PARÍS.- La diseñadora Maria Grazia Chiuri invocó el aire, el fuego la tierra y el hielo para presentar su colección femenina otoño-invierno Dior este martes en París, en el que podría ser su último desfile para la marca de lujo francesa.
La diseñadora Maria Grazia Chiuri invocó el aire, el fuego la tierra y el hielo para presentar su colección femenina otoño-invierno Dior este martes en París
PARÍS.- La diseñadora Maria Grazia Chiuri invocó el aire, el fuego la tierra y el hielo para presentar su colección femenina otoño-invierno Dior este martes en París, en el que podría ser su último desfile para la marca de lujo francesa.
El show fue más largo de lo habitual, con partes diferenciadas inspiradas en los elementos esenciales: una especie de perodáctilo de cartón volando sobre la asistencia, el fuego, mediante llamas creadas digitalmente, grandes pedruscos flotando y finalmente el hielo, con pequeños icebergs que surgieron del suelo.
Como propuesta artística, un amplio abanico de estilos, como es habitual en los desfiles de Chiuri desde su llegada a la división femenina de Dior en 2016, una de las grandes marcas mundiales del lujo, con clientas de gustos variados en todos los rincones del planeta.
Hubo abundancia de blusas blancas, bordadas en el pecho, con cuellos altos y mangas amplias, que asomaban debajo de abrigos entallados, ricamente estampados, de seda y lana, también de cuello alto, como las botas.
Una tendencia que recordaba el movimiento Nuevos Románticos de principios de los años 80'.
El desfile no se paró ahí: hubo también abrigos holgados, colores tierra, tendencia streetwear, camisetas sobrepuestas sobre camisas, con el logo conocido de la marca: J'adore Dior.
El homenaje al clasicismo francés llegó en forma de corsés que se alargan de forma acampanada a nivel de la cintura, troquelados y rígidos, encima de blusas ligeras.
Transparencias, ya sea como largos velos encima de conjuntos negligés, medias y zapatillas planas.
Dior se separó recientemente de su director artístico de las colecciones masculinas, Kim Jones, y los rumores abundan en París sobre la posibilidad de que Chiuri abandone también el barco.
En un movimiento que podría estar relacionado con esos cambios en Dior, el director artístico de Loewe, el norirlandés Jonathan Anderson, que renovó a fondo la marca española y la convirtió en un éxito de ventas, no desfila de nuevo en esta Semana de la Moda femenina parisina, sino que su estudio se limitará a hacer una presentación.
Anderson, que se mantiene en silencio en redes sociales, tampoco desfiló en enero durante la Semana de la Moda masculina, ni siquiera con su marca propia, JW Anderson.
La joven diseñadora belga Marie Adam-Leenaerdt presentó por su parte una colección muy depurada, centrada sobre todo en el fieltro gris, grueso y declinado en grandes abrigos, casi como armaduras.
Las modelos desfilaron primero con un vestido o abrigo que luego era reversible, y que en la segunda parte del espectáculo aparecieron del revés, cubierto por una funda blanca.
"El primer pase consistió en mostrar casi un objeto, la prenda que da la estructura. Luego se cubre esta prenda con una funda, sin estructura, sin refuerzos, sin hombreras", explicó la creadora a los periodistas.
"Para mí es realmente importante en esta temporada mostrar la multifuncionalidad de la prenda, porque es algo que está muy presente en el ADN de la marca", añadió.
Por su parte, Undercover celebró 35 años con una selección de lo que consideró la mejor colección de todos sus trabajos previos, explicó su fundador, el japonés Jun Takahashi, en la nota de presentación.
La marca empezó mostrando modelos basados en la ropa callejera, sudaderas anchas, combinadas con faldas tubo, zapatos estiletto.
Poco a poco el desfile se fue volviendo más complejo, con vestidos de noche, pulóveres de lentejuelas azul cobalto con una amplia falda estampada y el mismo modelo declinado al revés.
La Semana de la Moda parisina, que arrancó el lunes, se cierra el martes de la semana que viene tras un centenar de desfiles y presentaciones.
FUENTE: AFP