WASHINGTON — Como parte de los fondos aprobados por el Congreso de forma bipartidista para la Ley de CHIPS, el fabricante estadounidense de componentes electrónicos Intel recibirá 8.500 millones de dólares en fondos directos y 11.000 millones en préstamos para construir fábricas de semiconductores en Arizona, Ohio, Nuevo México y Oregón.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dijo que con esos fondos Estados Unidos podrá producir el 20% de los chips más avanzados del mundo para 2030, comparado con su nivel actual de cero.
Estados Unidos diseña semiconductores, pero su incapacidad actual para fabricarlos internamente se ha convertido en un problema de seguridad nacional, además de económico.
China, en especial, se ha aprovechado de esa o
Taiwán es el mayor productor de semiconductores del mundo junto a Japón y Corea del Sur y las restricciones en Asia durante la pandemia agudizaron la escasez de chips en el mercado internacional con afectaciones directas en la fabricación de vehículos y para la industria militar estadounidense, que acusaron una subida estrepitosa de precios en los tres últimos años.
“No podemos fracasar, los chips de última generación son el meollo de nuestro sistema de innovación, sobre todo en lo que hace a los avances en inteligencia artificial y nuestros sistemas militares”, dijo Raimondo en conferencia de prensa telefónica. “No podemos solo diseñar chips. Tenemos que fabricarlos en Estados Unidos.
La desaprobación de Biden
Los votantes tienen opiniones bastante negativas sobre la gestión económica de Biden: apenas un 34% lo aprueba, según una encuesta en febrero de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs. Sin embargo, otros sondeos no llegan a esa cifra.
Todos los intentos finales de Biden por demostrar que su enorme fracaso económico ha traído beneficios son demasiado tardíos y poco creíbles, de ahí que las cifras sobre la desaprobación a Biden no disminuyen.
El impacto prolongado de la inflación durante tres años, y que alcanzó su pico más alto en casi cinco décadas en 2022, es uno de los principales factores que ha perjudicado al demócrata alineado a los reclamos de la extrema izquierda.
En los primeros seis meses, que en materia económica tenía un nivel de aprobación de 52% en julio de 2021.
La financiación de los proyectos de Intel proviene de la Ley de CHIPS y Ciencia de 2022, aprobada por ambos partidos en una época en que se temía que la falta de acceso a chips fabricados en Asia podría hundir la economía estadounidense.
El Departamento de Comercio de EEUU amplió sus controles sobre la exportación para impedir que China adquiera chips de última generación y los equipos necesarios para fabricarlos, como continuidad a las medidas aplicadas durante la administración Trump.
EEUU arreció los controles para contrarrestar el uso de los semiconductores con fines militares, que incluyen el desarrollo de misiles hipersónicos y la inteligencia artificial.
“La intención de estos controles sobre la exportación es proteger tecnologías que tienen claras implicancias para la seguridad nacional y los derechos humanos”, dijo Gina Raimondo.
FUENTE: Con información de AP.