La gira internacional del presidente electo y su cohesión con María Corina Machado genera “desesperación” en el régimen, que está acorralado de cara al 10 de enero
En su exilio forzado, Edmundo González Urrutia emprendió una cruzada internacional
AFPCARACAS.- A poco más de dos meses del exilio forzado del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, el régimen emprende una “persecución transnacional” en su contra, en represalia a su agenda internacional en busca de apoyo para hacer cumplir la voluntad del pueblo venezolano.
Lejos de salirse del tablero político, como esperaba la cúpula gobernante cuando lo forzó al exilio a principios de septiembre con la emisión de una orden de captura, González Urrutia arrancó una cruzada que lo ha llevado sostener encuentros de alto nivel con autoridades de España, Italia, Portugal, la Unión Europea (UE), el Parlamento Europeo (PE) y, más recientemente, de Alemania.
La exitosa gira vino acompañada de la convicción del líder opositor de tomar juramento como presidente electo de Venezuela para el período presidencial 2025-2031 el próximo 10 de enero en Caracas.
En medio de este escenario, el diario colombiano El Tiempo hizo pública la solicitud de alerta roja en contra de González Urrutia que hizo el Ministerio Público (MP), al servicio del chavismo, a la INTERPOL, con fecha del 24 de octubre, pese a que el fiscal Tarek William Saab había anunciado el 10 de septiembre el cierre de la causa tras su exilio.
“Edmundo González es objeto de una persecución transnacional. No fue sólo el acoso al que fue sometido dentro de Venezuela, mientras era candidato y después de haber ganado las elecciones, sino que ahora en el exilio Maduro entra en modo de desesperación al ver su proceso de desplazamiento por muchas partes del mundo, en su determinación de hacer cumplir el mandato soberano que le dieron los venezolanos el pasado 28 de julio”, expresa el exalcalde de Caracas y coordinador internacional de Vente Venezuela, Antonio Ledezma, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Para el opositor, Maduro cree que la policía internacional funciona igual que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y la Dirección de Contrainteligencia Nacional (DGCIM), que “manipula a su antojo”.
“Él confunde una cosa con la otra y se cree en todo poderoso, al extremo de creer que la INTERPOL va a actuar como lo hacen obedientemente sus esbirros de la policía política que maneja y manipula dentro de Venezuela”, señala.
A diferencia de estos organismos, que funcionan como órganos de persecución, la INTERPOL hizo caso omiso de la solicitud del chavismo, al destacar que está prohibido cualquier uso del sistema policial “por razones políticas”.
“La INTERPOL ha sido muy clara en no proceder ante estas requisitorias que tienen una naturaleza política. Esa misma solicitud la hicieron contra mí en agosto del año pasado, acusándome de traidor a la patria y de delitos conspiración política”, subraya.
Mientras que la INTERPOL dejó claro que estos casos “no prosperan” en la organización, el ministro de Interior y número dos del régimen, Diosdado Cabello, en su programa semanal ironizó con formar parte del “comité de recepción” del presidente electo, al cual, afirmó, le estaría “puliendo unos brazaletes plateados (esposas)”.
El exalcalde asegura que este tipo de amenazas representa la “naturaleza” del régimen, que “destila odio”, promueven “el resentimiento” y “generan conflictos”.
“Mientras Edmundo González propone una transición pacífica y ordenada, y propone puentes para que Venezuela avance hacia la paz, la estabilidad política y a iniciar un proyecto de reconstrucción nacional, vemos que Nicolás Maduro y sus voceros lo que hacen es promover ese tipo de confrontaciones”, indica.
La “llave indestructible” que mantiene González Urrutia con la líder opositora María Corina Machado, en su “lucha hasta el final” y denunciando los crímenes de lesa humanidad que el régimen ha cometido en Venezuela, genera “desesperación” dentro de la cúpula gobernante.
Tras la represión desatada luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, los opositores han elevado la voz nacional e internacionalmente en defensa de los presos políticos y de las víctimas de tortura.
