martes 11  de  febrero 2025
ESCáNDALO

Exfuncionarios: "USAID financiaba grupos terroristas como Hamás", también medios de prensa

"La historia completa de la financiación de USAID a Hamás es extensa, y gran parte de ella se hizo en secreto. Antes y después del 7 de octubre", dijo el senador Ted Cruz, apoyándose en declaraciones de funcionarios y exfuncionarios federales

Por Leonardo Morales

MIAMI- Con demandas multimillonarias a diferentes medios de prensa de la izquierda y ultraizquierda, Donald Trump por fin camina sobre la justicia en su larga batalla frente a la ofensiva brutal de los grandes medios liberales, desde hace más de ocho años.

Pero las informaciones desde la Casa Blanca dieron otro giro más espeluznante: el senador por Texas, Ted Cruz, basándose en declaraciones de funcionarios y exfuncionarios federales, publicó en X que cientos de millones de fondos de los contribuyentes estadounidenses se destinaron a beneficio directo e indirecto de organizaciones terroristas, entre ellas Hamás.

"La historia completa de la financiación de USAID a Hamás es extensa, y gran parte de ella se hizo en secreto. Antes y después del 7 de octubre, USAID transfirió incontables cientos de millones de dólares a Hamás, lo que le permitió lanzar el despiadado ataque y seguir enfrentando a Israel después", publicó en su cuenta de X, el senador Cruz.

¿Lo impensable o lo oculto?

"Mintieron sobre la naturaleza de esa ayuda en bases de datos públicas, se negaron a revelar qué grupos recibían el dinero y entregaron decenas de millones en efectivo para que se distribuyeran sin supervisión del gobierno estadounidense", agregó el repubublicano.

"Admitieron internamente que la ayuda beneficiaría a Hamás, e incluso se eximieron de las leyes antiterroristas, pero lo negaron públicamente".

"Durante los cuatro años de la administración Biden, les impedí confirmar a un administrador para el Medio Oriente, porque no reconocían lo que estaban haciendo. Para ellos era más importante continuar con sus programas secretos a favor de Hamás".

Las declaraciones llegan en el centro de una gigantesca auditoría a entidades y departamentos en Washington, acusados de desviar decenas de miles de millones de dólares como parte de una agenda globalista en contra del propio EEUU, sus ciudadanos y sus intereses nacionales.

Esto, llevado al plano que debe ir, puede conllevar a la acusación de traición a EEUU y alta corrupción de altos funcionarios federales y de estas agencias que operan con fondos federales de los contribuyentes.

Un informe de febrero del grupo de expertos Middle East Forum concluyó que USAID había otorgado "millones de dólares federales" a "organizaciones directamente en Gaza controladas por Hamás".

En un caso de la era Biden, USAID financió un "centro educativo y comunitario en Gaza" controlado por un grupo local llamado Unlimited Friends Association. La asociación colaboró ??abiertamente con Hamás, invitando a los funcionarios del grupo terrorista a su oficina y alardeando de proyectos financiados por Estados Unidos en periódicos controlados por Hamás. En 2021, su director pidió que Jerusalén se limpiara "de la impureza de los judíos".

Un informe separado, publicado en enero por la organización de investigación israelí NGO Monitor, describió millones en fondos de USAID para dos "organizaciones sin fines de lucro" -Mercy Corps y American Near East Refugee Aid- que "se han coordinado estrechamente con un ministerio con sede en Gaza, dirigido por un alto cabecilla de Hamás identificado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como responsable de parte de la operación de contrabando del grupo terrorista palestino".

Alerta ignorada y Samanta Power

Cuando en 2021 se reanudó la financiación para los palestinos, el Departamento de Estado de Biden emitió una advertencia interna de que existía un "alto riesgo" de que Hamás robara la ayuda estadounidense. Pero la información sobre los beneficiarios de subvenciones vinculadas al terrorismo en Gaza y otros lugares procedía principalmente de grupos de vigilancia. Cuando los miembros del Congreso, en particular republicanos, presionaron a USAID sobre esas subvenciones, fueron obstaculizados o desmentidos.

En una carta reciente enviada al secretario de Estado, Marco Rubio, la senadora Joni Ernst (republicana por Iowa) detalló el "sabotaje deliberado de la supervisión del Congreso" por parte de USAID.

Bajo la dirección de Samantha Power, la elegida por el expresidente Joe Biden para dirigir USAID, los funcionarios de la agencia lucharon contra la formulación de políticas a favor de Israel en el Departamento de Estado, y a menudo instaron a sus colegas de Foggy Bottom a reducir las declaraciones que elogiaban al Estado judío, dijeron exfuncionarios.

En 2021, durante un período de conflicto con Hamás, la propia Power se negó a reunirse con el embajador de Israel a menos que Israel alcanzara un alto el fuego con el grupo terrorista respaldado por Irán. La decisión puso a Power en desacuerdo con el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que había aprobado la reunión, según muestran los correos electrónicos obtenidos por el diario digital The Washington Free Beacon.

Funcionarios estadounidenses actuales y anteriores que trabajaron estrechamente con la cuestionada agencia federal afirman que durante años observaron cómo se canalizaban millones de dólares a grupos antiisraelíes y a entidades vinculadas al terrorismo.

Esa financiación causó fricción interna bajo varias administraciones en la Casa Blanca, de acuerdo con fuentes consultadas por el mismo diario.

En algunos casos, USAID luchó por ocultar cómo se gastaban los fondos de los contribuyentes. Y cuando se trataba de Israel, los funcionarios recordaron haberse enfrentado a USAID por la financiación de grupos que trabajaban para socavar el estado judío o mantenían vínculos con organizaciones terroristas.

"Para quienes creen en una relación sólida entre Estados Unidos e Israel, algunos elementos de la USAID han ido en una dirección contraria durante años", dijo un exfuncionario del Departamento de Estado que trabajó con USAID durante la administración Biden. "Incluso algunos miembros del personal de USAID no se sentían para nada avergonzados por estar asociados con organizaciones terroristas".

El dinero de los contribuyentes para el terrorismo

En noviembre de 2022, por ejemplo, la USAID otorgó 100.000 dólares a un grupo activista palestino cuyos líderes elogiaban al Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo calificado de terrorista por Washington. Apenas seis días antes del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, la USAID entregó 900.000 dólares "a una organización 'benéfica' terrorista en Gaza relacionada con el hijo del líder de Hamás, Ismail Haniyeh".

La USAID dirigida por Power incluso acusó a Israel de "bloquear deliberadamente" las entregas de ayuda a Gaza, que se sabe que Hamás robaba para su propio uso y para sus ventas en el mercado negro con el fin de financiar sus actividades terroristas.

Los empleados de USAID llegaron al extremo de instar al Departamento de Estado de Biden a terminar la ayuda militar a Israel. El exsecretario de Estado, Antony Blinken, rechazó de inmediato dicha solicitud.

Durante su reciente viaje a El Salvador, Rubio describió una "frustración" de larga data con la agencia USAID, a la que calificó de "completamente insensible e irresponsable". El "nivel de insubordinación visto hace imposible llevar a cabo una especie de revisión seria", remarcó.

Las investigaciones federales dan crédito a esa evaluación.

Un memorando de enero del inspector general Paul Martin señalaba que la agencia "no mantiene una base de datos interna completa de los beneficiarios secundarios". En otras palabras, las entidades extranjeras que trabajan con un beneficiario principal en un proyecto de USAID a menudo no se revelan, lo que impide a los investigadores examinar las "acusaciones de fraude".

Esas acusaciones suelen incluir el desvío de ayuda financiada por los contribuyentes a organizaciones terroristas.

En un informe de noviembre, por ejemplo, Martin "identificó interferencias deliberadas y esfuerzos para desviar la asistencia humanitaria" por parte de organizaciones terroristas extranjeras, incluida la "coerción sistémica de los trabajadores humanitarios por parte de las FTO (Freedom to operate)" y la "influencia de las FTO sobre la selección de beneficiarios directos".

Los exfuncionarios consultados bajo anonimato público y que han trabajado de manera estrecha con USAID durante varios gobiernos en Washington, coincidieron en que con el paso de los años, "cada vez más dinero fluyó a grupos y organizaciones cuyo trabajo es contrario a los intereses de Estados Unidos". "Lo mal que se puso ha salido ahora a la luz pública gracias a Trump, y por fin hay transparencia".

La nueva secretaria de Justicia o fiscal general de EEUU, Pam Bondi, debe encargarse de analizar con profundidad los procesos legales que muy probable enfrenten altos funcionarios, jefes de departamentos y empleados responsables de esa agencia federal.

Soborno bajo "subvenciones" o "suscripciones" a medios de prensa

El escándalo de corrupción y derroche de dinero en la USAID destapó otra caja de pandora con los medios de prensa alineados a las ideologías políticas mal llamadas "progresistas" y "WOKE": la financiación de operaciones y campañas con dinero de los contribuyentes estadounidenses, no sólo dentro de EEUU sino también en el exterior.

Los grandes medios de izquierda, afines al globalismo y al "Wokismo", llevan desde el 2015 -durante la primera postulación de Trump a la presidencia- una ofensiva antagónica con los principales medios de noticias. El actual mandatario de EEUU y los republicanos los ha definido como el "enemigo del pueblo".

¿Por qué el dinero de los contribuyentes tiene que financiar negocios privados de prensa?

Se supone que la libertad de expresión esté fundamentada precisamente en su autonomía, como medios privados independientes de cualquier partido y gobierno.

Sin embargo, no ha sido así y la catarsis económica en la era del internet y falta de credibilidad de los grandes medios de prensa de la izquierda los han conducido al abismo financiero.

De forma intencional y perniciosa, los gobiernos "demócratas" los han sobornado mediante el pago de dividendos y con la condición de convertirlos en maquinarias de propaganda del Partido Demócrata y su agenda de ultraizquierda contraria al capitalismo occidental de EEUU.

La creación de la Comisión de Eficiencia Gubernamental por el presidente Trump y dirigida por su asesor, Elon Musk, para revertir el despilfarro de dinero en Washington reveló el gran complot de estos medios contra las políticas conservadoras, el capitalismo occidental y en favor del globalismo. Todo pagado por los contribuyentes norteamericanos mediante fondos federales.

El medio digital Politico, que se encargó de instrumentar una despiadada campaña de mentiras y calumnias contra el entonces expresidente Trump y sus aliados conservadores, se encuentra ahora en el centro del escrutinio de la Casa Blanca y la indignación de millones de estadounidenses expuesta en las redes sociales.

Congresistas republicanos, incluido Elon Musk, publicaron capturas de pantalla que mostraban que más de ocho millones de dólares se canalizaban desde la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a Politico, cada año.

Los registros en USAspending.gov, un rastreador en línea de los pagos del gobierno, mostraron que las agencias federales pagaron alrededor de ocho millones de dólares a Politico por suscripciones, incluidas su servicio Politico Pro.

Por informes internos se conoce ahora que miles de millones de dólares de USAID y otras agencias han ido de forma indebida a los "medios de noticias falsas como un gran escándalo de 'soborno' para crear buenas historias sobre los demócratas y sus programas radicales globalistas en contra del propio EEUU".

"Nunca hemos recibido ningún financiamiento gubernamental, no hay subsidios, no hay becas, no hay ayudas", escribieron Goli Sheikholeslami, directora ejecutiva de Politico, y John Harris, su editor en jefe, en una nota para los lectores.

Pero la realidad dicta lo contrario. De hecho, Politico cerró y dejó de funcionar después de que se congelaran todos los fondos de USAID, de donde se les pagaba a todo el personal del medio vocero la anterior administración de izquierda y extrema izquierda.

"Las agencias gubernamentales que se suscriben lo hacen a través de procesos estándar de adquisiciones públicas, tal como cualquier otra herramienta que compran para trabajar de manera más inteligente y eficiente. Esto no es financiamiento. Es una transacción."

Pero resulta que la transacción mantenía en pie las operaciones y campañas de las falsas noticias contra el entonces expresidente y los republicanos, no así cuando se trataba de los nuevos "demócratas". O sea, la corrupción y el soborno al más alto nivel y opuesto a la verdadera libertad e independencia de prensa.

USAID contra EEUU y los estadounidenses

La Casa Blanca dijo que cancelará sus suscripciones y contratos no sólo a Politico, sino a otros importantes medios de prensa dentro y fuera de EEUU con el objetivo de promover agendas anticonservadoras y antiamericanas.

Más de 6.000 periodistas en todo el mundo fueron sobornados con fondos de USAID para promover agendas globalistas antiestadounidenses, antitrump y anticonservadoras. El objetivo: dividir la sociedad norteamericana, confundir a los jóvenes y convertirlos en activistas contra el capitalismo occidental e incentivarlos a enfrentar las leyes y las instituciones gubernamentales, en especial con la derecha en el poder; y en apoyo a las izquierdas radicales. Utilizar la educación en EEUU como fuente de subversión y adoctrinamiento de premisas del llamado "Socialismo Cultural del Siglo XXI" o "Revolución Cultural". Todo como parte de las agendas gestadas en el Foro de Sao Paulo (Brasil), el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza y el BRICS [otro eje del anticapitalismo occidental y el llamado Nuevo Orden Mundial].

De acuerdo con informes revelados, bajo el gobierno de Joe Biden, Politico recibió 34.3 de varias agencias gubernamentales, The New York Times (50 millones de dólares); Associated Press (19.5 millones de dólares en contratos gubernamentales y 620.000 en subvenciones del Departamento de Estados. La agencia Reuters (9 millones de dólares mediante el Departamento de Defensa) y 220.000 del Departamento de Estado, sólo en 2024, entre mucho otros medios como la cadena de noticias británica BBC (3,3 millones de dólares) de fondos federales y 20 millones de Bill Gate, el gran magnate defensor de todas las prácticas de la extrema izquierda en el mundo.

Otros medios de desinformación (y no comunicación) también se incluyen en esta lista y corren el riesgo de dejar de existir o recurrir a sus propias estrategias financieras o nuevos inversionistas privados.

Brendan Carr, el nuevo jefe de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), ordenó una investigación de la radio pública NPR y la televisión pública PBS, en busca de la malversación de fondos federales.

El gran pantano mediático

Desde el 2016, los medios de izquierda y de ultraizquierda intensificaron sus campañas de desinformación y anticonservadurismo a través de informaciones falsas frente al ascenso de Trump a la Casa Blanca, A partir de aquí se observó una ofensiva o alud de noticias, en contra de EEUU y a favor del régimen comunista de China y hacerlo ver como el gran salvador del planeta y el mayor generador de invenciones.

Miles de reportes en EEUU se destinaron a un objetivo: hacer parecer que EEUU estaba en un abismo económico y sociopolítico y que el gran gigante China emergía como la mejor solución a la prosperidad y humanismo en el mundo. Todo lo opuesto a la verdad.

En su primer mandato, el presidente Trump se convirtió en el peor obstáculo para estos objetivos promocionados por la prensa alineada al poder globalista, y el régimen comunista de China y sus aliados hicieron todo lo posible para sacar al líder republicano del camino, de forma directa en ocasiones y en otras, indirecta.

El gobierno de Trump anunció que ocho organizaciones de medios, incluidos The New York Times, The Washington Post, CNN, NBC y NPR deben desocupar sus oficinas en el Pentágono.

Citaron la necesidad de crear espacio para otros medios, incluidos el conservador New York Post y Breitbart.

En diciembre, ABC News acordó pagar 15 millones de dólares por una demanda presentada por Trump -por difamación- contra el presentador estrella de la cadena, George Stephanopoulos.

CBS News, una cadena que es blanco de otra investigación de la FCC y de una demanda de 20.000 millones de dólares por parte de los abogados de Trump, se vio obligada a cumplir con una solicitud de la FCC para entregar las imágenes sin editar de una entrevista realizada en 2024 a la candidata presidencial demócrata Kamala Harris. Trump asegura que la edición fue totalmente manipulada para engañar a los votantes.

Paramount, la empresa matriz de CBS, ahora está considerando resolver la demanda, informan algunos medios, en un momento en que necesita el apoyo de Trump para su propuesta de fusión con Skydance.

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FUENTE: Con información de AFP y otras fuentes.

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