MIAMI.- La XXIII edición del Festival Internacional del Monólogo Teatro a una Voz, que convoca la compañía Havanafama, cerró su programación del 2025 con dos monólogos interpretados por mujeres.
La XXIII edición del Festival Internacional del Monólogo Teatro a una Voz, que convoca la compañía Havanafama, cerró con dos obras
MIAMI.- La XXIII edición del Festival Internacional del Monólogo Teatro a una Voz, que convoca la compañía Havanafama, cerró su programación del 2025 con dos monólogos interpretados por mujeres.
El primero de la noche de clausura fue La muñeca nocturna, texto de José Luis Díaz Granado, interpretado por la actriz y profesora colombiana Eliana Ramírez.
El texto de casi una hora de duración, se centra en la vida de una mujer, Esperanza, a la que le dicen Muñeca, que por su trabajo debe relacionarse con distintos hombres, con deseos y exigencias particulares.
Vistiendo ropa interior roja y medias largas de maya, la actriz va desentrañando sus intimidades y las situaciones con sus clientes.
Con un trabajo escénico notable, Eliana Ramírez entrega un personaje convincente, aunque se trata de una obra sin sobresaltos, sin aportar nada nuevo a un tema numerosas veces abordado y por lo general con los mismos argumentos y situaciones.
El espectador se pregunta cuál es el propósito de repetir la dureza en la vida de una mujer de la noche y las complejidades de sus clientes, muchos hombres mayores, viciosos, borrachos y con problemas con sus propias parejas, que desahogan sus frustraciones en los prostíbulos.
Muñeca se centra un poco en su cliente José que le gustaba como hombre, que le decía frases agradables y poéticas, como “los pezones son el timbre para llegar al corazón”.
A medida que avanza el monólogo, la actriz bebe sorbos de una botella de brandi, lo que la va emborrachando, sin que ese hecho conduzca a que la propia protagonista desdoble a su personaje, proyectando otra personalidad reprimida por el trabajo que hace. Por el contrario, desde un inicio reconoce que está en el oficio por voluntad propia.
En general La muñeca de la noche es un ejercicio actoral que se recibe con agrado. Eliana Ramírez además canta, baila e interactúa con el público, dejando a la audiencia en general satisfecha y demostrando que posee muchos recursos escénicos y dominio del cuerpo.
En la misma jornada se presentó Ecos de locura, un drama escrito e interpretado por Ana Bugarib, bajo la dirección de Djalona Rhurler y que se le presentó al público en portugués.
La obra es un texto complejo, que al interpretarse en una lengua que parte de la audiencia no domina, hace más difícil asimilarlo. Sin embargo, la puesta visualmente resulta acogedora, dominando la escena cinco maniquíes con harapos y cada uno de ellos con un texto en la parte trasera escrito a mano. Lo mismo ocurre con el vestuario de la intérprete, una mujer que parece estar encerrada en un siquiátrico que tilda de “un cementerio de los vivos”, mientras va desentrañando sus problemas y en algunos momentos parece asumir la voz de una narradora que expone los problemas sociales, las distintas clases y el abuso a los más vulnerables. Al final lee un documento en español, a modo de explicar un poco lo que interpretó.
La propuesta está trabajada con esmero, desde el diseño y manejo de las luces, un trabajo del fotógrafo Ismael Requejo, que él mismo explica al decir que “el verde y los colores pasteles dominan la escena, creando un eco de esperanza y opresión”, hasta los elementos escenográficos.
En esta obra en portugués, Ana Bugarib se luce en los movimientos por la escena, en su expresión corporal, en la manera de ir alcanzando los distintos registros que pide el desarrollo de las situaciones. Un monólogo que permite resaltar los recursos de una actriz con trayectoria.
Las historias en los siquiátricos suelen ser perturbadoras, y por la expresión de la actriz, así debió estarle ocurriéndole al personaje que encarnaba en Ecos de locura, desesperada por lo que la rodeaba, por la falta de oportunidad de vida y la desesperanza.
En este 2025, el Festival del Monólogo resultó más sobrio que los anteriores, pero sigue siendo una cita necesaria para los amantes del teatro y para los actores y dramaturgos profesionales y nóveles, que desean presentar sus trabajos. No hay otro festival en Miami que abra las puertas de esta manera.