Ledezma destaca que mientras que Edmundo González es reconocido por el PE y junto a María Corina reciben premios como el Sárajov, a Maduro le engrosan el expediente por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional (CPI).
“Esa es la gran diferencia y por eso la desesperación de ellos, creyendo que con este tipo de amenazas van a parar la agenda que está cumpliendo exitosamente Edmundo González en todo el mundo”, precisa.
En paralelo a la “persecución transnacional” en contra el presidente electo, el régimen mantiene la persecución nacional en contra de Machado, quien se encuentra en la clandestinidad ante las amenazas en contra de su seguridad e integridad física.
Para el exalcalde, “Maduro tiene pesadillas que lo atormentan” con la líder opositora. “En esas pesadillas sueña que María Corina se fue, que está en Argentina, que está en Polonia, que está en África. Es parte de la desesperación de un hombre que sabe que María Corina está en el corazón de los venezolanos, que está sentimentalmente en los hogares de todos los venezolanos”, sostiene.
Resalta, además, que desde su exilio González Urrutia ha dejado en claro su decisión de “honrar el mandato que le dio el pueblo” el 28 de julio. “Mientras Maduro se pelea con Lula, insulta al presidente Boric y se queda aislado, a la orilla de una vereda, Edmundo González y María Corina Machado están siendo reconocidos por el mundo”, destaca.
En la agenda del mandatario electo está incluido un viaje a Bruselas, en Bélgica, y a Holanda en noviembre, además de a Estrasburgo, en Francia, en diciembre para recibir el premio Sárajov. Todo, asegura, es parte de la estrategia que se está construyendo de cara al 10 de enero.
“Cuando la gente le pregunta a Edmundo González qué va a ser el 10 de enero o qué va a ser María Corina el 10 de enero, hay que responder que Edmundo y María Corina hicieron lo heroico el 28 de julio, y que la palabra tiene Maduro”, señala.
A su juicio, la pelota está en el terreno del régimen, que es el que tiene que “admitir la derrota” y dejar de ser un “obstáculo para que Venezuela pase la página de esta tragedia”, para inaugurar “un tiempo de concordia y de prosperidad para todos los venezolanos a partir de enero” de 2025.
“¿Qué va a hacer Maduro el 10 de enero? ¿Qué va a hacer la Fuerza Armada el 10 de enero? ¿Qué va a ser la comunidad internacional el 10 de enero? Ya el pueblo habló, el pueblo se expresó en votos y esa decisión del pueblo es soberana y tiene que ser respetada y acatada”, sostiene.
El tablero internacional cambia para la cúpula chavista tras la abrumadora victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales, que designó como secretario de Estado a Marco Rubio, un férreo crítico del régimen de Maduro.
Aunque destaca que en EEUU “hay coincidencia” tanto en demócratas como en republicanos en “acompañar los esfuerzos de la oposición para salir de la dictadura”, asegura que la nueva administración debe tener clara la “lección” de que Maduro no respeta ni diálogos ni acuerdos.
“En la administración del presidente Biden le entregaron a los dos sobrinos que estaban sentenciados por narcotráfico, le entregaron al testaferro Alex Saab, le dieron licencia a empresas petroleras, y Maduro lo que hizo fue burlarse de la administración de EEUU y en vez de recapitular, de aceptar los resultados electorales y cumplir con los acuerdos de Barbados, lo que hace es patear la mesa”, subraya.
En medio de un escenario que se vislumbra oscuro para el chavismo, Maduro baja el tono al nuevo presidente estadounidense y llama a recapitular sobre las detenciones arbitrarias, como en un acto de indulgencia.
La única opción que se le puede brindar a Maduro, agrega Ledezma, es una negociación en la que pueda definir los términos su salida del poder. “Cuándo va a aceptar la derrota, cómo y cuándo va a abandonar el poder, cómo y cuándo va Venezuela a iniciar la transición que ha prometido Edmundo González y María Corina en Venezuela”, enfatiza.
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