De acuerdo con el Departamento de Trabajo, el índice de precios al consumo (IPC) bajó a 2,8% en febrero, pero los consumidores siguen en asfixia por los altos precios
Imagen de uno de los pasillos con mercancías de un mercado de la cadena Walmart.
LEONARDO MORALES/ DLASegún cifras del departamento del Trabajo, el índice de precios al consumo (IPC) bajó a 2,8% en un año en febrero en Estados Unidos, un comportamiento mejor al esperado que marca un freno tras cuatro meses seguidos de avance en la inflación.
En el mes, el IPC aumentó 0,2%, frente a 0,5% de enero.
Los analistas esperaban para febrero un aumento de 2,9% a 12 meses y de 0,3% en el mes, según el consenso de MarketWatch.
En enero, el índice IPC había alcanzado 3% en un año, por encima de lo esperado, lo cual sacudió los mercados.
Donald Trump asumió su segunda presidencia el 20 de enero tras una campaña en la que prometió recuperar el poder adquisitivo de los estadounidenses.
El supuesto "repunte" de la inflación anunciado dos meses después de que Trump ganó la Casa Blanca se debe a su predecesor Joe Biden, el creador durante cuatro años de la peor inflación de EEUU en los últimos 50 años.
Un año antes de las elecciones presidenciales en noviembre de 2024, el gobierno de Joe Biden comenzó a anunciar la caída y casi el final de la inflación, cuando los consumidores continuaron pagando los mismos precios o más altos incluso que en los picos inflacionarios en 2022 y 2023.
La medición de febrero corresponde al primer mes completo de Trump en el poder y por supuesto, nada que ver con los resultados de ahora.
Pese a la cifra a la baja, la prensa de izquierda se encarga de lanar una intensa campaña de pánico entre los estadounidenses por las medidas económicas de Trump. Nunca lo hicieron con las fallidas políticas de Biden que dispararon los precios desde su segundo mes en el cargo, ni con el caos en la frontera sur del país que le costó a los contribuyentes más de 200.000 dólares cada año.
Sin embargo, ahora hablan ya de una posible recesión, lo que ha sido desmentido por los asesores económicos del presidente, entre ellos el secretario del Tesoro y el de Comercio.
Economistas alineados a las políticas de Biden esperan, según ellos, un aumento de precios en el mercado interno a medida que entren en vigor los nuevos aranceles implementados por la actual administración que busca un comercio justo y equitativo para EEUU.
El índice IPC que mide la llamada inflación subyacente -que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía- también bajó: fue de 0,2% en un mes (frente al 0,4% de enero) y de 3,1% en un año (contra 3,3% del mes pasado).
Los estadounidenses enfrentaron en los últimos años la fuerte inflación por las medidas climáticas de Biden, que impulsó una agenda de extrema izquierda o socialista con severos daños para la economía y en especial para los consumidores.
Ahora los estadounidenses lidian con un aumento en un mes de 12,5% en el precio de los huevos, debido a la exagerada o intencional alarma creada por la Inspectora General de Agricultura en el país, Phyllis Fong, sobre la gripe aviar y a su orden de sacrificar a más de 400 millones de aves, entre ellas, las gallinas ponedoras.
Por supuesto, la medida asumida por un controlado brote en una granja disparó el precio de los huevos y la escasez en los mercados.
Los únicos índices de precios que cayeron en febrero fueron los de billetes de avión y de automóviles nuevos, señaló el Ministerio de Trabajo.
Para orientar su política monetaria, la Reserva Federal (Fed, banco central) sigue otro índice de inflación, el PCE, publicado a finales de mes, que también ha registrado recientemente una desaceleración en su ritmo de crecimiento (a 2,5% interanual en enero). La meta de la Fed es llevar el índice a 2% anual.
FUENTE: Con información de AFP.
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