Todo lo bueno llega a su final. Para Sergio Pérez, más allá de algunos inconvenientes a lo largo del camino, su estadía en la escudería Red Bull fue algo bueno, muy bueno.
A pesar de tener un año más en su contrato, el piloto mexicano Sergio Pérez y Red Bull decidieron tomar caminos separados rumbo a la zafra 2025 de la Fórmula 1
Todo lo bueno llega a su final. Para Sergio Pérez, más allá de algunos inconvenientes a lo largo del camino, su estadía en la escudería Red Bull fue algo bueno, muy bueno.
Tras su llegada a la Fórmula 1 hace más de una década, el azteca encontró en el equipo austríaco en 2021 el trampolín que necesitaba para propulsar su carrera hacia niveles que pocos imaginaban. Pero entonces, ¿por qué el camino llegó a su fin tan pronto?
Pérez había estado bajo presión desde que firmó una extensión de contrato el pasado mes de junio. Con el acuerdo, que tenía previsto concluir a finales de 2026, Red Bull esperaba que el mexicano pudiera redescubrir su mejor forma, pero el jefe del equipo Christian Horner admitió este mes que el movimiento "no funcionó".
El talentoso piloto consiguió sumar apenas nueve puntos en las últimas ocho carreras de la campaña y su último podio llegó en el quinto Gran Premio del año en China.
La falta de resultados no solo llevó a que Red Bull se quedara corta en su intento por defender el título de constructores, sino que además cayó a la tercera posición de la clasificación final, por detrás del monarca McLaren y de Ferrari.
Eso le costó al equipo una buena porción del dinero que podía obtener en premios y redujo el monto de los bonos que los miembros del mismo recibirán en este invierno.
De cualquier forma, es difícil culpar a Pérez por lo ocurrido. Ser compañero de equipo del cuatro veces campeón Max Verstappen es una tarea compleja. Y correr para una escudería de tanto prestigio como Red Bull, viene con un gran nivel de presión incluida.
El piloto confesó que, a medida que la presión aumentaba y los errores se incrementaban, su esfuerzo por ofrecer los resultados esperados era cada vez mayor, lo que únicamente lo llevó a cometer más pifias.
Pérez finalizó en la octava posición en la clasificación de pilotos, su peor cierre en cuatro años con Red Bull. Quedó 285 puntos por detrás de su compañero y campeón del torneo, el neerlandés Verstappen.
Red Bull quería encontrar la manera de que las cosas funcionaran. Mostraron respeto por Pérez y por lo que ha hecho por el equipo, incluyendo su contribución en el título obtenido por "Mad Max" en el 2021, con un cierre de película ante su principal contrincante, el británico Lewis Hamilton, en Abu Dabi.
Sin embargo, la versión de Pérez que se mostró este año no fue suficiente, a pesar de que el conjunto hizo lo posible por ayudarlo a sentirse cómodo.
Miembros del equipo encontraron algunos problemas en el monoplaza e incluso se disculparon con él por no haberlos hallado antes. Pero si llegó a sentirse mejor posteriormente, los resultados en la pista no lo reflejaron.
La escudería de la bebida energética no es conocida por su paciencia. Un claro ejemplo de ello fue Daniel Ricciardo, quien fue dejado en libertad a mitad de la pasada contienda; pero Red Bull parece haber hecho varias excepciones con Pérez.
No obstante, lucía bastante claro que la paciencia estaba por terminarse dentro del equipo a finales del año.
Existe la creencia de que Red Bull intentó que Pérez abandonara la escudería bajo sus propios términos, en lugar de empujarlo a salir. Pero el mexicano se mantuvo convencido de que tenía lo necesario para ofrecer los resultados esperados y firme en su deseo de completar un contrato que todavía no estaba tan cerca de finalizar.
Cuando los jefes de Red Bull se reunieron el lunes después del Gran Premio de Abu Dabi para discutir el futuro, la permanencia de Pérez estaba de primero en la lista. Al final, decidieron que habían visto lo suficiente y que era el momento de dejar atrás al mexicano de 34 años de edad.
La escudería pasó los siguientes 10 días intentando llegar a un acuerdo para cerrar su relación laboral con el azteca.
Pérez se marchará de la Fórmula 1 después de 12 temporadas, con una reputación de buen piloto, consistente en el medio de la tabla y responsable de haber jugado un papel fundamental en salvar al equipo que es conocido hoy en día como Aston Martin.
Mientras tanto, la incertidumbre de si podrá volver en 2026 sigue allí, gracias al arribo de Cadillac/GM para convertirse en la undécima escudería de la F1, lo que abrirá un par de asientos más en la parrilla.