Los precios medios de las viviendas en Estados Unidos cayeron en julio de $445,000 en junio a $439,950 en julio, de acuerdo con el informe
Las propiedades de nueva construcción y las de uso en Estados Unidos experimentan una caída de precios. El desplome de ventas suma más de dos años.
FREDERIC J. BROWN/ AFPMIAMI- La ciudad de Tampa figura entre las tres ciudades donde el precio medio de la vivienda descendió en julio, siguiendo una tendencia que comenzó hace varios meses, según el informe mensual de Realtor.com
La disminución de los precios de las viviendas alcanzaron un máximo de dos años con urbes a la cabeza como Tampa (Florida), Charlotte (North Carolina) y Phoenix (Arizona).
El sur de Florida sigue siendo un fenómeno atípico; sin embargo, también ha comenzado a percibirse el letargo en la compraventa de propiedades, con un disminución notable de las ventas en sentido general tanto de uso como nuevas y en el sector comercial y residencial. En correspondencia, no ocurre aún lo mismo con los precios y los inmuebles en venta sostienen un valor alto, debido al gran atractivo de la zona y los impuestos.
Las áreas metropolitanas que vieron los mayores aumentos en la proporción de reducciones de precios fueron Tampa con un 9,7%; Charlotte con un 9,5%; y Phoenix con un 9,4%.
“Estos son lugares en los que los vendedores han tenido una buena racha en los últimos años con el aumento desorbitante de los precios, pero con los efectos de las tasas más altas, el impacto de la inflación por más de tres años y la incertidumbre, los vendedores están siendo obligados a retornar a la realidad con sus expectativas de precios”, afirma el experimentado economista de Realtor.com, Ralph McLaughlin.
Los compradores de viviendas han esperado en los últimos tres años a que los precios bajen; finalmente, hay señales de que esto ha comenzado a ocurrir de forma continuada.
Los precios medios de las viviendas en Estados Unidos cayeron en julio de $445,000 en junio a $439,950 en julio, de acuerdo con el informe.
Otra de las buenas noticias que se suma para los compradores es que la proporción de propiedades en venta con recortes de precios alcanzó un máximo de dos años en julio.
Ahora existe en el mercado de EEUU un 3,4% más de opciones de compra en comparación con el año anterior hasta llegar al 18,9%, que representa la cifra más alta de antes de la pandemia de COVID-19. Es decir, el incremento del inventario resulta evidente y beneficioso para quienes buscan adquirir una vivienda.
Julio suele ser un momento pico para las ventas de viviendas, por lo que la disminución de precios resulta inusual, pero analistas observan que el mercado de este verano es diferente por dos razones principales.
"En primer lugar, las tasas siguen siendo más altas de lo esperado por dos años, lo que provoca que haya menos actividad de los compradores", afirma el economista de Realtor.com, Ralph McLaughlin.
“En segundo lugar, la perspectiva de que las tasas hipotecarias bajen este otoño puede haber inducido a algunos compradores a esperar. Junto a la situación económica, esta combinación ha llevado a los vendedores a bajar sus precios para atraer a los indecisos”.
Sin embargo, muchos vendedores permanecen reacios a bajar los precios porque se resisten a no llevarse las mismas ganancias históricas que se vieron en 2021 y 2022, fundamentalmente.
Las cuatro regiones de los EE. UU. experimentaron reducciones de precios, y el sur registró la mayor proporción de reducciones, con un 4,1 %. Le siguieron el oeste, con un 3,4 %, el medio oeste, con un 2,4 %; y el noreste, con un 1,4 %.
Pero incluso cuando los vendedores reducen los precios, es posible que no obtengan lo que piden.
La reducción de los precios significa en estos momentos de mayor incertidumbre económica una píldora difícil de tragar para algunos vendedores, cuando el mercado inmobiliario está lejos aún de estabilizarse con niveles tradicionalmente moderados o lógicos.
“Incluso cuando se les presentaron las estadísticas de precios más recientes, muchos vendedores se mostraron optimistas de que su casa se vendería por más de lo que se vendió la casa de su vecino el verano pasado”, explica Bruce Ailion, de Re/Max Town & Country en Atlanta. “La nueva realidad comienza a calar solo después de varias semanas en el mercado sin ofertas”.
Lo anterior ha causado que ahora los compradores llevan la batuta y al ver que cada mes aumenta el inventario disponible, y las propiedades no se venden hasta incluso en varios meses, ofrecen menos dinero con un mercado a su favor por el incremento de opciones.
Por su parte, afirman los expertos, muchos vendedores se han tenido que conformar con ofertas entre el 5% y el 8% por debajo del precio de venta original. En algunos casos, depende de la zona, la cifra puede llegar hasta el 10% menos.
No obstante, los precios llegaron a escalar tanto que aún con reducciones entre el 10% y 20% los valores siguen siendo excesivamente altos y poco asequibles para lograr préstamos.
Lo más importante en estos momentos es que los compradores sientan seguridad de que pueden pagar el monto mensual cuando están comprando con precios inflados y con una tasa hipotecaria incómoda por encima del 6,6%. A eso se suman impuestos y seguros.
Las tasas hipotecarias y los altos precios no son las únicas razones por la que los compradores se encuentran a la espera, de acuerdo con los analistas.
“La gente parece estar más concentrada en el resultado de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre que en las tasas”, coinciden los expertos.
La gente ha sufrido durante casi cuatro años los incesantes embates de la inflación. Otros cuatro años con un gobierno demócrata que afirma que la economía es sólida -cuando el 64% de los estadounidenses apenas llega a fin de mes- resulta intolerable e insostenible para la mayoría en el país.
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