MIAMI- La peor inflación en las últimas cinco décadas en Estados Unidos creada por el gobierno de Joe Biden ha dejado secuelas nefastas para los minoristas estadounidenses y sus clientes, sobre todo cuando se habla de cadenas de supermercados.
Hoy, la prioridad entre la mayoría de los estadounidenses es ahorrar para poder comer lo más barato o comprar mucho menos con el mismo dinero. Esto lo ha aprovechado ALDI
MIAMI- La peor inflación en las últimas cinco décadas en Estados Unidos creada por el gobierno de Joe Biden ha dejado secuelas nefastas para los minoristas estadounidenses y sus clientes, sobre todo cuando se habla de cadenas de supermercados.
En estos momentos, todo indica que los consumidores, asfixiados financieramente, ya no buscan variedad ni calidad como prioridades y como ocurría apenas 6 o 7 años atrás.
Ahora la gente busca salvar su bolsillo y alimentarse como pueda. Resulta lamentable en la primera economía del mundo, pero es consecuencia de las políticas fallidas de la anterior administración que prometió fortalecer la clase media y ayudar a los más necesitados. Desde el primer día hizo todo lo opuesto.
Tras cuatro años de calamidad por los altísimos precios de todos los productos y servicios, que se mantienen al mismo nivel en la actualidad y que no bajarán con magia como esperan muchos, los estadounidenses se ven marginados en un país donde alimentarse no era un lujo como ocurre en países pobres y en desarrollo; de hecho nadie hablaba de precios ni de comida antes de la llegada de los gobiernos afines con la mal llamada tendencia "progresista" de Barack Obama y Joe Biden.
Una de las promesas del nuevo gobierno de Trump es bajar los precios y muchas personas creen que se logra en pocos meses, pero la magia no existe en economía y aunque la nueva administración tome medidas radicales, efectivas y de urgencia, los procesos económicos para revertirlos toman entre dos a tres años como mínimo.
Hoy, la prioridad entre la mayoría de los estadounidenses es ahorrar para poder comer lo más barato o comprar mucho menos con el mismo dinero. Y si puede consumir lo más caro sobre todo lo caro, pues debe primar la selectividad, sin excesos.
En esta crisis inflacionaria heredada por Trump y los republicanos, ya los productos no son tan frescos como antes y en muchos casos la calidad ha mermado de forma considerable, cuando apenas cuatro pequeñas bolsas de compra, sin cárnicos ni productos nutritivos esenciales, pueden costar 100 dólares.
Así queda el legado de los nuevos gobiernos demócratas en su paso destructor por la economía estadounidense, aunque los grandes medios de prensa de ultraizquierda o "progresistas" ni siquiera lo mencionen, sino por el contrario, le hacen creer que usted vive mejor, cuando es todo lo contrario.
Esta brecha la ha aprovechado una cadena de tiendas que llegó a EEUU a competir con los grandes de forma austera y simplista, enarbolando la bandera del ahorro y los bajos precios, basándose en sus experiencias en una Comunidad Europea donde las personas no cuentan con el mismo poder adquisitivo de los estadounidenses. Su nombre es ALDI.
La variedad de productos que ofrecen las cadenas estadounidenses como Costco, Walmart, Publix, BJ'S, Sam's Club, Target, Winn-Dixie, Wegmans Food Markets, Fresk Market, entre muchas otras, no la tiene ni remotamente ALDI, pero la crisis inflacionaria la convirtió en una opción relevante entre la clase media y los más pobres.
ALDI ha logrado posicionarse como una de las cadenas de supermercados más baratas en Estados Unidos y este año busca su expansión: abrirá más de 220 tiendas.
Con más de 2.400 mercados en 38 estados de EEUU, ALDI se ha posicionado como una de las cadenas de supermercado más populares en en el país, llegando a ser una de las principales competidoras de otros grandes de la industria, como Walmart y Costco.
De acuerdo con diversas comparaciones en línea, ALDI destaca por ofrecer precios más bajos dentro de la competencia, pero con una oferta reducida de productos y marcas, que ha sido parte de su gran éxito a pesar de su riesgosa apuesta en EEUU.
De hecho, la cadena de origen alemán es de los almacenes más baratos en Norteamérica. Esto se debe a un inventario mucho más limitado, dimensión de sus espacios y la prioridad de marcas internas y sucursales más pequeñas que implican costos de alquiler y mantenimiento reducidos.
Ahora planea la expansión más grande en EE.UU: 225 tiendas en 2025.
Para lograr su objetivo, la compañía ha llegado a un acuerdo para ocupar 170 espacios que eran de Winn-Dixie y Harveys Supermarket.
La cadena alemana pretende aumentar su presencia en el oeste, especialmente en California y Arizona, además de ingresar a nuevas zonas como Las Vegas.
“Se trata de la mayor cantidad de tiendas que ALDI abrirá en un año en sus casi 50 años de historia en EEUU, debido a que más compradores buscan ahorrar hasta un 36% en una compra promedio”, afirma un comunicado emitido por la compañía.