La economía estadounidense, que sufre durante casi cuatro años las nefastas políticas del gobierno de Joe Biden y Kamala Harris, apenas creó en octubre 12.000 empleos en todo el país
Un anuncio de búsqueda de empleados en la entrada de un establecimiento de la cadena DQ.
AP/ Nam Y. HuhWASHINGTON — Los empleadores de Estados Unidos añadieron apenas 12.000 empleos en octubre, el peor registro en más de cuatro años que economistas avezados destacan como las consecuencias de más de tres años de políticas nefastas de la administración de Joe Biden y Kamala Harris.
La cifra sólo es comparable con los picos de la pandemia de COVID-19 en el 2020.
Las huelgas y los despidos en los grandes sectores automotriz, industrial, entretenimiento, tecnología y en la aeronáutica han sido el resultado de la situación económica desfavorable y crítica para las familias estadounidenses junto a las pequeñas y medianas empresas. A lo anterior, se sumó el reciente impacto de dos huracanes en Florida, Georgia, y las Carolinas.
El informe proporcionó una visión borrosa del mercado laboral al final de una campaña presidencial centrada en los graves problemas de la economía causados por la Casa Blanca.
El aumento de contrataciones del mes pasado fue extremadamente inferior a los 223.000 empleos que se añadieron en septiembre.
Algunos economistas, alineados a la Casa Blanca, han estimado que los huracanes Helene y Milton, combinados con huelgas en Boeing y otros sectores, tuvieron el efecto de reducir el crecimiento neto de empleos en decenas de miles en octubre.
En realidad los problemas económicos ocurren desde hace más de tres años por medidas de freno y no de desarrollo implementadas por el actual gobierno; entre ellos, leyes a beneficio de la delincuencia y el vandalismo junto al alza descomunal de impuestos a grandes y medianas empresas en estados dirigidos por la izquierda radical como el caso de California y Nueva York con un éxodo récord de empresas y residentes.
El informe del viernes del Departamento de Trabajo también mostró que la tasa de desempleo se mantuvo en 4,1% el mes pasado.
El gobierno no estimó cuántos empleos fueron probablemente eliminados temporalmente de las nóminas el mes pasado.
Economistas, alineados a la Casa Blanca, dijeron que piensan que las tormentas y huelgas causaron hasta 100.000 empleos perdidos. Reflejando el impacto de las huelgas, las fábricas perdieron 46.000 puestos en octubre.
Sin embargo, como señal de precaución para futuras contrataciones, las empresas de colocación de empleo temporal perdieron 49.000 empleos el mes pasado.
La tendencia en los últimos 15 años ha sido que las empresas a menudo contratan trabajadores temporales antes de comprometerse con empleados a tiempo completo, mucho más cuando el freno del consumo ha sido vertiginoso con precios altísimos, una contracción de la industria por más de dos años y una situación extrema para decenas de miles de pequeñas empresas en el país.
Las empresas de atención médica añadieron 52.000 empleos en octubre, y los gobiernos estatales y locales añadieron 39.000.
El informe de empleo de octubre también revisó a la baja la estimación del gobierno sobre las ganancias de empleo en agosto y septiembre en un total combinado de 112.000, indicando que el mercado laboral no era tan robusto entonces como se pensaba inicialmente.
“Los choques en la economía en octubre hacen difícil saber si el mercado laboral cambiaba de dirección en el mes”, escribió Bill Adams, economista jefe en Comerica Bank.
“Pero las revisiones a la baja del crecimiento del empleo hasta septiembre muestran que sigue el enfriamiento”.
El peor impacto para la economía han sido las negastas políticas económicas del gobierno de Joe Biden y Kamala Harris con la peor inflación en cinco décadas que ha generado severas crisis durante los cuatro años en varios sectores de la economía como la industria (en contracción por más de dos años), los servicios con los históricos precios por los costos, el consumo, las exportaciones (en cifras negativas récord), el transporte, los seguros.
Muchos economistas no concuerdan con las cifras que ha dado el gobierno de Biden-Harris. Por ejemplo, el gobierno estimó que la economía se expandió 2,8% en el último trimestre, cuando el gasto y la confianza de los consumidores han registrado cifras ínfimas.
Mientras los votantes eligen entre el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, más del 80% de los estadounidenses están muy descontentos o extremadamente descontentos con el estado de la economía en EEUU, donde el 64% de las familias llega apenas a fin de mes. Estos son los datos reales sobre la economía.
A pesar de los informes del gobierno de Biden-Kamala acerca de la caída de la inflación, millones de personas están exasperadas por los altos precios, que se dispararon desde la entrada de la actual administración con una guerra abierta desde el inicio contra la industria del petróleo.
Año y medio después, por la inflación que creó, tuvo que dar marcha atrás a la política de cambio climática y siguen siendo un 30% más altos como promedio [en muchos productos la cifra supera el 60%] de lo que eran antes de que la inflación comenzara a acelerarse a principios de 2021. Es decir, la gestión económica de la Casa Blanca ha sido funesta para los estadounidenses
Ahora se espera que la Reserva Federal haga otro recorte mínimo en las tasas de interés la próxima semana después de 11 subidas continuas.
Las 11 subidas de tasas de la Fed en 2022 y 2023 lograron ayudar a desacelerar la inflación, según lo que afirma el Banco Central pero los consumidores no ven el alivio de los precios en los alimentos, seguros, servicios, ropa, calzado, productos para el hogar, vehículos, costos de salud, etc.
Las señales de una desaceleración en el mercado laboral siguen su avance. Esta semana, el Departamento de Trabajo informó que los empleadores publicaron 7,4 millones de ofertas de empleo en septiembre (los puestos de trabajo disponibles). Una cifra que representa la menor disponibilidad desde enero de 2021.
Por su parte, 3,1 millones de estadounidenses renunciaron a sus empleos en septiembre, la cifra más baja en más de cuatro años. Una caída en las renuncias tiende a indicar que más trabajadores han perdido la confianza en su capacidad para conseguir un mejor empleo en otro lugar.
Para los empleadores, un mercado laboral menos atractivo alivia las escaseces de mano de obra, otra de las crisis que generaron las políticas disparatadas de la actual administración.
Jon Abt, copresidente de Abt Electronics en Chicago, dijo que se ha vuelto algo más fácil contratar, y su empresa ha sentido menos presión para aumentar los salarios este año. Sin embargo, encontrar instaladores y técnicos de servicio calificados sigue siendo un desafío.
El minorista de electrónica, que emplea a 1.750 personas, incluidos 200 trabajadores a tiempo parcial, administra su propio programa de capacitación, trabaja con escuelas técnicas para encontrar trabajadores y también recibe solicitantes por referencia. Si el mercado laboral se deteriora aún más, Abt dijo, “será más fácil encontrar a las personas de calidad que buscamos”.
FUENTE: Con información de AP y AFP.
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