MIAMI.- Celia es una niña pizpireta que se coló en el imaginario de los españoles desde inicios de los años 1930. Tanta popularidad obtuvo que en muchas ocasiones el nombre de su autora quedaba al fondo.
Con esta novela biográfica, María Montesinos nos acerca a la vida de la escritora Elena Fortún, pionera en la lucha por los derechos femeninos en España
MIAMI.- Celia es una niña pizpireta que se coló en el imaginario de los españoles desde inicios de los años 1930. Tanta popularidad obtuvo que en muchas ocasiones el nombre de su autora quedaba al fondo.
Elena Fortún, creadora de los cuentos de Celia, publicados por primera vez en 1928, y de muchos otros textos, era el seudónimo de María de la Encarnación Gertrudis Jacoba Aragoneses y de Urquijo (1886-1952), a quien la periodista María Montesinos rinde un precioso homenaje con la novela Te llamaré Celia (Penguin Random House, 2024). El seudónimo Elena Fortún es el nombre de un personaje de una novela escrita por su esposo Eusebio de Gorbea y Lemmi, titulada Los mil años de Elena Fortún.
María Montesinos dibuja en este libro los retazos de una biografía intensa, y como si tuviera en sus manos un tejido, nos muestra con delicadeza esas intimidades difíciles de abordar. Lo hace de una manera humana, poderosa y generadora de empatía, y nos coloca en el mundo de Elena, dentro de la habitación de Elena, de esa habitación propia donde pudo finalmente ser ella misma.
La historia se concentra en la etapa en la que Elena Fortún comenzó a desarrollar su carrera literaria, la creación del entrañable personaje infantil Celia, así como el exilio a causa de la Guerra Civil española.
La vida y el legado de Elena Fortún se elevan en este libro de 461 páginas como un tributo a una escritora que desafió los prejuicios de la primera mitad del siglo XX para respirar en libertad como la escritora que era.
Este libro se suma a otros títulos de Montesinos, como Un destino propio, en los que aborda la relevancia de la mujer dentro de la historia española, pero sobre todo en las letras. La autora narra de manera sutil lo que experimentó Elena al principio de su carrera literaria. El lector podrá acercarse a los demonios que enfrentó cuando se abrió a un mundo para el que no confiaba estar preparada, viviendo a la sombra de un esposo que no la apoyaba en su sueño de dedicarse a escribir, pues siempre fue escritora, aunque él tachara sus trabajos de ligeros. En el trazo de las escenas, en las descripciones, la historia de Montesinos destila verosimilitud y una capacidad para llevar al lector a espacios sensoriales que borran las distancias de tiempo y espacio, y se anclan en lo humano.
Se trata de un trabajo de rescate de la memoria que pone en su justo sitio de relevancia a una de las pioneras dentro del movimiento por los derechos femeninos en España en el siglo pasado, sobre todo por el derecho a un espacio de reconocimiento en el ámbito literario. Así, encontramos a numerosas figuras del mundo literario español de la primera mitad del siglo XX, como María de Maeztu, Carmen Conde, Gabriela Mistral, Victoria Kent, María Goyri, Zenobia Camprubí, María Lejárraga, entre otras.
Montesinos aborda también lo visceral, lo íntimo, lo doloroso: la muerte temprana del hijo de Elena, la vida matrimonial miserable entre la escritora y Eusebio, el pudor y la moral en torno al amor entre dos mujeres en una sociedad prejuiciosa. La autora nos pone frente a una escritora adelantada a su tiempo, que sentó las bases para que otras mujeres intelectuales disfrutaran, con el paso de los años, de los derechos que merecían, que se rebeló a los principios acartonados del matrimonio o la sociedad, y lo hizo de forma elegante, defendiendo sus principios.
Al final del libro, Montesinos le cede la palabra (de forma ficcional) a Elena Fortún, mostrando una selección de cartas y entradas de diario que terminan de contar los últimos años de la escritora: la angustia del exilio, el peso del tiempo y el hambre de escribir.
“Luis y Ana María quieren que nos vayamos todos a Estados Unidos, donde reside su hermano. Eusebio y yo lo hemos hablado: preferimos un país más parecido a España (México, Chile o casi mejor Argentina, donde ya se han asentado algunos de nuestros amigos), en el que se hable español y así no nos cueste tanto empezar de cero y ganarnos la vida con lo único que sabemos hacer: escribir”, se lee en una entrada del diario de Elena, escrita desde su exilio en Francia, en la que menciona el pedido de su hijo Luis.
En general, el lector podrá constatar el ingente trabajo de investigación realizado por Montesinos para dar con el color y el carácter más fieles posibles, no solo de Elena, sino de la época.
Estudió periodismo y gran parte de su carrera la ha dedicado a trabajar temas de comunicación social de organizaciones solidarias.
Es autora del bestseller La estúpida idea de dejarte marchar, una novela de romance contemporáneo publicado en exclusiva en Amazon, así como de la novela de narrativa femenina "El mapa de mi piel" y de "El Indiano", una historia de amor con trasfondo histórico.