JPMorgan Chase cree que el escenario más probable a partir del cuarto trimestre es una "recesión moderada", mientras que Citigroup y Bank of America mencional el "deterioro" de las perspectivas, y Wells Fargo un entorno económico "mucho menos favorable".
Ante ese panorama, los bancos aumentaron sus reservas para hacer frente a la eventualidad de que sus clientes no puedan pagar sus deudas: fueron 1.400 millones de dólares en el caso de JPMorgan Chase, 640 millones de Citigroup, 403 millones en Bank of America y 397 millones para Wells Fargo.
En el último cuarto del año siguieron obteniendo ganancias, aunque en algunos casos fueron menores que en igual lapso de 2021.
El beneficio neto aumentó en el cuarto trimestre 6% a 11.000 millones de dólares para JPMorgan, y 2% a 6.900 millones para Bank of America.
En cambio, cayó 21% a 2.500 millones de dólares para Citigroup y 50% a 2.900 millones para Wells Fargo.
Aún existe mucha incertidumbre sobre los "efectos" de las tensiones geopolíticas en China y la guerra en Ucrania, la vulnerabilidad de los mercados de energía y alimentos, la inflación y la subida de tasas de referencia iniciada por el Banco Central estadounidense, estimó el número uno de JPMorgan, Jamie Dimon.
A excepción de Wells Fargo, el volumen de negocios de los grandes bancos estadounidense creció, en particular gracias por el aumento de los ingresos por intereses, impulsados a su vez por la subida de tasas iniciada en 2022 por la Fed, el banco central, para poner freno a la alta inflación.
Pero la subida de las tasas también tiene efectos negativos, como el de disuadir a algunos hogares de embarcarse en la compra de un inmueble.
Las actividades de los bancos en los mercados financieros, que fueron particularmente agitadas en el cuarto trimestre, se mantuvieron bien.
FUENTE: Con información de AFP