Un huracán suele ocurrir durante la temporada de huracanes, que en la cuenca del Atlántico ocurre cada año del 1 de junio al 30 de noviembre
Automóviles circulan por el puente George G. Tapper antes de la llegada del huracán Helene a Port Saint Joe, Florida, el 26 de septiembre de 2024.
AFP
Imagen referencial.
Pixabay/GIFMIAMI.- El clima severo puede afectar cualquier parte del mundo, pero cada año la temporada de huracanes del Atlántico trae fuertes lluvias, vientos, marejadas ciclónicas y, a veces, devastación catastrófica a lugares desde las islas del Caribe y América Central hasta Estados Unidos y Canadá.
Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, monitorean las tormentas desde el momento en que se forman hasta que se disipan. Este año, se esperaba que la temporada 2024 fuera extremadamente activa y generó el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Atlántico.
Pero, ¿cómo se forman estos huracanes y qué significan las categorías? Veamos los hechos:
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, los huracanes suelen comenzar como ondas tropicales que se combinan con aguas cálidas del océano. También pueden ser alimentados por tormentas eléctricas. El sistema meteorológico se desplaza hacia el oeste a medida que el aire cálido del océano asciende hacia él, lo que crea una zona de baja presión debajo de él, dijo la NOAA. El aire se eleva y se enfría, y eso forma nubes y tormentas eléctricas.
Los huracanes tienen vientos máximos sostenidos (la velocidad media del viento más alta en un minuto en un momento determinado) de 120 km/h (74 mph) o más. Si un ciclón tropical tiene vientos máximos sostenidos de entre 63 y 120 km/h (39 y 73 mph), se denomina tormenta tropical. Si los vientos máximos sostenidos son inferiores a 63 km/h, se denomina depresión tropical.
Los huracanes suelen ocurrir durante la temporada de huracanes, que en la cuenca del Atlántico ocurre cada año del 1 de junio al 30 de noviembre.
La escala de vientos huracanados Saffir-Simpson clasifica los huracanes del uno al cinco. Los huracanes de categoría 1 tienen una velocidad de entre 120 y 150 km/h y pueden traer vientos muy peligrosos que pueden dañar incluso casas resistentes. La categoría 1 es el huracán más débil y las tormentas se fortalecen a partir de ahí.
Si un huracán es de categoría 3 o superior, se considera un huracán mayor. Los huracanes de categoría 3 comienzan con vientos máximos sostenidos de 111 mph (180 kph).
Catastrófico. Un huracán de categoría 5 destruye casas, corta el suministro eléctrico en grandes áreas y aísla comunidades debido a la caída de árboles y postes de electricidad. También puede causar daños críticos a infraestructuras como carreteras, puentes y represas. Un huracán de categoría 5 tiene la capacidad de dejar grandes áreas inhabitables durante semanas o más.
El número de daños que causa un huracán depende de su fuerza y del lugar donde toque tierra. Incluso un huracán relativamente débil puede causar daños importantes y muchas muertes si golpea una comunidad vulnerable o daña una infraestructura clave. Un huracán de fuerza media, como el huracán Jeanne de 2004 en Florida, causará daños devastadores en viviendas, infraestructura y red eléctrica. También es común que se produzcan muertes debido a inundaciones, accidentes, lesiones y otros trastornos causados por la tormenta.
El huracán Galveston de 1900 en Texas es el desastre natural más mortífero en la historia de Estados Unidos, según la NOAA y otras autoridades. La tormenta mató al menos a 8.000 personas, destruyó miles de edificios y dejó cientos de millones de dólares en daños según los estándares actuales. Otros huracanes extraordinariamente mortíferos en la historia reciente han incluido el huracán María, que mató a más de 3.000 personas en 2017, y el huracán Katrina, que mató a más de 1.300 en 2005.
FUENTE: Con información de AP
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