viernes 10  de  enero 2025
NUEVA LEGISLATURA

Los hispanos con más retos que nunca en el Congreso de EEUU

Ambas Cámaras del Congreso tendrán a más de 50 legisladores hispanos. Y el número de latinos de izquierda (Partido Demócrata) será el más grande en la historia

Por Leonardo Morales

MIAMI- El Senado de Estados Unidos (100 miembros) comienza sus sesiones en enero con 7 hispanos o de origen hispano, de manera tentativa. De esa cifra, tres son republicanos y cuatro pertenecen al Partido Demócrata.

Dos de ellos son novatos en la Cámara Alta: Bernie Moreno, republicano de Ohio, y Rubén Gallego, demócrata por Arizona. El resto son los demócratas Alex Padilla (California), Ben Ray Luján (Nuevo México) y la única mujer hispana en el Senado, Katherine Cortez Masto (Nevada) junto a los republicanos Ted Cruz (Texas) y Marco Rubio (Florida).

Sin embargo, esa composición puede cambiar si -como se espera- el cubanoamericano, Rubio, es confirmado para el cargo de secretario de Estado del país.

Habría que ver por qué candidato sustituto se decide el gobernador Ron De Santis entre tres principales candidatos: la vicegobernadora Jeanette Núñez, cubanoamericana y exrepresentante estatal durante 8 años; Lara Trump, expresentadora de noticias, periodista y nuera del presidente electo Trump.

El posible sustituto

Lara, renunció al cargo de copresidente del Comité Nacional Republicano como supuesta aspirante a sustituir a Rubio; sin embargo, en recientes declaraciones dijo que no le interesaba el puesto como senadora.

En la lista también aparece Ashley Moody, la actual fiscal general del estado.

Núñez es la opción que mantendría la cifra de 7 senadores hispanos, de lo contrario, el número descendería a seis.

De acuerdo con rumores dentro del Capitolio en Tallahassee, De Santis no está dispuesto a prescindir de Núñez como su mano derecha, quien ha realizado una labor encomiable como la segunda al mando en Florida.

La Cámara de Baja en Washington tendrá 45 representantes latinos o de origen latino, de los cuales 36 pertenecen al bando azul y 9 a la bancada roja. El número de hispanos equivale al 8% de los 435 miembros de la legislatura, que dirigirá otra vez el republicano, Mike Johnson, reelegido como presidente de ese órgano legislativo.

En el Senado, 12 de los 100 miembros serán nuevos. La Cámara de Representantes por su parte tendrá más de 60 nuevos miembros. Ambos cuerpos legislativos estarán por los próximos dos años bajo el control de los republicanos.

Ambas Cámaras del Congreso tendrán a más de 50 legisladores hispanos. Y el número de latinos de izquierda será el más grande en la historia, de acuerdo con la presidenta del Caucus hispano del Congreso (CHC, por sus siglas en inglés), Nanette Barragán.

“Los latinos queremos lo mismo que todos los estadounidenses: buena atención sanitaria, economía fuerte, empleos, beneficiosa educación y poder cumplir el llamado Sueño Americano”, afirma el vicepresidente del CHC, Adriano Espaillat.

Elecciones e hispanos

Más de 36 millones de hispanos eran elegibles para votar el 5 de noviembre. En realidad, ejercieron el sufragio casi 23 millones; el 51% votó por la candidata Kamala Harris, mientras que el líder conservador, Donald J. Trump, lograba el 47%, el mejor registro de apoyo hispano a un candidato presidencial republicano desde 1976, de acuerdo con National Exit Poll.

Y lo más sobresaliente es que Trump ganó en los cinco condados con mayor porcentaje de población latina del país, todos en Texas, de acuerdo con Pew Research.

Y entre los condados con mayor cifra de hispanos en general resalta que el presidente electo venció en Miami-Dade en Florida (exbastión demócrata por 22 años) y el de Maricopa (Arizona).

El terreno ganado por Trump en este segmento poblacional representa un dato importante, aunque no decisivo, para sus planes fundamentales en el nuevo gobierno que comienza el 20 de enero; y en especial pone a los representantes hispanos en la Cámara de Representantes en una posición mucho más favorable para Trump que cualquier otro presidente republicano en varias décadas.

