martes 29  de  octubre 2024
MADISON SQUARE GARDEN

Crece el nerviosismo demócrata tras multitudinario respaldo a Trump en Nueva York

Mientras Trump avanza, se desmorona la candidata Kamala Harris, una pieza creada artificialmente en semanas y de forma anticonstitucional (al menos moralmente) por la gran prensa liberal, y sin un voto en las primarias del partido

Por Leonardo Morales

MIAMI- El multitudinario e histórico mitin de campaña del expresidente Donald Trump y los republicanos en el Madison Square Garden puso a temblar no sólo el emblemático recinto y el centro de la ciudad de Nueva York, sino a los demócratas que en décadas no habían presenciado un evento político de esta magnitud por parte de los republicanos en el corazón del izquierdismo estadounidense.

Los casi 20.000 asistentes dentro del Madison hicieron historia el domingo 27 de octubre a pocos días de las elecciones del 5 de noviembre, pero la mayor alarma para la izquierda y extrema izquierda fue que en una veintena de cuadras en los alrededores del recinto decenas de miles de neoyorquinos salieron a exhibir su apoyo a Trump y a los republicanos con gorras y camisetas MAGA (Make America Great Again), banderas pro-Trump y de EEUU.

“Estoy emocionado de estar de regreso de esta manera en la ciudad que amo. Trabajadores, patriotas, siempre hemos estado juntos”, dijo Trump a los asistentes dentro del Madison y en las calles aledañas.

Desde hace décadas, los residentes y visitantes de Nueva York no veían un evento de campaña política de tal magnitud en el Madison Square Garden de Nueva York y sus calles aledañas

No es para menos que la izquierda despierte en pánico durante los días previos a las presidenciales con la cantidad de barreras que han tenido que sortear frente al empuje indetenible de Trump, sus seguidores y su campaña.

El tour forzado de Kamala por los medios de prensa en busca de votos, cuando apenas tenía previsto escasas entrevistas bien preparadas y planificadas, le ha ido como en sus cuatros años en la vicepresidencia del país: peor no ha podido ser.

Otro golpe a la izquierda y la imagen artificial de Harris

Mientras Trump avanza, se desmorona la falsa imagen de la candidata Kamala Harris, una pieza creada artificialmente y de forma anticonstitucional (al menos moralmente) por la gran prensa liberal, y sin un voto en las primarias del partido. Kamala fue puesta a dedo por una élite que lo menos que le importa es el voto de los estadounidenses; tampoco defender los valores democráticos de EEUU. A esa élite sólo le importa el dinero y la capacidad de poder frente a cualquier oponente y a cualquier precio, en especial contra el expresidente Donald Trump

Kamala es el producto populista construido en semanas principalmente por los imperios de las cadenas de televisión, que tampoco son ya imperios, sino instituciones en plena decadencia y supervivencia financiera, pero aún con el poder de difusión, manipulación, la creación de estados de opinión, propaganda y nombre para conseguir dinero de patrocinadores que sí poseen poder económico. La pena es que lo utilicen para destruir y no para construir un EEUU mejor, próspero y más transparente frente a la corrupción.

El propietario del Washington Post, Jeff Bezos, defendió la decisión de su medio de prensa de no respaldar a un candidato presidencial en estas elecciones del 5 de noviembre de 2024, insistiendo en que los apoyos políticos “crean una 'percepción' de parcialidad”.

En realidad, los apoyos políticos no dan una percepción de parcialidad, son un ejecución de la parcialidad y la renuncia a la ética del periodismo universal y de la defensa de una prensa libre e independiente. Esto es lo que ha ocurrido desde que los medios de comunicación se vieron ahogados financieramente por la llegada de la tecnología y la internet, que no reporta ni la tercera parte de los dividendos de los que antes disfrutaban periódicos, revistas, cadenas de televisión, agencias de noticias, emisoras de radio, etc.

La riqueza financiera genera por sí misma autonomía e independencia, mientras que sobrevivir sólo provoca dependencia y yugo. En estos tiempos de TikTok, YouTube y decenas de grandes plataformas online, los medios se han tenido que arrodillar ante la supervivencia y han perdido en este camino o proceso la libertad de expresión, la autonomía y la credibilidad, porque su misión de ser jueces independientes y cazadores de la verdad se ha disipado.

Según informes, el consejo editorial del Washington Post había redactado un borrador a favor de la vicepresidenta Kamala Harris y contra el expresidente Donald Trump antes de que se pusiera fin al respaldo.

Más de 200.000 lectores del Washington Post hasta ahora han cancelado sus suscripciones digitales, después del anuncio de la decisión, reveló NPR en EEUU (National Public Radio).

Bezos, en su artículo de opinión publicado por el diario, también enfatizó que el público estadounidense no confía en la prensa y las organizaciones de noticias "debemos trabajar más duro para controlar lo que podemos controlar para aumentar nuestra credibilidad".

