MIAMI.- El escritor Álvaro Pombo recibió de manos del rey Felipe VI y la reina Letizia el Premio Cervantes, el mayor reconocimiento de las letras en español. Sin embargo, su frágil salud no le permitió leer el discurso de aceptación del galardón.
El rey Felipe VI celebró el legado de Pombo y sus contribuciones a la lengua, destacando la bondad y claridad de su obra
MIAMI.- El escritor Álvaro Pombo recibió de manos del rey Felipe VI y la reina Letizia el Premio Cervantes, el mayor reconocimiento de las letras en español. Sin embargo, su frágil salud no le permitió leer el discurso de aceptación del galardón.
Fue esta misma causa la que le impidió al novelista de 85 años participar en el tradicional almuerzo con los reyes, y otras autoridades de la institución, que se realizó el martes 22 de abril; así como también su frágil condición puso en duda si podría asistir a la cita de hoy.
Según Ministerio de Cultura, Pombo es merecedor del reconocimiento debido a que ha creado en sus libros: "un mundo literario propio, imperecedero e imprescindible, que conmueve y que conduele".
Álvaro Pombo observó la ceremonia sentado en una silla de ruedas y con un grueso gorro cubriendo su cabeza. El discurso de aceptación que preparó fue leído por Mario Crespo, escritor y Miembro de la Real Academia Española de la Lengua, señaló AFP.
"(El Cervantes) es el más alto honor literario y social que me ha concedido nunca España o el mundo, me siento altamente reconocido, aceptado y admirado, mucho más de lo que merezco", leyó Crespo en nombre de Pombo.
El también ensayista y poeta, nacido en Santander en 1939, es miembro de número de la Real Academia Española y sus escritos lo han llevado a alzarse con numerosos reconocimientos, como el Premio Herralde en 1983 con El héroe de las mansardas de Mansard, el Nacional de Narrativa en 1997 por Donde las mujeres y el Planeta en 2006 con La fortuna de Matilda Turpin.
Por su parte, el rey Felipe VI celebró el legado de Pombo y sus contribuciones a la lengua, destacando la bondad y claridad de su obra.
"En los tiempos que vivimos, los valores citados -claridad, bondad, verdad- son como faros que han de guiarnos en una búsqueda incesante. Vivimos días inciertos que piden claridad; días duros -y para muchos, aciagos- que demandan bondad; días de confusión que reclaman verdad", dijo Felipe VI.
Según Europa Press, el monarca reiteró que Pombo es merecedor de esta distinción debido a la variedad y pluralidad de su obra. "La obra literaria de Pombo es amplia y ha sido galardonada. Incluye poesía, novela y ensayos como La ficción suprema. Asalto a la idea de Dios".
El rey también señaló que las diferentes experiencias de Pombo hizo que sus novelas sean siempre imprevisibles, lo que considera un gran acierto.
"En este afán de encontrar la verdad narrativamente hallamos la lección más profunda de la obra de Álvaro Pombo, la que deberíamos aprender todos. Lo importante es comprender lo que pasa y lo que nos pasa. Y en el ámbito social, comprendernos. Después podremos juzgar, pero antes tenemos que comprender. Y para ello, dice Pombo, la Filosofía suele subir demasiado aprisa a la abstracción".
El rey también recordó la bondad de Mario Vargas Llosa al recoger su Premio Cervantes en 1994 y ha citado las palabras que pronunció el peruano como homenaje. "Decía Vargas Llosa: incluso para sus contemporáneos, que leyeron el libro riéndose a carcajadas y vieron en él sólo una novela risueña, el esmirriado manchego que arremete contra molinos de viento creyéndolos gigantes, toma la bacía de un barbero por el yelmo de Mambrino y ve castillos y palacios en las ventas del camino, apareció como un ser moralmente superior, empeñado en una aventura noble e idealista, aunque, a causa de la desbocada fantasía que enturbia su razón, todo le salga al revés".