Según University of Florida Election Lab, en las elecciones de 2024 acudió a votar el 63% de los estadounidenses registrados, el 11% correspondió a los latinos.

Para la gran mayoría de los hispanos que votaron el 5 de noviembre contra Harris lo hizo por temas como inmigración, economía y el rescate de las políticas conservadoras.

Estos son temas cruciales que tendrá delante el Congreso en los próximos dos años, hasta las elecciones de medio término en noviembre de 2026.

A pesar de que los republicanos no sumaron en estas elecciones a ningún congresista hispano nuevo, los opositores de izquierda sí agregaron seis.

Sam Liccardo, demócrata hispano por California, dijo que “los republicanos necesitarán en ocasiones la colaboración nuestra y en otras tendremos que luchar por nuestros intereses”.

Por su parte, Nellie Pou, representante de origen latino por Nueva Jersey, indicó “me siento muy orgullosa y tengo un trabajo por cumplir muy importante y fuerte para asegurar que nuestra comunidad tenga una voz en Washington”.

Nueva estrategia en camino

La reelección de los cubanoamericanos María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez serán voces decisivas esta vez cuando el presidente Trump asuma acciones contra las dictaduras en América Latina, con Marco Rubio al frente de la Secretaría de Estado, cuya confirmación en el Senado es una de las más seguras.

Los regímenes de Cuba y Venezuela, desesperados ante la continuidad de la política exterior de Trump respecto a los regímenes autoritarios aplicada en su primer mandato (2017-2021), ya han hecho varios guiños directos a la nueva administración en busca de simpatía y de evitar sanciones como en su primer período en la Casa Blanca.

En cuanto a inmigración hay puntos divergentes entre los hispanos demócratas y los republicanos en ambas Cámaras. La mayoría del bando azul se decantan por el desorden migratorio y el caos creado por el gobierno de Joe Biden y Kamala Harris, mientras que los conservadores buscan cerrar la frontera y emprender acciones para una inmigración ordenada y legal junto al proceso de deportaciones propuesto en programa gubernamental del nuevo inquilino de la Casa Blanca.

En economía, también habrá diferencias marcadas, sobre todo en cuanto al tema del medio ambiente o las políticas fallidas de cambio climático de Biden-Harris, que apoya la mayor parte de los nuevos demócratas con una agenda globalista de extrema izquierda.

Trump hará todo lo posible desde un principio para aumentar la producción de petróleo y de combustibles fósiles, por lo que votó gran parte de los electores en los cinco estados decisivos en noviembre, en especial en Pennsylvania, Arizona y Michigan. Además es muy probable que abra la línea cinco del oleoducto Enbridge, cerrada por el gobierno de Biden y que traslada crudo ligero y sintético desde Canadá.

También es casi seguro que reviva el gran proyecto detenido por el actual gobierno del oleoducto Keystone XL.

Situación más compleja

Las voces hispanas en el nuevo Congreso en Washington deberán responder a una realidad que en los últimos años se han tornado en extremo compleja.

Los mexicoamericanos siguen siendo el grupo poblacional más numeroso en EEUU; sin embargo, en las últimas dos décadas las crisis económicas y los regímenes en la región han disparado el flujo de inmigrantes hacia Norteamérica.

Como ejemplos de este panorama aparecen Cuba, Colombia, El Salvador, Venezuela, Nicaragua, Haití y Ecuador, en los últimos cinco años. De forma irregular, pero constante y con un incremento sustancial también continúa el arribo de brasileños, hondureños, paragüayos y argentinos.

Entre el 2000 y el 2020, el incremento de venezolanos viviendo en EEUU fue de 550%, un 354% de paragüayos, 320% de Hondureños, un 335% de salvadoreños, etc.

Estas cifras, incluidos los cubanos, se desataron durante los cuatro años de la actual administración, al romper todos los récords posibles de inmigrantes legales e ilegales en la historia de la nación más poderosa del planeta.

Por todo lo anterior, la labor de los representantes hispanos en la Cámara Baja y de los senadores hispanos en la Cámara Alta durante el venidero mandato presidencial será trascendental, en especial sobre decisiones que impactan de manera directa a la comunidad latina dentro de EEUU.

[email protected]

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar