viernes 21  de  febrero 2025
EXPULSIONES

De Guantánamo a Venezuela: Las deportaciones de migrantes en EEUU

Este nuevo grupo de 170 se suma a 190 migrantes venezolanos enviados a su país hace 10 días y que entran en la política de deportaciones masivas que prometió el presidente Donald Trump

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

Un total de 170 migrantes venezolanos fueron deportados el jueves por Estados Unidos desde Cuba, donde estaban detenidos en la Base Naval de Guantánamo.

Este grupo se suma a 190 migrantes venezolanos enviados a su país hace 10 días y que entran en la política de deportaciones masivas que prometió el presidente Donald Trump al volver al poder.

Venezuela y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas en 2019, durante el primer gobierno de Trump que encabezó la ofensiva internacional contra el presidente Nicolás Maduro con sanciones.

Y aunque la postura oficial de Washington se mantiene en no reconocer a Maduro, que juró para un tercer mandato tras una cuestionadas elecciones, Trump inició contactos con Maduro enfocados en la migración y la liberación de estadounidenses presos en Venezuela.

Un avión estadounidense trasladó a los 170 venezolanos de Guantánamo a Honduras, donde abordarían un vuelo venezolano rumbo a su país.

La entrega fue solicitada por el gobierno venezolano, que indicó en un comunicado que "fueron llevados" a la base militar estadounidense en Cuba, donde hay prisioneros acusados de terrorismo, incluidos miembros de Al Qaeda.

El gobierno estadounidense informó hace 15 días el traslado de 10 miembros de la banda Tren de Aragua a la cárcel militar, donde fueron habilitadas 30.000 camas para migrantes.

La organización fue designada en la víspera como organización terrorista.

"En caso de que exista alguna situación que tipifique cualquier forma de delito establecido en nuestro ordenamiento legal por parte de alguno de los repatriados, las autoridades competentes actuarán de acuerdo con la leyes", dijo Venezuela, que reiteró que la banda "fue desmantelada" en el país.

El desastroso legado de Biden y los demócratas

Trump aplica una política de mano dura contra la migración ilegal y delincuentes, que incluye redadas en varias ciudades y expulsiones masivas, y la suspensión de programas ilegales con el dinero de los contribuyentes lanzados por su predecesor, Joe Biden.

El gobierno recibe el apoyo de varios países centroamericanos, como Panamá, El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica, para acoger deportados antes de ser llevados a sus países de origen.

Se trata de un sistema de "externalización de fronteras" por el que Estados Unidos traslada a un tercer país el lento proceso de repatriación, explicó Carlos Sandoval, investigador social costarricense experto en migración.

Los expulsados a Centroamérica son ciudadanos de países que no aceptan vuelos de repatriación o con los que Washington tiene relaciones tensas.

Entre los 299 que llegaron la semana pasada a Panamá, hay ciudadanos de Irán, China, Afganistán, Pakistán, India, Uzbekistán, Turquía, Nepal, Sri Lanka y Vietnam.

Los acuerdos con Venezuela llevaron incluso a que dos aviones de la sancionada estatal Conviasa entraran a territorio estadounidense a buscar los primeros 190 connacionales.

Honduras aclaró que su participación este jueves en la entrega no lo convierte en "tercer país seguro" o "puente" de migrantes expulsados por la administración de Trump, según dijo a la AFP el vicecanciller hondureño, Tony García.

"Este es un trasbordo", los migrantes "se cambian de avión y siguen" hacia su país, no se quedan en albergues, subrayó.

FUENTE: Con información de AFP.

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