“Maduro es quien da el amparo y protección a los grupos subversivos ELN y las Farc, de las que además son socios, y que generan violencia en nuestro país. Sus miembros se resguardan en Venezuela mientras el propio presidente de la República, Gustavo Pedro, no hace absolutamente nada”, afirma el expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Pero el político y exlíder del Partido Conservador Colombiano plantea “ver otra cara de la moneda” a quienes creen que el enfrentamiento de los dos grupos guerrilleros en el Catatumbo por el control del tráfico de drogas, que se inició seis días después de la toma de posesión ilegal de Maduro, busca impedir la transición democrática en Venezuela.
“El problema para mí no es Venezuela, es Colombia. Me pregunté hace varios meses si habrá elecciones presidenciales en 2026, y lo que se ve aquí no es para que Maduro no salga del poder, sino para que no salga Petro”, advierte Pastrana durante su análisis sobre los hechos más recientes en su país.
Ante ello, invita a “observar con mucho cuidado” la verdadera dimensión de la asociación Petro y Maduro para consolidarse ambos en el poder, en sus respectivos países.
Asociación de Petro y Maduro
Por ello, el expresidente opina que la propuesta del mandatario izquierdista de construir un puente o una zona económica exclusiva en la frontera, entre los estados venezolanos Zulia y Táchira y el Norte de Santander, y que Maduro ha aceptado con el nombre de “zona de desarrollo compartido”, son “temas de distracción”.
“(Petro y Maduro) son socios y están buscando cómo protegerse. Petro es fundamental para Maduro, para que el cártel de los soles pueda sacar la droga de Colombia; y para Maduro Petro es fundamental también porque él da cobijo a los grupos al margen de la ley. Hay una sociedad que viene presentándose desde hace muchísimos años”, asevera.
Pastrana fundamenta su afirmación en lo que representó el Plan Colombia, el cual impulsó durante su presidencia (1998-2002) tras el cuestionado mandato de Ernesto Samper, para erradicar la droga con inversión social y lo que significó para las comunidades fronterizas.
El Plan Colombia contempló inversión en vías, en infraestructura y desarrollo alternativo, entre otros objetivos, y redujo la producción de coca a 40,000 hectáreas en la frontera. Esto contrasta con las políticas de Petro, según explica.
“Con el gobierno de Petro en la actualidad hay 350,000 hectáreas, según cifras de las Naciones Unidas, y lo que vemos es que aumentan, ya no se habla de una cosecha sino de tres y de cuatro cosechas al año, por lo que han fortalecido en el país la producción de cocaína”, apunta.
Sin presencia del Estado
Y la presencia del Estado colombiano en la zona fronteriza del Catatumbo para combatir la actividad del narcotráfico “es prácticamente inexistente”. No puede actuar el Ejército que llegó a ser, durante su gobierno, el más profesional y moderno de América Latina, según dice.
“Hoy no tenemos dinero para la gasolina de los helicópteros, no hay municiones, no hay botas, no hay organización y lo que hay es una destrucción de nuestras fuerzas armadas y de policías”.
Las fuerzas militares tampoco cuentan con la protección estatal frente a la acción subversiva, afirma Pastrana.
“Están secuestrando a nuestros soldados, se acabó la autoridad; el gobierno del presidente Petro tiene como una de sus misiones acabar con el Ejército y la Policía”.
De las fuerzas armadas han salido ya más de 70 generales que, según sus cálculos, son por lo menos dos generaciones perdidas. Al igual que los mandos de policía. “Y todo esto, creo yo, en la búsqueda de protección de áreas del narcotráfico en las cuales el cártel de los soles hace presencia de la mano de carteles mexicanos”.
Pastrana adiciona otro elemento que impide la acción del Ejército colombiano en la frontera, en medio del plan de Paz Total de Petro que, afirma, fracasó.
“Petro abre diálogos con el Ejercito y ELN en cualquier parte del país, y lo hace con paramilitares o narcotraficantes en el noroccidente del país: y lo que se observa es que cuando las fuerzas armadas y policías intentan ingresar en estas zonas, los grupos subversivos no los dejan entrar porque alegan que son zonas de diálogos y que allí no puede haber presencia del Estado”.
Esta situación irregular ha provocado el mayor número de desplazados en el Catatumbo, que se calcula en 90,000, un suceso inédito en la historia de Colombia, al menos de esa magnitud.
EEUU y la oposición
Pastrana, quien durante su gobierno obtuvo el respaldo de EEUU por la ejecución del Plan Colombia, afirma que existe un “franco deterioro” de la relación de este país con Colombia en la actualidad. Y lo atribuye a “la asociación y coparticipación de Petro con el régimen del narcodictador Maduro”.
Menciona como la contradicción de que el presidente de Trump lidere una agresiva campaña contra el narcotráfico, pero no contempla claramente la relación de Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo, con el régimen de Maduro.
“No entendemos cómo si EEUU aumenta la recompensa por Maduro, por Diosdado Cabello y Padrino López, sigue enviando delegados especiales para dialogar con las personas a las cuales se ha puesto precio a sus cabezas. Eso, insisto, seguimos sin entenderlo”.
En su análisis, Pastrana cuestiona al mismo tiempo la actuación de la oposición colombiana, dividida y blanda, que le hace pensar que podría copiar al calco la situación de la política venezolana a la cual se enfrenta la líder María Corina Machado para rechazar el fraude electoral y trabajar por el retorno de la democracia.
“Hay una oposición muy dividida y mire lo que sucede hoy: la corrupción del gobierno es de tal magnitud que el Partido Conservador, al cual renuncié y con más de 176 años de historia, está en el petroconservatismo. El presidente del Senado, la presidenta del partido y los congresistas de esa organización política en la Cámara y Senado se han entregado al gobierno de Petro por unos puestos.
Ante la gravedad que supone la pérdida del Estado colombiano, el expresidente propone de nuevo formar una coalición de partidos opositores, que enfrente a la izquierda que “nunca ha sido mayor del 25 o 27%, con miras a las elecciones presidenciales de 2026.
“Tenemos que hacerlo en este momento”, pide. Y lo cree posible. “Claro, porque hay que pensar en país. Hay que hacer lo que sea necesario para evitar que se consolide en el poder la dictadura del siglo XXI de Gustavo Petro”.
FUENTE: Entrevista con Andrés Pastrana, expresidente de Colombia