El gran descontento en el corazón de Nueva York

El mitin de Trump y los republicanos en el corazón de Nueva York confirma todo lo anterior, la mayoría del pueblo estadounidense -incluso en los estados dirigidos por la extrema izquierda- ya no cree en las historias de los grandes medios de prensa, en especial de la izquierda, que se han convertido en los ejecutores de una agenda radical de izquierda destructora de sociedades, de familias y de la economía occidental para fomentar un engendro al estilo chino de economía de mercado, con un régimen que controla las políticas fundamentales y traza planes a través de un sistema con apariencia de flexibilidad, pero estrechamente vigilado, rígido en esencia y con el poder político, económico y social centralizado.

El expresidente Trump calificó su mitin en el Madison Square Garden de Nueva York como un “festival de amor, esperanza y energía”, una muestra más también del rechazo a las nefastas políticas del gobierno de Joe Biden y Kamala Harris.

Al hablar con reporteros y seguidores en su residencia en Mar-a-Lago, Florida, Trump afirmó que “nunca ha habido un evento tan hermoso” como el mitin del domingo por la noche en su ciudad natal, Nueva York.

“El amor y la energía vibrantes en esa sala fueron impresionantes”, recalcó. “Fue como un auténtico festival de amor y un gran honor para mí estar presente”.

Este fue el verdadero mensaje del exmandatario, los conservadores y de gran parte del pueblo de Nueva York a escasos días del 5 de noviembre. Sin embargo, la "broma" desafortunada y repudiable del comediante Tony Hinchcliffe, quien dijo en el evento que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”, ha sido tomado como banderín para vincularlo a la campaña de Trump, que ni conoce a esta persona ni sabía que era uno de los participantes.

Este momento desafortunado, sorpresivo seguramente para los organizadores del evento, ha servido de anzuelo para crear revuelo contra la campaña de Trump, cuando en realidad los oradores y quienes actúan en este tipo de mítines políticos lo hacen muchas veces en medio de la improvisación, donde cada individuo se responsabiliza por lo que dice.

Y esta altura preelectoral, tanto los medios liberales como conservadores están a la caza de cualquier motivo que les sirva para desprestigiar al oponente. Son los electores quienes deben desechar estos tintes mediáticos de campaña ante la gran importancia del derecho responsable al voto.

Como es de suponer, la prensa izquierdista como forma de desviar y minimizar el histórico y exitoso evento político en la Gran Manzana, señal de la desesperación y el nerviosismo de última hora de los demócratas que ven cada vez más cerca el regreso de Trump a la Oficina oval de la Casa Blanca.

El puñal silencioso

En estas elecciones, la izquierda ha perdido poderosos contribuidores y figuras entre ellos Elon Musk, que ha dado casi 90 millones para la campaña de Trump y él mismo ha protagonizado eventos en su plataforma X y en estados decisivos como Pennsylvania. Musk fue muy aplaudido en el Madison Square Garden y elogió la energía y el entusiasmo de los conservadores. Ahora Jeff Bezos se desmarca de Obama, los Clinton, los Bush, los donantes demócratas, de la directiva del Partido Demócrata y por ende de Kamala Harris

La emblemática figura de Robert F. Kennedy, junto a otros exdemócratas como Tulsi Gabbard, en apoyo a Trump ha sido el gran puñal silencioso para la izquierda y los radicales.

Kennedy fue enajenado y atacado por los propios demócratas para que no enfrentara a Joe Biden en las primarias. Luego, Biden fue el despojado de su derecho ganado a la reelección. Ahora Kennedy, quien vivió en las entrañas de la nueva izquierda, denuncia con pleno conocimiento y detalles en qué se ha convertido el Partido "Demócrata".

En el Madison, Kennedy fue ovacionado durante casi dos minutos al subir al estrado e interrumpido por aplausos y vítores en su discurso.

“Yo, que salí del partido demócrata, les digo que no crean en el Partido Demócrata [de ahora]. Ese ya no es el partido de Martin Luther King, de John F. Kennedy ni de Robert F. Kennedy".

“No sabemos siquiera cómo Kamala recibió esta nominación, sin votos en las primarias y sin el respaldo de los estadounidenses”.

“Este es el partido de los grandes bancos, de Wall Street, de los contratistas militares, de las compañías farmacéuticas, de las empresas que contaminan los alimentos con químicos. Es el partido que nos ha dado los niños más enfermos en la historia universal”.

“Hoy el 60% de los estadounidenses padecen de enfermedades crónicas. Gastamos 4,3 billones de dólares al año, cinco veces el presupuesto militar del país. El 77% de los hombres en EEUU no califica para el servicio militar, debido a las enfermedades crónicas. Este es un problema existencial para el país”.

"Puedo estar en desacuerdo con Trump en algunos puntos, pero no puedo estarlo en general cuando él quiere acabar con las guerras, la corrupción de las agencias federales, la carrera armamentista del gobierno contra los políticos que se oponen a ella, con la censura; proteger la Constitución, nuestras familias y nuestros niños, la libertad de expresión. Trump quiere eliminar las enfermedades crónicas; restaurar las leyes y la autoridad de EEUU, la clase media y poner a EEUU primero. ¿Acaso eso no es lo que quiere el pueblo estadounidense?... Por todas esas razones ahora estoy al lado de Donald J. Trump, concluyó Kennedy.

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FUENTE: Con información de AFP, AP, The Washington Post, New York Post y otras fuentes.

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