Si visita entre mayo a noviembre, debe empacar un poncho porque durante esos meses es la temporada de lluvias; septiembre y octubre son los más lluviosos. El resto del año, de diciembre a abril, llega la temporada seca. El clima tropical del país no contempla verano ni invierno, solo días de lluvia y humedad o secos.
Al llegar a la Hacienda Belén, anclado en un cafetal de unas cinco hectáreas, el huésped se transporta a otra época. Las paredes de este hotel estilo hacienda recogen historia. Aunque abrió sus puertas en 1996, por la manera cómo están decorado sus espacios y el estilo vintage de su acogedor patio interior, pareciera haber sido testigo de antaño de la vida en la alta sociedad capitalina.
En esa propiedad de Marriott, rodeada de vegetación, con dos lindas piscinas exteriores desde donde se escuchan las aves, se trazan estrategias para aportar a la conservación del medioambiente y contribuir a la sociedad.
“Nuestra estrategia de sustentabilidad está basada en los 17 objetivos de desarrollo sostenible que lanzó la ONU a nivel mundial. Y también en nutrir nuestro mundo, que son todas las acciones que realizamos, para los hospitales, las escuelas, diferentes albergues y organizaciones. También contamos con el pilar de mantener operaciones responsables. Y nos enfocamos mucho en la reducción de los impactos negativos que pueda generar la operación del hotel”, explicó Karol Hernández, gerente de sustentabilidad.
“Nos enfocamos, además, en reducir el desperdicio de alimentos. Tenemos una meta de producción de alimentos y un sistema que monitorea los residuos orgánicos en las cocinas, porque parte de nuestro impacto negativo son esos residuos. Así que tenemos como objetivo reducir ese impacto. Tenemos un programa de reciclaje, en las habitaciones, los eventos, la cocina. También tenemos una manera de medir en tiempo real nuestra huella de carbón”, añadió la ejecutiva, que trabaja en esa área hace 10 años.
Ubicado en la zona de La Asunción, el hotel está cerca del aeropuerto, del Parque Central de San José y del Museo de Arte Costarricense. Hacienda Belén cuenta con unas 299 habitaciones distribuidas en cinco pisos, con vistas al enorme campo de golf que pareciera desdibujarse ante las imponentes montañas que lo rodean.
Naturaleza que se respira
Es imperdible conocer uno de los siete volcanes activos en Costa Rica. Si decide visitar el Parque Nacional Volcán Poás, en las afueras de San José, sepa que debe disponer de unas dos horas para realizar el recorrido. Toma poco más de una hora llegar desde la capital y la visita tarda media hora. Debe vestir ropa y zapatos cómodos. También debe abrigarse bien, porque hace frío producto de un microclima en la zona volcánica.
Se recomienda ir en la mañana para disfrutar de mejor visibilidad. Unos 340 mil visitantes al año se acercan a conocer el volcán considerado entre los más majestuosos de la región.
“Estamos en uno de los siete volcanes que tenemos activos en Costa Rica. Lo que vemos aquí es un cráter principal con un diámetro muy grande, entre los más grandes de Centroamérica. También vamos a ver actividad freática, así se le llama cuando hay emanación de gases, en este caso, ácido clorhídrico y ácido sulfúrico. También puede haber grandes columnas de ceniza o explosión de agua a muy alta temperatura con algunas rocas”, detalló Alberto Astorga, historiador y guía turístico, sobre el volcán que se imponía detrás dejándose admirar.
En San Luis, Sabanilla, Alajuela, a unos 45 minutos de San José, en las proximidades del Poás, está la Hacienda Alsacia, que pertenece a Starbucks desde 2013. Si opta por conocerla, podrá saborear su café favorito de la afamada cadena con una impresionante vista de la selva y la brisa acariciando su rostro. Desde una de las mesas se ve a lo lejos una cascada, abrazada por una exuberante naturaleza, mientras cae una copiosa lluvia.
