sábado 26  de  octubre 2024
SALUD

Por qué enferma el corazón y cómo cuidarlo

Un buen modo de prevenir enfermedades del corazón es conocer esos factores que agudizan los problemas cardíacos

Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI.- Bombea sangre a todo nuestro cuerpo, es un cliché del marketing del amor, su músculo trabaja todo el día, no tiene vacaciones. El corazón es el motor de nuestros cuerpos y muchas veces se lleva golpes indirectos a causa del estrés, los hábitos nocivos, la hipertensión o los niveles de colesterol.

Los médicos no se cansan de recomendar un estilo de vida saludable, de cumplir con los chequeos anuales y de escuchar a nuestro cuerpo. Pero muchas veces la vida agitada se impone y aplazamos lo más importante. Entonces, y en compañía de predisposiciones genéticas, llegan las enfermedades cardiovasculares, como la insuficiencia cardíaca, los ataques cardíacos, y los accidentes cerebrovasculares.

¿Qué le hace daño y que le hace bien al corazón?

Ya lo decía el médico William Harvey, descubridor de la circulación sanguínea: "El corazón es el órgano maestro del cuerpo, de él fluyen todas las fuerzas vitales". Una manera de proteger a ese dador de vitalidad es crear un ambiente estable y sano para que trabaje.

Un buen modo de prevenir enfermedades del corazón es conocer esos factores que agudizan los problemas cardíacos. Hay cinco puntos que pueden guiarnos para una buena salud cardiovascular.

1- Predisposición genética

Problema: Las enfermedades del corazón tienen un anclaje importante en la historia familiar que heredamos, y esos antecedentes se convierten en problemas potenciales, que pueden influir en una mayor tendencia a la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto.

Prevención: Si bien ya investigan cómo “editar” los genes para corregir mutaciones y evitar enfermedades hereditarias, no podemos reescribir todo el libro de nuestros genes; pero sí podemos conocer esos antecedentes y reforzar la prevención teniendo en cuenta esos puntos débiles.

2- Alimentación y estilo de vida

Problema: Una dieta alta en azúcar, grasas saturadas y sal, entre otros, favorece que las arterias se llenen de placas y generen un proceso arteriosclerótico; en otras palabras, las arterias pierden elasticidad y se endurecen, aumentando la posibilidad de ataques cardíacos. Por otro lado, una vida sedentaria incrementa el riesgo de problemas cardiovasculares.

Prevención: Según la American Heart Association, es recomendable seguir una dieta saludable, como la mediterránea, por ejemplo, con verduras, cereales integrales, fruta y aceite de oliva. De hecho, un estudio de New England Journal of Medicine demostró que las personas que seguían la dieta mediterránea presentaban un 30% menos de riesgo de tener enfermedades del corazón. El médico primario no se cansa de repetirnos: “haz ejercicios”. La actividad física es excelente para el corazón, aunque esta sea moderada. Harvard Medical School indica que un poco de ejercicio a la semana es suficiente para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. ¿Cuánto es “poco”? Dos horas y media a la semana ayudaría a reducir en un 14% el riesgo de enfermedades del corazón.

3- Alcohol y tabaquismo

Problema: Es ampliamente conocido que el cigarrillo y las bebidas alcohólicas no le hacen bien al corazón, sobre todo si ya hay elementos que debilitan el panorama, como hipertensión o factores hereditarios. Como advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), si fumamos se duplican las posibilidades de que tengamos una enfermedad cardiovascular.

Prevención: Se aconseja no fumar, pues este hábito dañino puede acarrear enfermedades cardíacas, además de riesgo de cáncer y otros padecimientos. Además, es necesario reducir el consumo de alcohol a un trago al día en el caso de las mujeres, y dos diarios para los hombres, como máximo, según el National Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism (Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo).

4- Hipertensión y diabetes

Problema: Sabemos del riesgo de la diabetes y la hipertensión como factores que inciden en las enfermedades cardiacas. El desajuste de azúcar en sangre, según la American Diabetes Association, se relaciona con un mayor riesgo de problemas del corazón.

Prevención: Es necesario tener controlados el peso y la presión arterial. La obesidad o el sobrepeso hacen mella en el corazón y aumentan la posibilidad de tener hipertensión y de desarrollar diabetes.

5- Estrés

Problema: La palabra estrés es parte de nuestro día a día. Pero más allá de achacarle todos los problemas a este detonante de enfermedades, hay que entender su gravedad. Cuando se hace crónico, es decir, cuando se queda más de una temporada, el cuerpo sufre un estado de tensión constante, lo que aumenta la hormona del estrés, cortisol, y todo eso repercute en las arterias. El componente emocional afecta al corazón. Como afirma la American Psychological Association, tener ansiedad, estrés o depresión aumenta el riesgo de problemas cardíacos.

Prevención: Se dice fácil: “maneja el estrés”, pero muchas veces este parece manejarnos. Por eso la American Heart Association aconseja hacer actividades que nos relajen, como el yoga, la lectura, tiempo en la naturaleza y meditación.

El cuidado del corazón es un compendio de diversos consejos de salud, pues cada factor está entrelazado con otro en este complejo sistema que es el cuerpo humano. Un estilo de vida saludable, que combine hábitos como el ejercicio, la relajación y una dieta sana, se unen a los chequeos periódicos con el médico primario para facilitar la detección temprana en caso de problemas.

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