MIAMI.- Un "significativo" fragmento del iceberg más grande y antiguo del mundo se desprendió y ahora se dirige "lentamente" hacía las islas británicas de Georgias del Sur, lo que podría representar una amenaza para las especies de focas y pingüinos que hacen vida en este ecosistema.
De acuerdo con imágenes capturadas por un satélite europeo, analizadas por la agencia de noticias AFP y un grupo de científicos el 31 de enero de 2025, un trozo de aproximadamente 19 kilómetros de largo y 6 km en su parte más ancha, se separó del témpano de hielo, identificado como A23a, y se encuentra a la deriva en las aguas heladas del Océano Atlántico.
El A23a, el iceberg más grande y uno de los más antiguos del mundo, tiene una longitud de 80 km y una superficie de 3,360 km2. En 1986, se desprendió de la plataforma de hielo Filchner, en la Antártida, en un proceso natural que ocurre con frecuencia.
Sin embargo, llama la atención de los científicos por su gran tamaño —podría ocupar todas las ciudades de Nueva York, los Ángeles y Houston juntas—. "Varias decenas de kilómetros de longitud y unos cientos de metros de profundidad (...) No es raro, no es antinatural, pero es inusual porque es muy grande, muy, muy grande#, expresó Martin Siegert, científico polar de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, reseñado por National Geographic.
Viaja a las islas Georgias del Sur
El bloque de hielo permaneció intacto y atascado en el océano durante casi cuatro décadas. "Es, sin duda alguna, la primera parte significativa del iceberg que ha aparecido hasta la fecha", señaló el oceanógrafo Andrew Meijers, del British Antarctic Survey, con sede en Reino Unido, que sigue de cerca a este iceberg, en entrevista con la AFP.
Perdió una porción de 79 km2 —equiparable a la capital de Utah—, según las mediciones del satélite, y ahora viaja a lo largo de la corriente circumpolar antártica, la "más fuerte de la Tierra", a menos de tres kilómetros por hora, hacia las Georgias del Sur, un refugio de vida salvaje. "Se dirigirá más o menos en línea recta hacia Georgias del Sur", indicó Meijers.
Señaló, además, que el témpano de hielo dará un giro brusco en la corriente oceánica. "El iceberg pesa un billón de toneladas, así que no gira sobre sí mismo. Si se excede, podría encallar en aguas poco profundas hasta que se derrita lo suficiente como para seguir moviéndose o romperse (...] Nadie sabe lo que podría hacer", apuntó.
¿Producto del cambio climático?
De acuerdo con el científico de Exeter, Martin Siegert, el desprendimiento de esta porción del A23a "no es algo necesariamente provocado por los humanos" ni un "problema climático", en vista de que hay "montones de icebergs que se desprenden todo el tiempo", en un "proceso natural" que ocurre "constantemente".
Meijers, por su parte, mencionó que los icebergs suelen tener fracturas profundas, aunque el A23a había "resistido bien", con apenas pequeños desprendimientos anteriormente.
"Es una señal de que estas grietas comienzan a romperse", advirtió, al tiempo que recordó que en el pasado otros icebergs de gran magnitud se desplomaron "relativamente rápido, en el espacio de varias semanas", luego de perder grandes trozos.
"La forma en que estas cosas se desmoronan no es realmente una ciencia exacta (...) Realmente es difícil decir si se va a romper en mil pedazos o si va a seguir intacto", indicó el oceanógrafo.
Impacto
Para Meijers, es poco probable que el A23a cambie su trayectoria hacia las islas británicas en la que hacen vida especies de focas y pingüinos por la pérdida de una gran porción.
Indicó que, de atascarse cerca de la plataforma continental poco profunda, próxima a las Georgias del Sur, podría bloquear las rutas entre las zonas de alimentación y cría de muchas colonias de estas especies marinas.
Esto obligaría a los adultos a "nadar más lejos, quemar más energía y, básicamente, traer menos de vuelta", lo que podría ocasionar una mayor mortalidad y empeorar el impacto de la gripe aviar en focas y pingüinos.
Sin embargo, Meijers destacó que una fragmentación adicional reduciría "la amenaza para la fauna", puesto que estas especies podrían maniobrar más fácilmente en el océano entre bloques de hielo más pequeños para encontrar comida.
Agregó, además, que a medida que el mega iceberg se derrite, deposita el hierro que recorrió durante su trayectoria y remueve las aguas profundas, llevando nutrientes a la superficie, lo que favorece la proliferación de plancton, "que atrae al krill, que a su vez sustenta prácticamente todo en el Océano Austral".
FUENTE: Con información de AFP / National Geographic