HOUSTON.- El ponche es un objetivo para el venezolano José Quijada y la tasa de 12 abanicados por cada nueve entradas a lo largo de su carrera en las Grandes Ligas así lo demuestra.
Este año no ha sido la excepción para el zurdo de los Angelinos de Los Ángeles, aunque tuvo que iniciar su curso luego del Juego de Estrellas tras recuperarse de una Tommy John.
Quijada, en este curso, tras 18 innings había ponchado a 21 rivales -sin incluir el juego del sábado ante los Astros de Houston. Pero aunque se emociona cuando habla de ponches, hay un par que ha concretado este año que lo exaltan.
“Creo que los ponches que más disfruté, este año, fueron contra (Shohei) Ohtani y (Freddie) Freeman. Todos son buenos, pero esos dos, en el octavo inning con el juego empatado y el estadio full como una Serie Mundial, fueron con los más que me enbraqueté como se dice para disfrutarlos más”, rememoró el venezolano horas después de que el japonés se convirtiese en el primer pelotero de las mayores en conseguir un temporada de 50 jonrones y 50 bases robadas.
Y es que el pasado 3 de septiembre, Quijada se subió al montículo en casa de los Angelinos con la pizarra empatada 2-2 para enfrentar a Chris Tylor, Shohei Ohtnai y Mookie Betts. Pero el primer bate le tomó boleto y entonces el venezolano tuvo que sacar su casta ponchadora.
Necesitó cuatro envíos para concretar uno de los ponches que más ha disfrutado esta temporada. Le abrió al japonés con una recta cuatro costuras que fue bola y se mantuvo retándolo con el mismo envío hasta poncharlo.
Betts falló después de tres lanzamientos con elevado, pero se tuvo que fajar con Freeman. Al inicialista de los Dodgers los ponchó después de 12 lanzamientos (10 rectas de cuatro costuras y 2 sliders).
Arbitraje y descanso
El venezolano ha jugado seis temporadas en las Grandes Ligas, las últimas cinco con los Angelinos tras estar un año con los Marlins de Miami. Quijada considera a Los Ángeles como su casa y por ahora piensa en extender su estadía en la ciudad de las estrellas, por lo que descarta jugar en su país.
“Estoy en mi segundo año de arbitraje, probablemente regrese a este equipo. Estoy bien, me siento bien aquí”, comenta el zurdo, que para la campaña de 2024 consiguió un pacto de 840 mil dólares.
“En la pelota invernal toca esperar, ahora me cambiaron a los Bravos de Margarita, tengo que ver qué pasa. También necesito descansar porque vengo de la cirugía”, cerró el lanzador de 28 años de edad.
