MIAMI.- En abril de 2019, el mundo veía conmocionado como las llamas devoraban la imponente arquitectura de la Catedral de Notre Dame en París. Entonces, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió que el icónico patrimonio renacería de las cenizas y en diciembre de 2024 volvería a abrir sus puertas.
Tomo casi tres años retirar los escombros que el incendio dejó, así como despejar el área para iniciar los trabajos de restauración de los muros de la catedral y las bóvedas del techo.
Sin embargo, la legislación francesa establece que arqueólogos deben intervenir en proyectos de construcción de espacios patrimoniales.
Tesoros
Y, aunque en principio estos investigadores debían supervisar que los andamios que permitirían reconstruir la icónica aguja de la catedral no dañaran ninguna otra valiosa pieza del recinto, los arqueólogos hallaron mucho más.
“Los restos resultaron ser mucho más ricos de lo esperado”, comentó Christophe Besnier, miembro del equipo del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva que participó en la restauración. "Es muy impresionante".
Según National Geographic, durante su estancia en el lugar se hallaron 1035 fragmentos de numerosas obras de arte.
En el centro de la catedral, Besnier y sus hombres desenterraron obras escultóricas de distintas épocas y que por siglos se pensaron perdidas.
"En cuanto el equipo de Besnier retiró las baldosas del suelo y una fina capa de tierra y escombros, apareció la parte superior de un ataúd de plomo. Cerca, empezaron a aparecer esculturas de piedra caliza: cabezas y torsos de tamaño natural alineados ordenadamente justo bajo el suelo a lo largo de la entrada al coro", reseñó el portal.
Posteriormente, se autorizó a los investigadores excavar a más de 40 centímetros de profundidad, distancia que les permitiría extraer las piezas encontradas.
"Las estatuas resultaron ser el hallazgo más importante. Los arqueólogos determinaron que se trataba de los restos del “coro alto” de piedra caliza del siglo XIII que originalmente cerraba el coro y el santuario de Notre Dame a la vista del público. Desmontada a principios del siglo XVIII, la bóveda, de 4 metros de altura, había desaparecido. Solo existían algunos fragmentos y ninguna representación completa, así como ningún registro de su destino", reza la publicación.
Exposición
Ahora, parte de estas se exponen en el Museo Cluny.
"Pensábamos que estos elementos se habían perdido para siempre", dijo Séverine Lepape, directora del museo, en una entrevista que concedió a France 24.
Muchas de las esculturas halladas datan de 1230. Desde bustos de crucificados o el rostro de Cristo, hasta el torso de un hombre vestido con túnica.
Además, el medio también señala que las excavaciones también se hallaron 700 esculturas policromadas.
"La policromía es la decoración coloreada de la superficie. Nos dice lo que la gente veía al enfrentarse a estas esculturas antes de que desapareciera la aplicación del color", comentó Damien Berné, comisario de la exposición Hacer hablar a las piedras: Esculturas medievales de Notre-Dame.
La muestra estará abierta hasta el 16 de marzo de 2025.