PARÍS.- Jugando con siluetas, Saint Laurent cerró este martes la Semana de prêt-à-porter de París con un desfile muy depurado, que dejó todo el espacio a los colores y al movimiento de la ropa.
Saint Laurent cerró este martes la Semana de prêt-à-porter de París con un desfile muy depurado, que dejó el espacio a los colores y al movimiento de la ropa
PARÍS.- Jugando con siluetas, Saint Laurent cerró este martes la Semana de prêt-à-porter de París con un desfile muy depurado, que dejó todo el espacio a los colores y al movimiento de la ropa.
"En lugar de hablar a través de adornos o rellenos, los tejidos y la construcción precisa dan forma a las prendas. Las formas y volúmenes puros se derivan de la construcción y el corte", explicó la nota de intenciones del diseñador estrella de la casa, Anthony Vaccarello.
Fue casi un ensamblaje de volúmenes geométricos: empezando con pirámides invertidas y terminando con unas faldas en crinolina que parecían globos, de colores oscuros, oscilando suavemente con las ondulaciones de las modelos.
En medio de esa propuesta austera, sorprendieron una serie de vestidos ajustados al cuerpo que consistían en una capa plástica transparente, y por debajo un vestido de tonos blanquecinos con suaves franjas terrosas. La modelo parecía una medusa recién sacada del mar.
El parterre de invitados fue considerable, como Catherine Deneuve, Pedro Almodóvar, Rossy de Palma o la recién oscarizada Zoe Saldaña.
La actriz de origen dominicano ganó el premio a la Mejor actriz de reparto por Emilia Pérez, una película que contó con la colaboración de la productora que ha creado Vaccarello, un proyecto que le está dando muchos frutos.
Vaccarello optó por total looks, apenas mezclando colores: rojo sangre para empezar, seguido de malvas, verdes ácidos, amarillos.
Los enormes vestidos triangulares del principio, con grandes hombres estilo 80', terminan a la altura del muslo. A veces se transforman en blusas, ceñidas con falda semi tubo. A veces llevan un lazo anudado a la altura de la nuca.
Para los vestidos de crinolina, marrones o negros, el diseñador echa una cazadora de cuero encima de la modelo, como para protegerla del frío saliendo de una gala.
Chanel presentó una colección que juega con las proporciones y las superposiciones, de nuevo preparada sin director artístico.
Una chaqueta negra de tweed con bisutería a modo de botones se transforma en un largo abrigo, una gran blusa de popelina desciende hasta los tobillos, y sobre un conjunto chaqueta y short rosa, los creativos de Chanel superponen una chaqueta ligera y una larga falda transparente del mismo color.
Un juego de superposición y transparencia que se encuentra mucho en este nuevo guardarropa, para darle un guiño a los icónicos trajes de la marca francesa de lujo.
Ese juego se hace también con los accesorios, con bolsos que parecen inmensos collares de perlas y bolsos de mano que son sobredimensionados o diminutos.
La firma parisina también revisita algunos de sus motivos favoritos, como los lazos, presentes en los cuellos y puños, las flores, que adornan especialmente un abrigo de piel o el pecho de un vestido, y las perlas, que se incluyen -incluso- en el tacón de los zapatos.
Chanel espera la toma de posesión del francobelga Matthieu Blazy.
El discreto y muy respetado creador fue nombrado director artístico de la histórica casa en diciembre, seis meses después de la abrupta partida de la francesa Virginie Viard, pero no presentará una colección hasta la Semana de la Moda primavera-verano de septiembre.
Eso no desanimó a las celebridades: la gurú de la moda Anna Wintour, la supermodelo Naomi Campbell, Charlotte Casiraghi, de la familia principesca de Mónaco, la cantante sudafricana Tyla o las actrices francesas Anna Mouglalis y Carole Bouquet estuvieron presentes.
FUENTE: AFP