro pueblo", dijo el representante en su cuenta de X.
Giménez también denunció que gran parte del dinero enviado por familiares en EEUU termina en manos del gobierno cubano.
La propuesta generó controversia en el sur de la Florida. Por una parte, muchos exiliados dijeron apoyar la iniciativa de Giménez, tras asegurar que es necesario endurecer las medidas económicas para que la población en Cuba reaccione contra la dictadura.
Este sector poblacional considera que cortar toda ayuda financiera al régimen es la única opción efectiva para provocar cambios políticos profundos.
Otro segmento de la comunidad cubanoamericana manifestó preocupación y desacuerdo. Considera que suspender completamente las remesas perjudicaría directamente a sus familiares en la isla, provocando eventualmente una grave crisis humanitaria sin garantizar que el régimen caiga.
"Es doloroso saber que la familia va a sufrir, pero esto podría ser lo que necesita Cuba para cambiar", expresó Arlenys González, residente de Hialeah, entrevistada tras conocerse la propuesta.
Durante las últimas décadas, las políticas estadounidenses hacia Cuba respecto a viajes y remesas han variado notablemente según la administración al frente de la Casa Blanca.
El expresidente George W. Bush impuso restricciones severas en 2004. El mandatario limitó los viajes familiares a una vez cada tres años y restringió drásticamente el envío de dinero a la isla.
Posteriormente, durante el mandato de Barack Obama, se flexibilizaron ampliamente los viajes y las remesas, alcanzando cifras récord de hasta 3.500 millones de dólares en envíos anuales y más de un millón de viajeros desde EEUU a Cuba en 2018.
Con la llegada de Donald Trump al poder, estas aperturas volvieron a cerrarse. Trump impuso un límite trimestral de 1.000 dólares en las remesas familiares, eliminó los viajes de cruceros y restringió significativamente los vuelos.
Según cifras oficiales, debido a la pandemia, en 2020 las remesas cayeron a menos de 2.000 millones de dólares y los viajes disminuyeron más de un 80%.
Tras la llegada de Joe Biden a la presidencia, algunas restricciones fueron parcialmente flexibilizadas en 2022, permitiendo una leve recuperación de los viajes y remesas. No obstante, las cifras no se acercan a las alcanzadas durante la etapa de Obama.
La actual propuesta de Giménez podría revertir por completo estas tímidas aperturas, con lo que se profundizaría nuevamente el aislamiento económico hacia Cuba.
La comunidad cubanoamericana permanece dividida entre quienes esperan que esta estrategia conduzca finalmente a un cambio político en la isla y quienes temen las graves consecuencias humanitarias para sus seres queridos.
Hasta el momento, el gobierno de Donald Trump no ha emitido una respuesta oficial sobre esta propuesta, que promete reavivar el debate sobre cómo enfrentar al régimen cubano sin causar daño adicional a las familias que viven en Cuba.