MIAMI — El pasado día 18 de abril, el congresista Mario Díaz-Balart abrió las puertas de su despacho en Washington, DC, para recibir de manera oficial la petición para el proyecto de ley que declare al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como una entidad terrorista junto a “todos sus miembros desde su fundación hasta su término”, dijo la presidenta de la Alianza Republicana Nicaragüense Americana (NARA, por su sigla en inglés), Muñeca Fuentes.
El congresista recibió y aceptó apoyar dicha petición y desde entonces "hemos venido trabajando en este proyecto junto a su eficiente equipo y esperamos que en esta nueva administración se haga efectiva dicha ley", explicó.
También “nos reunimos con el Senador Rick Scott quien se mostró receptivo de inmediato ofreciendo su apoyo para hacer realidad dicha ley”.
Durante los dos regímenes sandinistas (1979-1990) y (2007 a la fecha), han causado encarcelamientos, torturas, muertes, confiscaciones, persecución religiosa y exilio. Daniel Ortega creó grupos paramilitares durante las protestas de 2018, con la complicidad del Ejército, y ejecutaron con armas de alto calibre a manifestantes que exigían la salida de Ortega y su esposa y vicepresidente. Rosario Murillo.
La activista considera que “esta ley traerá muchos beneficios tanto aquí (en EEUU) como en Nicaragua, pues con esta normativa se espera negar la entrada al país a todo funcionario y militante del FSLN. La iniciativa también propone expulsar de Estados Unidos sin opción a retornar, a todos los que están aquí infiltrados, viviendo de nuestros impuestos y que son un peligro a la seguridad nacional por su ideología y acciones que a través de décadas han mostrado ser terroristas”.
“Es inaceptable que estos sandinistas que cantan en su himno 'luchamos contra el yankee imperialista enemigo de la humanidad', vengan ahora a vivir de nuestros impuestos”, insistió la activista.
Se refiere a sandinistas que hoy residen en Estados Unidos y que gobernaron junto con Daniel Ortega durante el primer régimen sandinista (1979-1990), acusados de crímenes de lesa humanidad debido a la represión, encarcelamientos, ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas, persecución religiosa, confiscaciones de propiedades y provocaron el exilio de miles de nicaragüenses, igual que sucede en la segunda etapa de la dictadura, esta vez sin el acompañamiento de un sector que gobernó en la década de los 80, y que hoy se declaran "opositores" a Ortega.
“Que hayan pasado de ser victimarios a ser víctimas de Ortega-Murillo, no les quita su ideología sandinista ni les borra sus crímenes cometidos de lesa humanidad que no prescriben", subrayó.
Puntualizó que "su esencia sigue siendo la misma y es por eso también que la oposición no avanza y Nicaragua sigue en las mismas, debido a que se atribuyen el liderazgo de la oposición y han logrado crear una red de apoyo con la izquierda europea y con la administración demócrata de Joe Biden. Esta ley también ayudará a Nicaragua, pues esto hará que se depure la falsa oposición y se pueda así crear una verdadera que actúe en bien del pueblo nicaragüense y no en favor de sus bolsillos y del régimen, como actualmente están haciendo estos seudo líderes que han hecho de la sangre y dolor del pueblo su modus vivendi por medio de sus múltiples ONG que solo sacan dinero de nuestros impuestos y no hacen nada", agregó Fuentes.
Lamentablemente, dijo que “no existe en este momento ningún grupo de oposición que no tenga a varios miembros sandinistas en su organización y ese es el mayor de los problemas que tiene Nicaragua a nivel político".
Lo primero que se debe de hacer es crear conciencia de que es una realidad, “son terroristas por los hechos contundentes ocurridos en varias fechas, casos que están documentados, las denuncias son reales. No deben ingresar al país porque son un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos".
Se mantiene activa al "tocar las puertas de congresistas y senadores, que con el favor de Dios sea tan diligentes, determinados y activos como lo son el congresista Mario Díaz Ballart y el senador Rick Scott, especialmente en este momento en que también “contamos con el apoyo del presidente Trump”.
"Necesitamos crear una oposición sólida que tenga como prioridad el bien común". Eso significa luchar también contra la “falsa oposición funcional que ha sido y sigue siendo cómplice del régimen tras bambalinas, pues en la realidad son los mismos que caminan con nuevos nombres, que dicho sea de paso, se los han cambiado muchas veces como el Movimiento Renovador Sandinista, hoy Unamos, creado por ellos mismos, pero el origen sigue siendo el mismo y es el causante de este mal es el sandinismo".
Muñeca Fuentes
La activista nicaragüense-estadounidense Muñeca Fuentes.
Cortesìa
Persecución religiosa
La analista relató que en Nicaragua se han expulsado a más de 250 sacerdotes, han cerrado emisoras de radios católicas, al igual que universidades y varias congregaciones bajo la ley de 2022, incluidas los franciscanos, los jesuitas, los Misioneros del Sagrado Corazón y las Madres Trapense; ya han disuelto más de 5,000 ONG. Esto, por supuesto, incluye la expropiación de todos sus bienes, precisó Fuentes, que integra la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén (DCHS, por su sigla en inglés).
Sobre la persecución en Nicaragua, Fuentes dijo que está muy claro que esta lucha no solo es “política” considera que también es una lucha espiritual, “contra satanás que busca la perdición de las almas y se encubre bajo una falsa preocupación por los menos afortunados” a través del llamado “socialismo”. Al régimen sandinista le estorban tanto las monjas como la Iglesia en general, pues representan a Jesucristo y todas sus enseñanzas, que son totalmente opuestas a ellos”.
La dictadura de Ortega representa una amenaza para la seguridad de la Iglesia y para los nicaragüenses que se opongan a las políticas del sandinismo.
“La Iglesia Católica local en Nicaragua es muy poco lo que realmente puede hacer además de intentar apelar, pues me imagino que no quieren provocar más represión, ya que estamos viendo a este régimen totalitario que está siguiendo los pasos de su “papá Fidel (Castro)” cuando expulsó a todas las monjas y también a los curas. Hay que evitar que los expulsen, pues sin sacerdotes no hay sacramentos, principalmente La Eucaristía, y eso es más grave que todas las expropiaciones materiales", indicó Muñeca Fuentes.
Sin embargo, "la cabeza de la Iglesia", y me refiero directamente al Sumo Pontífice, a quien se le agradece su reciente carta dirigida al pueblo nicaragüense, “La fe y la esperanza hacen milagros”; pero no es suficiente, debería de pronunciarse y buscar una forma más concreta y contundente que vele por la Iglesia en Nicaragua. A veces no basta orar, hace falta hablar y también actuar”, concluyó.
FUENTE: CONSULTA A MUÑECA FUENTES / DIARIO LAS AMÉRICAS