MIAMI.- Guillermo del Toro asistió al Festival de Cine de Animación de Annecy, en Francia, para conversar sobre el poder de la animación y cómo esta herramienta se convirtió en su primer gran amor en el cine.
MIAMI.- Guillermo del Toro asistió al Festival de Cine de Animación de Annecy, en Francia, para conversar sobre el poder de la animación y cómo esta herramienta se convirtió en su primer gran amor en el cine.
Durante una masterclass, del Toro habló de sus inicios en el género cinematográfico y resaltó que en sus próximos proyectos la animación contempla la gran mayoría de los mismos.
"Hay un par de películas más de acción real que quiero hacer, pero no muchas. Después de eso, sólo quiero hacer animación. Ése es el plan", comentó del Toro.
Recientemente el cineasta ganó el Óscar por su película Pinocho. Durante su discurso, el director manifestó que la animación no es un género únicamente para niños, y que tiene un gran poder para conectar con grandes y pequeños.
Durante su intervención, del Toro también manifestó cómo tuvo que recortar gastos cuando inició en el cine para poder adquirir los equipos necesarios. Igualmente, señaló que su primera película sería en stop-motion, pero unos vándalos se metieron al estudio y destruyeron las marionetas y los sets, lo que hizo que redefiniera sus oportunidades y fue entonces cuando se lanzó con su ópera prima Cronos.
El director mexicano aprovechó el momento para hacer una fuerte crítica a la industria del cine, algo que siempre lo ha caracterizado, y aseguró que grandes estudios buscan destruir el arte.
"Hacer cine es comerse un bocadillo de mierda. Siempre hay mierda, sólo que a veces te dan un poco más de pan. (...) El índice de productividad frente a tus esfuerzos seguirá siendo frustrantemente difícil, y frustrantemente largo. Y siempre te encontrarás con imbéciles. Pero has de tener fe en las historias que quieres contar, y esperar a que alguien quiera comprarlas".
No obstante, resaltó que pese a los malos momentos que se puedan encontrar en la industria, ser perseverante puede dejar grandes recompensas, y agregó que su pasión lo ha llevado a entender la belleza del stop-motion. "Es la forma más bella de animación, porque es la más íntima".
"Siempre hay una fuerte conexión entre el animador y el modelo físico. La animación es para los espíritus no domesticados. La animación es decirle ‘jódete’ al mundo tal y como te lo presentaron de niño. No dejes de mandar al mundo a la mierda. ¡Sigue diciéndolo hasta que te estrelles! Eso es lo importante de los monstruos. Me encantan porque representan un "fuck you" corporal al mundo", recalcó.
FUENTE: REDACCIÓN