MANAGUA - El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo profundizó su aislamiento internacional al anunciar su salida de la Corte Centroamericana de Justicia, un tribunal con sede en Managua creado en 1992 para resolver disputas en la región. La decisión, oficializada en una carta enviada al presidente de la corte, César Ernesto Salazar, refleja la creciente hostilidad del régimen hacia los organismos internacionales.
Este nuevo retiro se suma a la reciente salida de Nicaragua de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, evidenciando la estrategia del régimen de apartarse de instancias que podrían cuestionar su autoritarismo.
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"Revés diplomático"
La decisión llegó tras el rechazo de cuatro países centroamericanos a la candidatura del excanciller nicaragüense, Denis Moncada, para presidir el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), un revés diplomático que dejó al régimen expuesto y sin margen de maniobra en la región.
Rosario Murillo, quien actúa como "copresidenta" del país, justificó la salida asegurando que la corte no se alineaba con los intereses del régimen. Además, confirmó el retiro de la magistrada nicaragüense Silvia Rosales y el inicio del proceso para concretar la salida definitiva del tribunal.
La Corte Centroamericana de Justicia está conformada por los países del istmo, con excepción de Costa Rica, además de República Dominicana, que también forma parte del SICA. Sin embargo, la creciente influencia de regímenes autoritarios ha debilitado su papel, y la salida de Nicaragua refuerza su tendencia a operar sin supervisión ni escrutinio internacional.
Esta nueva maniobra deja en evidencia la determinación del régimen sandinista de aislarse aún más de la comunidad internacional y consolidar su modelo represivo sin interferencias externas.
FUENTE: Con información de AFP