domingo 27  de  octubre 2024
CRISIS

Huelga y graves problemas desangran las finanzas de Boeing

El gigante estadounidense de la aeronáutica enfrenta además demandas colectivas de familiares de víctimas por los accidentes aéreos en 2018 y 2019

Por Leonardo Morales

MIAMI- La pesadilla para Boeing, el coloso estadounidense de aviones, lejos de terminar se agrava, ahora con una histórica huelga que le ha costado al fabricante más de 6.000 millones de dólares en su primer mes de protestas.

Boeing despedirá a 17,000 empleados en medio de la huelga que ha paralizado su producción, ha causado severas pérdidas financieras y conflictos legales tras fallas en algunos de sus aviones.

Los accionistas de la compañía se vieron obligados a buscar un nuevo timonel, el tercero en menos de cinco años, antes de que las propuestas presentadas por la poderosa empresa aeronáutica no hayan sido bien recibidas por el sindicato que agrupa a decenas de miles de empleados.

Robert Kelly Ortberg, el nuevo presidente ejecutivo de Boeing, dijo que los recortes equivalentes al 10% de la fuerza laboral también incluirán a ejecutivos, gerentes y empleados.

El gigante de la aviación anunció además varias medidas de emergencia para recuperar su liquidez, debilitada por problemas de producción recurrentes y la huelga en sus fábricas en EEUU.

En un documento bursátil, la empresa colocó en el mercado diversos títulos como bonos o acciones, con el fin de reponer su flujo de caja afectado por la protesta que ha costado más de 3.000 millones de dólares en su primer mes, según Anderson Economic Group (AEG).

Las operaciones podrán realizarse en varias cuotas y según un calendario que se especificará más adelante. El grupo también indicó que había obtenido 10.000 millones de dólares en líneas de crédito adicionales de varios bancos.

Huelga desangra a Boeing

Afectado por los accidentes aéreos en 2018 y 2019 que dejaron 346 muertos y por la pandemia de COVID-19 el año siguiente, las finanzas del fabricante de aviones sigue su erosión con la huelga de más de 33.000 trabajadores en el noroeste de Estados Unidos.

La protesta, impulsada por una rama de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM), paralizó completamente las dos principales fábricas del grupo: la de Renton, que produce el 737, su avión más vendido, y la de Everett, que fabrica el 777, el 767, y para varios programas militares.

En respuesta a la crisis, Boeing anunció "cambios estructurales" drásticos, entre ellos una reducción de su plantilla en los próximos meses: más de 17.000 puestos de trabajo.

A finales de 2023, el grupo empleaba a casi 171.000 personas, incluidas 41.000 fuera de Estados Unidos.

La gran mayoría de sus empleados laboran en instalaciones en Washington y Carolina del Sur. Boeing ya había impuesto licencias temporales, pero Ortberg dijo que se suspenderán debido a los despidos inminentes.

La compañía retrasó aún más el lanzamiento de un nuevo avión, el 777X, hasta 2026, en lugar de 2025, y dejará de construir la versión de carga de su avión 767 en 2027 después de finalizar los pedidos actuales.

Boeing ha perdido más de 25,000 millones de dólares desde principios de 2019. De esa cifra, más de 6.000 millones de dólares son por causa de la huelga que mantienen empleados desde el 13 de septiembre, sin un acuerdo inminente hasta el momento.

Pérdidas y crisis

Al anunciar los despidos, Boeing también presentó un sombrío informe preliminar sobre sus resultados financieros del tercer trimestre. Dijo que gastó 1,300 millones de dólares en efectivo durante ese período y que perdió 9.97 dólares por cada acción de la empresa.

Los analistas de la industria esperaban que la compañía perdiera sólo 1.61 dólares por acción en el trimestre, según una encuesta de FactSet, pero probablemente no esperaban las fuertes amortizaciones que Boeing. La empresa tuvo que poner, por ejemplo, un cargo de 2,600 millones de dólares relacionado con los retrasos del 777X.

La huelga afecta directamente el dinero en efectivo de la compañía, dado que la mitad o más de sus ingresos son cuando entrega los aviones a las aerolíneas. La compañía todavía fabrica 787 en una planta no sindicalizada en Carolina del Sur.

"Nuestra empresa se encuentra en una posición muy complicada", dijo Ortberg al personal. La situación "requiere decisiones difíciles y tendremos que hacer cambios estructurales para garantizar que podamos seguir siendo competitivos y cumplir con nuestros clientes", agregó.

Ortberg asumió el cargo de Boeing en agosto, convirtiéndose en el tercer presidente de la atribulada compañía en menos de cinco años. Es un ejecutivo con una vasta experiencia en la industria aeroespacial, pero nunca había trabajado para Boeing.

La seguridad

Boeing ha tenido problemas de producción y calidad en el montaje de sus aviones comerciales 737 MAX, 787 Dreamliner y 777.

Varias auditorías e investigaciones identificaron numerosos problemas y deficiencias por "incumplimiento", en particular en el control de calidad.

El fabricante de aviones presentó a finales de mayo un "plan de acción integral", requerido por el regulador de la aviación en Estados Unidos (FAA), para solucionar los graves errores.

La compañía comprará Spirit AeroSystems por 4.700 millones de dólares, en una transacción en acciones por la firma manufacturera, que ya formaba parte de la cadena de suministros de Boeing.

La adquisición fue valorada en unos 8.300 millones de dólares en total, lo que incluye la deuda neta de Spirit, señaló la compañía aeroespacial.

Spirit, con sede en Wichita, Kansas, fabrica piezas clave para aeronaves Boeing.

Boeing fue propietaria de Spirit en el pasado, y la compañía dijo que volver a integrarla en la firma mejorará la calidad y seguridad de los aviones, que se han visto bajo un creciente escrutinio de organismos reguladores, el Congreso y las aerolíneas.

Al reintegrar Spirit, la empresa puede alinear los sistemas de producción comercial, como los Sistemas de Manejo de Seguridad y Calidad y la fuerza de trabajo con las mismas prioridades, incentivos y resultados.

La vieja estrategia de Boeing de externalizar tareas clave en sus aviones de pasajeros ha sido muy criticada debido a que los problemas de Spirit afectaron la producción y la entrega de aviones populares de Boeing como los 737 y 787.

Los desafíos

Las preocupaciones se dispararon después de que el 5 de enero de este año una pieza que cubría la selladura de una puerta en un avión 737 Max 9 de Alaska Airlines salió disparada a 4.876 metros (16.000 pies) de altitud.

La Administración Federal de Aviación incrementó de inmediato la supervisión a Boeing y Spirit.

Boeing también acordó pagar pagar una multimillonaria multa por supuesta conspiración para cometer fraude relacionado con el Max, pero familias de víctimas exigen un castigo mayor y siguen adelante con otras demandas.

Para rematar sus problemas de confianza en seguridad, la NASA decidió que una nave espacial Boeing no era la adecuada para regresar a la Tierra a dos astronautas varados en la Estación Espacial Internacional.

Butch Wilmore y Suni Williams quedaron en la estación tras el acoplamiento de la nave Starliner de Boeing a principios de junio. La cápsula sufrió múltiples fallas en el viaje de ida que tuvieron que ser resueltas por los astronautas mientras intentaban lograr el acoplamiento.

A finales de septiembre, SpaceX lanzó una misión de rescate para traer a los dos astronautas de regreso a casa, que se hará el próximo año.

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FUENTE: Con información de AFP, AP.

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