MONTEVIDEO- El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el aspirante del oficialista Partido Nacional, Álvaro Delgado, se disputan este domingo la presidencia de Uruguay en una segunda vuelta en la que parten prácticamente en empate técnico.
En 2019, la elección presidencial de Lacalle Pou se definió por menos de 30,000 votos, con lo cual se puso fin a los 15 años de gobiernos de izquierda
MONTEVIDEO- El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el aspirante del oficialista Partido Nacional, Álvaro Delgado, se disputan este domingo la presidencia de Uruguay en una segunda vuelta en la que parten prácticamente en empate técnico.
De acuerdo con las principales encuestas, la fórmula presidencial de Orsi y su aspirante a vicepresidenta, Carolina Cosse, cuenta con cerca del 48 por ciento de intención de voto, escasos puntos por delante de Delgado y su candidata a 'número dos', Valeria Ripoll, que cuentan con el respaldo de más del 46 por ciento. Según estos datos, las elecciones las decantarían el 6% restante de indecisos.
La incógnita está ahora en ver si el Partido Nacional --también conocido como Partido Blanco-- es capaz de aglutinar el voto del resto de formaciones políticas, como ya ocurrió en el pasado. En 2019 la mayoría de formaciones contrarias al Frente Amplio se reunió en torno a la Coalición Republicana --también conocida como Coalición Multicolor-- para evitar un gobierno de la izquierda.
Orsi y Delgado se convirtieron en las dos opciones más votadas en la primera vuelta de las presidenciales del pasado 27 de octubre. En aquellos comicios el 'frenteamplista' Orsi cosechó el 43,85 por ciento de los votos frente al 26,82 obtenido por el candidato de los 'blancos', que si tiene un margen de mejora bastante amplio gracias al apoyo del resto de partidos de la Coalición Multicolor.
La primera vuelta se celebró en paralelo con las elecciones parlamentarias, que sirvieron para que el Frente Amplio diera un golpe sobre la mesa al hacerse con la mayoría en el Senado y se quedara tan solo a un diputado de obtener la mayoría también en la Cámara Baja, donde ahora deberá conseguir pactar para hacerse con el Gobierno.
Orsi es un dirigente del Movimiento de Participación Popular (MPP) --liderado por el expresidente oficialista José Mujica e integrado en la coalición Frente Amplio-- que ha ejercido como jefe de Gobierno de la gobernación de Canelones, en el sur de Uruguay, desde 2015 hasta 2024. Su compañera de fórmula fue intendenta de Montevideo entre 2020 y julio de 2024, y previamente ejerció como ministra de Industria, Energía y Minería de Uruguay de 2015 a 2019 durante el mandato de Tabaré Vázquez.
Entre sus principales promesas destaca la reforma del sistema tributario a través de una reducción del IVA, pero también aumentando los impuestos de forma progresiva a los ricos, un común denominador de los regímenes de izquierda. "Que paguen más los que tienen más riqueza y más ingresos, aliviando la carga tributaria sobre los que menos tienen", reza el programa electoral de Orsi y Cosse.
Por otro lado, el Frente Amplio apuesta por lo que ha denominado un "pacto educativo nacional" que, aunque no profundiza, buscaría avanzar en una nueva reforma de la legislación vigente para cumplir con las demandas de los sindicatos educativos, muy críticos con el actual plan de estudios a nivel nacional.
Por su parte, el Partido Nacional se tiene que enfrentar a la obligación de cambiar de candidato después de los cinco años de mandato de Lacalle Pou, debido a que la Constitución prohíbe expresamente la reelección directa de presidentes.
Los "blancos" escogieron a Delgado, su actual secretario de Presidencia, como candidato acompañado de Ripoll, una reconocida figura televisiva que anteriormente estuvo vinculada al sector sindical.
Delgado y Ripoll han prometido que bajo su mandato no se aumentarán los impuestos, apuntando que Uruguay ya cuenta con un elevada presión fiscal, y apuntan su mirada hacia la reducción de gasto en el sector público, incluido el gasto en salarios.
Respecto a Mercosur, proponen seguir los pasos de Lacalle Pou e insistir en la necesidad de una modernización del bloque a través de la eliminación de obstáculos comerciales y tomar las medidas necesarias para alcanzar acuerdos con la Unión Europea, Japón o Canadá, entre otros.
Delgado aprovechó su último acto de campaña para, frente al obelisco de Montevideo, trasladar un mensaje de calma y continuismo, si bien no ha dejado de lado su compromiso con seguir avanzando e impulsando nuevas políticas. "La gente no solo vota por lo que hicimos, la gente vota por lo que vamos a hacer", añadió Delgado.
"La gente en 2019 eligió cambiar, y cambiamos. Eligió cambiar porque había un Frente Amplio de mano de yeso que agotó su modelo (...) Ahora también entendimos el mensaje, que es que la coalición el es el proyecto más votado de Uruguay por cada vez y que vamos camino a la unidad nacional", aseveró el líder.
FUENTE: Con información de Europa Press