MIAMI- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió en su primera conferencia de prensa tras las elecciones de noviembre responder a la prensa "corrupta" y "mentirosa" de la ultraizquierda en Estados Unidos, tras ser calumniado día tras días durante años.
El líder republicano, que asumirá el cargo el 20 de enero, tendrá que acudir primero a los tribunales para presentar diversas demandas, como mismo hicieron contra él judicialmente y con el uso de los medios de prensa de la extrema izquierda, causándole severos daños emocionales a éll y a su familia, a su reputación, a sus finanzas, a sus intenciones políticas sin poder defenderse incluida por difamación.
"Lo acusaron y lo ultrajaron como al peor delincuente, siendo un presidente de Estados Unidos. Ignoraron el más mínimo respeto que merecía por su servicio al país", afirman sus abogados.
Ahora los mismos medios y analistas de izquierda afirman que estas son señales de una escalada de tácticas de intimidación y censura, cuando el que más censura y acoso político y judicial ha sufrido ha sido Donald Trump.
La defensa frente a las calumnias y el hostigamiento
El lunes, el presidente electo por la gran mayoría de estadounidenses demandó a la encuestadora Ann Selzer, al periódico Des Moines Register y a su empresa matriz Gannett por encuestas preelectorales antes y el día de los comicios, que lo situaban en desventaja en el estado de Iowa (región Medio Oeste).
Esa demanda se produjo después de que la cadena televisiva ABC aceptara pagar 15 millones de dólares, más los honorarios legales, para resolver una demanda por difamación luego de que uno de sus periodistas dijera repetidamente que Trump había sido declarado culpable de "violación".
ABC no es la única cadena de televisión que ha sido demandada por crear campañas anticonservadoras, basadas en mentiras y difamación.
Los abogados de Trump también pusieron en su mira al famoso periodista Bob Woodward, por publicar entrevistas grabadas con el presidente. Trump sostiene que Woodward -quien desveló el escándalo Watergate que hizo caer a Richard Nixon en 1974- estaba autorizado a grabarlas con fines periodísticos, pero no a difundir los audios.
La CBS, por su parte, fue demandada por entrevistas y campañas de descrédito a Trump para favorecer a Kamala Harris.
Trump calificó el proceder de "un intento descarado de interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024".
En la Casa Blanca las cosas deben cambiar. Biden, con una agenda de ultraizquierda, recibió todas las rosas posibles mientras su trabajo era pésimo e irresponsable. Ahora las críticas vienen para Trump, incluso antes de llegar.
A la prensa de izquierda no le ha preocupado durante cuatro años el desastre migratorio y las graves consecuencias para la economía y la seguridad nacional, tampoco el notable incremento de la delincuencia, ni el derroche (como un río) del dinero de los contribuyentes. A la prensa tampoco le ha importado la guerra impulsada en Ucrania ni la peor inflación de las últimas cinco décadas creada por la administración Biden por su camisa de fuerza ambientalista que condujeron a políticas económicas castastróficas para los estadounidenses.
Hoy, menos de un tercio de los posibles compradores potenciales califican para adquirir una vivienda, mientras que la deuda de los estadounidenses y las familias estadounidenses se ha duplicado, junto a un poder adquisitivo reducido en más del 30% en la mayoría de los casos. Esta crítica situación sólo recibía loas de los grandes medios de izquierda o simplemente miraban hacia otro lado. Les interesaba bastante poco decir la verdad y las culpas recaían casi siempre en el COVID-19, nunca sobre el gobierno fallido de Joe Biden y kamala Harris. Y había críticas eran muy mesuradas y de pinceladas.
El pueblo estadounidense quiere una prensa libre, pero creíble y en busca de la verdad, no asociada a políticas Woke ni socialistas; lo que se ha visto en los últimos 20 años.
Ahora será muy diferente en la Casa Blanca:
"Que sea el primero en llegar, el primero en ser atendido. No hay ninguna razón para que a estos grupos de extrema izquierda se les garantice un asiento", escribió el exsecretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer en una reciente nota de opinión para el periódico conservador The Washington Times.
Esos grupos "de izquierda" son las cadenas NBC, CBS, CNN, etc. y los diarios The New York Times y The Washington Post, medios que se han consolidado únicamente de tendencia ultraliberal, con un pérdida de credibilidad cada vez mayor.
No obstante, Trump dialogará siempre con los periodistas como ha sido su conducta siempre, pero con las respuestas que realmente merecen. Joe Biden evitó en gran medida entrevistas con los medios nacionales para evitar ser cuestionado en sus políticas, Trump enfrenta todas las críticas, ya está totalmente acostumbrado a que lo critiquen. Los de izquierda se ofenden cuando los critican.
Biden se fue de varias conferencias de prensa sin responder una sola pregunta, en otras ofendió a periodistas, pero todo pasaba desapercibido porque no era Trump el que hacía tales desplantes.
Trump eligió a Kari Lake como nueva directora de la Voz de América, una red de alcance mundial y programación en diversos idiomas africanos, asiáticos y europeos.
En su designación Trump dijo: Lake ayudará a "garantizar que los valores estadounidenses de libertad y autonomía se transmitan por todo el mundo de manera JUSTA y PRECISA, a diferencia de las mentiras difundidas por los medios de noticias falsas".
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FUENTE: Con información de AFP y otras fuentes.