Sin dudas, es otro paseo que vale la pena. Por su cercanía, podría visitar la hacienda, que abarca unas 240 hectáreas, después de haber visto el volcán. Durante 90 minutos de recorrido, se dan a conocer detalles de la producción cafetalera del país, que está disminuyendo porque cada vez hay menos familias que laboran en los cafetales, además, la industria se está enfocando en la calidad del producto, según el guía a cargo.
Después de adentrase en el mundo del café, desde la siembra hasta cómo llega a las mesas de desayuno, el recorrido termina con una rica degustación.
Llega la hora de almorzar y el lugar indicado podría ser Freddo Fresas, un restaurante típico donde sirven deliciosos jugos naturales, en especial el de fresa. La gastronomía es parte de la identidad nacional y en Costa Rica uno de los platos tradicionales por excelencia es el casado, que consiste en una mezcla de diversos ingredientes que destacan en la cocina tica: arroz blanco, frijoles, ensalada, patacones y proteína, ya sea pollo, carne o pescado.
Para conocer una de las playas exóticas del país hay que viajar unas dos horas, desde la capital hasta la costa del Pacífico Central. Se trata de Playa Herradura, donde una de las opciones de alojamiento es en Los Sueños, también de la lujosa cadena hotelera.
Relajación extrema
Enclavado en la Costa Verde, al llegar al resort se respira paz y tranquilidad. La vista se pierde entre lo azul del horizonte y las arenas negras de la playa que, aunque no invita a sumergirse en sus aguas, inspira calma, como si se hubiera hallado un oasis de relajación.
Y es que Los Sueños Marriot Ocean & Golf Resort es el destino ideal para los amantes de la naturaleza, el relax y el ecoturismo. Pero también para los aficionados del golf y el turismo de aventura.
Con espaciosas habitaciones con vistas al mar y piscinas que se entrelazan, el hotel es idóneo para pasar un fin de semana en familia o en pareja. Entre las actividades que ofrecen están los deportes acuáticos, paseos en bote o la pesca deportiva en la marina.
También puede realizar un tour ecológico por el campo de golf y si es paciente puede detenerse a observar al oso perezoso, conocido por sus prolongados descansos en las ramas de frondosos árboles.
Labor social y medioambiente
Este hotel, que arriba a su 25 aniversario, cuenta con unas 201 habitaciones, además de las instalaciones del club vacacional. Y conforme a la filosofía de la familia Marriott, se involucra en la comunidad donde opera.
“Ayudamos a mujeres a mostrar sus productos artesanales. Y es una manera de ayudar a familias, porque las mujeres aportan a la economía del hogar. Esta iniciativa a gustado mucho a los grupos que vienen a conocer nuestro destino”, dijo María Florencia Arenaza, gerente general de la propiedad.
“Es un orgullo liderar este hotel, porque hace mucho por los huéspedes y la comunidad. Nos interesa mucho generar un impacto positivo. Me siento muy contenta aquí. Tengo 19 años trabajando con Marriott y casi seis aquí en Los Sueños. Costa Rica es un país con una energía especial, es pura vida, como dicen los costarricenses. Ha sido una experiencia muy linda profesional y personalmente”, añadió la argentina que tiene en su haber tres décadas en la industria de la Hotelería.
Con el propósito de contribuir a la conservación del medioambiente, el hotel también se ha aliado a Mareblu, organización sin fines de lucro que se dedica al reciclaje de plásticos para ayudar a la limpieza de los océanos. Y a través de esta organización, un grupo de jóvenes voluntarios de diferentes partes del mundo llega a Playa Herradura con la misión de mantenerla limpia.
Diversión y aventura
Quienes se hospeden en este lugar paradisiaco y luego de descansar deseen un poco de adrenalina, deben visitar el parque de aventura Vista Los Sueños, donde pueden deslizarse por un circuito de tirolesas, montar a caballo o en MTV, o navegar en kayak y apreciar las cascadas.
Antes de finalizar la visita al parque, conozca la ruta del cacao, donde podrá presenciar la elaboración del chocolate, desde palpar su semilla y probar la fruta, hasta verlo tostar a fuego lento, moler y derretir, para luego saborearlo encima de fresas y rodajas de banana o beberlo con malvaviscos.
