WASHINGTON- Los líderes tecnológicos siguen ampliando su respaldo al presidente electo Donald Trump, y el anuncio de Facebook de que pondrá fin a su programa de "verificación de contenido" (censura) en Estados Unidos es la más reciente victoria; también para su importante asesor Elon Musk.
"Volvemos a nuestros orígenes", afirmó el martes el jefe de Meta, Mark Zuckerberg, quien siempre se negó a considerar a su empresa como una compañía de prensa sujeta a limitaciones de contenidos. Prefiere calificarla de red de distribución.
Ningún presidente de una empresa tecnológica estadounidense había expresado hasta ahora un apoyo tan directo al concepto de libertad de expresión defendido por Trump y Musk.
Donald Trump ataca a los medios de comunicación de la ultraizquierda que no cesan de mentir, difamar y difundir noticias falsas sobre el mandatario electo.
"Para aquellos de nosotros que hemos librado las guerras de la libertad de expresión durante años" es "una gran victoria y un punto de inflexión", estimó David Sacks, empresario y futuro asesor de Trump en inteligencia artificial (IA) y criptomonedas.
Este amigo de Elon Musk celebró que Meta haya "corregido su trayectoria".
"Gracias presidente Trump por crear este realineamiento político y cultural", escribió.
El nuevo rumbo de Meta
La decisión anunciada el martes también "favorece los objetivos financieros de Zuckerberg: la verificación de datos es una actividad difícil, cara y controvertida", señalan algunos, pero lo que no puede sostener el fundador multimillonario son las constantes críticas por la falta de libertad de expresión y la constante censura.
"Los partidos políticos, al igual que las redes sociales, prosperan cuando hay divisiones, por lo que no es muy sorprendente (que una empresa) como Meta deje de verificar los hechos en la forma que lo hacía", señala Wendy Schiller, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Brown.
Otros líderes del sector han mostrado su deseo de cooperar con la futura administración de Trump, una vez que termine el mandato de Biden, marcado por un tono duro hacia las empresas tecnológicas, acusadas de permitir la proliferación de la la mal llamada "desinformación" y los "discursos de odio", al referirse únicamente a los conservadores y no al radicalismo de izquierda, la corriente ideológica que más difunde e impone el odio y la división.
Un "basta de censura y ataques a la democracia"
El líder republicano Trump eligió a Brendan Carr, partidario de la desregulación del sector tecnológico, para dirigir la poderosa agencia federal de comunicaciones, la FCC.
El 15 de noviembre, Brendan Carr pidió en X "desmantelar el cártel de la censura" formado, según él, por "Facebook, Google, Apple, Microsoft, YouTube y otros".
Hace unos días, la caricaturista Ann Telnaes comunicó su renuncia al diario The Washington Post después de que la dirección rechazara uno de sus dibujos en el que criticaba al propietario del diario, Jeff Bezos, fundador de Amazon, por haber intentado "ganarse los favores de Donald Trump".
Al igual que Mark Zuckerberg, los responsables de Google, Amazon y Apple se reunieron con el republicano en Mar-a-Lago, su residencia en Florida.
Y el sector tecnológico está aportando dinero para financiar las recepciones ofrecidas con motivo de la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero.
Entre los dirigentes que contribuyen figura Sam Altman, jefe de OpenAI, que afirmó a principios de diciembre que tenía "la convicción bastante profunda de que Elon (Musk) iba a tomar las decisiones correctas".
El titular de X, SpaceX y Tesla se ha perfilado en los últimos meses como un peso pesado dentro del ámbito político conservador, e incluso más allá, tras implicarse de forma directa en la campaña del ex y ahora futuro presidente republicano de EEUU.
"Es genial", comentó tras el anuncio de Mark Zuckerberg sobre la erradicación de los censuradores de contenido, con quien mantiene una relación tormentosa.
FUENTE: Con información de AFP.