Las ventas de viviendas usadas en Estados Unidos, en campo negativo desde hace casi tres años, recuperaron algo de terreno en febrero, en medio de un mayor inventario precisamente por el freno de las compraventas y precios que caen de forma lenta en diferentes regiones del país.
Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR), la transacción de viviendas usadas se recuperó un 4,2% el mes pasado, y alcanzó una tasa anual de 4,26 millones, ajustada estacionalmente.
Esta cifra superó la predicción de 3,95 millones de un consenso recabado entre analistas, según el sitio económico Briefing.com.
El falso entusiasmo o triunfalismo en un mercado en contracción
"Los compradores de viviendas están ingresando de forma lenta al mercado", explicó en un comunicado Lawrence Yun, economista jefe de la NAR, en referencia al aumento de compradores gracias a la mayor existencia de propiedades disponibles para la venta.
Sin embargo, esta opinión es cuestionable. Siempre habrá compradores en el mercado de bienes raíces confundidos, mal informados o ansiosos por adquirir una vivienda, lo que no quiere decir que el mercado se recupera o se desarrolla de forma consistente. Por el contrario, en este caso se encuentra en la peor contracción de los últimos 30 años y eso es muy beneficioso para los compradores pacientes e inteligentes, que esperan la autoregulación del mercado.
La manipulación engañosa o amarillista que ofrecen algunos medios de prensa y agencias de noticias de un mes a otro sobre las cifras de bienes raíces, por lo general, entregan una imagen totalmente falsa de la verdadera tendencia del mercado inmobiliario, en este caso una tendencia negativa en ventas por casi tres años consecutivos.
Lo que sí se mantiene, al parecer, es la tendencia triunfalista y parcializada de la prensa con datos procedentes del anterior gobierno y el exceso de optimismo de la NAR por mantener el entusiasmo de potenciales compradores.
"Las tasas hipotecarias no han cambiado mucho, pero una mayor existencia y más opciones están liberando la demanda de vivienda contenida", añadió.
El precio ha caído, no sube como dicen promotores inmobiliarios
El precio promedio de las viviendas usadas fue de 398.400 dólares en febrero, un 3,8% más que hace un año. Sin embargo, muy por debajo de los niveles experimentados en 2021, 2022 y 2023 cuando el precio promedio superaba los 475.000 dólares e incluso los 500.000 en las regiones más atractivas. La situación ha dado un notable giro, lo que los aumentos récord en los precios de las viviendas fueron demasiado lejos.
Las cuatro principales regiones de Estados Unidos tuvieron alza de precios; sin embargo, la realidad dicta otra situación: los precios caen, incluso en regiones cotizadas, y los inventarios suben, las dos causas principales de que algunos compradores se hayan lanzado al mercado en febrero, lo que no significa que sea una tendencia.
Esto ha ocurrido en algunos meses alternos y períodos esporádicos muy breves de los casi tres años de crisis hipotecaria, que el gobierno de Joe Biden y los medios de prensa de izquierda ocultaron, pero que sigue ahí con precios inflados en más de un 300%. No obstante, siempre habrá compradores que caigan en la trampa de un interes hipotecario menor, cuando realmente lo que importa es el valor real (no ficticio o especulativo) de la propiedad que usted adquiera.
El valor de la tasa hipotecaria se baja en un proceso de refinanciación después de un año de haber comprado la vivienda, mientras mantenga un buen récord crediticio, ingresos estables y suba el valor de retorno de la propiedad.
La reventa de vivienda en Estados Unidos volvió a caer en enero, en medio de una crisis inmobiliaria que siempre negó el gobierno de Joe Biden y los demócratas en contubernio con la prensa neoliberal.
El retroceso de enero se produjo después de que la reventa de vivienda cayera en 2024 a su nivel más bajo en tres décadas.
El mercado continúa con precios altos y tasas elevadas, además de la inflación que prosigue y que ha mantenido en asfixia a decenas de millones de estadounidenses durante cuatro años.
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FUENTE: Con información de AFP y otras fuentes.